Cuanto más te concentras en tu hermano
para dañarle en beneficio tuyo,
más te alejas de ti, de lo que es sano,
y más te ofuscas en lo que ya es suyo.
Cuanto más miras lo que hay en su mano
y menos lo que tú tienes y vales,
tanto más vives en error y en vano
perdiendo fuerzas para ti vitales.
Cierra los ojos y mira hacia dentro:
descubrirás un mundo tan grandioso
que, desde entonces, él será tu centro,
cada día más amplio y más hermoso
y en él, sin duda, se dará el encuentro
entre tú y ese hermano tan valioso.
Francisco-Manuel Nácher López
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Siempre hay oscuridad donde hubo herida,
pero hay también ventanas y puertas.
A un paso estás, levanta la persiana,
abre la puerta, que entre la mañana."