Según ha informado el colegio de podólogos en un comunicado, el uso de este tratamiento puede transmitir infecciones y enfermedades como el VIH y las hepatitis B y C, así como infecciones de la piel como hongos y verrugas de los pies.
Los podólogos andaluces pretenden concienciar a la población de que, aunque los centros que lo aplican cumplan a priori con las normas de higiene y seguridad para poder llevar a cabo este tratamiento, el riesgo de propagación de infecciones de la piel como micosis, verrugas plantares así como otras enfermedades contagiosas tales como VIH y las hepatitis B y C es muy alto.
Este colectivo profesional basa su preocupación en estudios realizados por organismos internacionales como el de la Agencia de Protección de la Salud de Reino Unido, la cual alerta de las infecciones y enfermedades que pueden derivarse al ser tratado con esta técnica.