JAPA MALA: Se pronuncia Yapa Mala y es el collar característico de Budistas e Hindúes. Se lo utiliza principalmente para meditar y recitar mantras. Japa Mala se traduce como Collar de Repetición. El mismo posee 108 cuentas más una última cuenta con un penacho, la cual simboliza la Consciencia Suprema o Dios. Las cuentas son hechas de Sándalo, Talsi (albahaca) o semillas de Rudraksha, las cuales tienen propiedades curativas y relajantes.
La recitación de mantras es una práctica común en el hinduismo y el budismo. El mantra es un texto de significado sagrado que crea estados de conciencia alterados propicios a la meditación. La práctica del mantra eleva la espiritualidad del individuo. Es utilizado para llevar el registro de las recitaciones de mantras o palabras de poder, dotada de profundo significado y utilizadas como un medio de protección mental.
Este collar no debe ser nunca confundido con un rosario católico, ortodoxo ni árabe, ya que el "rosario" tiene una antigüedad de 1.500 años en cambio el "Japamala" tiene una antigüedad de 6.000 años. El "Om" solo debe usarse para empezar o terminar la meditación, pronunciándolo tres veces. Y en diferentes situaciones que se desee tener un buen augurio. Pero no es conveniente hacer "Japa mantra": 108 veces, ya que su poder es muy grande y se puede tener una depuración energética muy abrupta. En yoga es importante hacer las cosas de manera gradual y sistemática, para que resulten naturales y no agresivas, según el principio de "Ahimsa" de la no-violencia.
El collar de meditación se toma con la mano derecha y se pone sobre la rodilla derecha (aunque sea zurdo). La mano izquierda se apoya relajada o con un mudra sobre la rodilla derecha. Los ojos cerrados. Cada una de las 108 cuentas del collar se van pasando hacia delante con los dedos: pulgar, mayor y anular de la mano derecha. Nunca se deben usar los dedos índice ni meñique ya que estos están conectados con las energías del ego y la inercia. El collar de 108 cuentas tiene un "Penacho" que representa "la cabeza", por lo tanto, al llegar con los dedos a ese punto, no se debe atravesar ni pasar por encima, sino que, hay que volver hacia atrás, en el caso de que se quiera, dar más de una vuelta.
La meditación con mantras es anterior al surgimiento del budismo, probablemente le antecede por varios cientos de años.
Por eso es que puede calcularse que el origen de los mantras se remonta al menos a
la tradición védica que precedió al Buda, en la cual se empleaban los mantras de distintas maneras en múltiples ceremonias, para hacer pedidos o invocar Dioses.