Cierta vez una anciana había perdido su aguja .Un hombre que pasaba por su casa la vio buscando en el jardín y le ofreció su ayuda. Después de buscar durante horas sin éxito, el amable desconocido le preguntó a la anciana cual era el lugar exacto donde había perdido la aguja y se sorprendió cuando ella le contestó que se le había caído dentro de la casa."Pero, entonces, ¿por qué busca aquí? Preguntó."Nunca la encontrará".Ella replicó que su casa estaba muy oscura, de modo que estaba buscando afuera, donde había más luz.
Este cuento nos muestra cómo muchas veces buscamos en el lugar equivocado. Solemos buscar nuestra felicidad donde están las luces brillantes, sin embargo, no es allí donde la encontraremos. Creemos que algunas situaciones materiales: dinero, la pareja una casa nueva en un barrio residencial, el trabajo que anhelamos-nos colmará…Sin embargo, no es así ¿Por qué?Porque el listado de cosas que nos darían felicidad es inagotable.
Cada una de ellas nos aporta placer sólo por un breve período de tiempo, hasta que deja de ser una novedad .Mientras pensemos que la alegría y la felicidad vienen del exterior, nunca tendremos una dicha plena .En realidad, la felicidad proviene de nuestro interior y la meditación es la clave para orientarnos en ese camino de bienestar, paz y evolución.
La meditación se explica como un estado de conciencia que puede entenderse sólo de manera directa e intuitiva. Mientras la experiencias cotidianas están limitadas por el espacio el tiempo y las leyes de causalidad, la meditación va más allá de todo límite. Durante la meditación ,el pasado y el presente desaparecen y sólo experimentamos la experiencia del Yo Soy en el presente infinito y eterno.
Todos buscamos felicidad y paz interior. La meditación ES la herramienta insospechada y desgraciadamente no considerada por la mayoría de las personas, si bien es cierto que muchas de ellas; la practican dentro alguna disciplina que la incluya y conocen de sus beneficios, un altísimo porcentaje de individuos la deja de lado. Al entrar en estado meditativo cada uno de nosotros puede reconectarse con su naturaleza, con el interno y religarse (de allí la palabra religión) a lo Supremo, cualquiera sea el nombre con que lo designemos.
Así y sólo mirando hacia nuestro interior es como recobraremos nuestro perdido bienestar.
Ciertísimo el relato, eso debemos aprender, que la felicidad no está en lo material y que relumbra, sino en nuestro interior y ahí tabién hay luz, la luz de Dios. Besos.