¿Qué podemos hacer para evitar las alergias de primavera?
Para evitar el contacto con el polen, en primavera y verano, se pueden establecer una serie de medidas:
Conocer al “enemigo”: Distintos tipos de polen provocan reacciones alérgicas en diferentes personas. No todos disparan las mismas reacciones en cada organismo. Los estudios médicos realizados por los alergistas les servirán para conocer a qué tipo de polen (u otros agentes) son alérgicos, para saber evitarlos cuando se presenten.
Controlar los horarios: La mayor producción de polen tiene lugar entre las 5-10 de la mañana y de 7-10 de la noche, por lo que es mejor evitar las salidas al aire libre en esos horarios.
Consultar el pronóstico del tiempo: Los días secos y ventosos dispersan el polen y son los más críticos para los alérgicos; en esos días, es mejor permanecer en casa o al menos en lugares cerrados. Por el contrario, en los días húmedos, sobre todo después de una lluvia, el agua lava y elimina los rastros de polen del aire, trayendo alivio y mejorando la respiración. Así que lo mejor es tomar previsiones antes de realizar cualquier actividad a la intemperie.
Evitar el contacto directo: En caso de realizar actividades al aire libre (especialmente en el jardín), una simple mascarilla de pintor servirá para evitar la inhalación de polen y retrasar la aparición de alergias. Evitar tumbarse en el césped y utilizar anteojos o gafas de sol al salir.
Cambiarse con frecuencia: El cambio de ropas varias veces al día permitirá mantener alejados los alergenos que se adhieren a las telas. Por el mismo motivo, es conveniente no secar la ropa al sol, para que las partículas de polen no se impregnen.
Bañarse con frecuencia: Como complemento de la recomendación anterior, una ducha refrescante y un lavado de cabello todas las noches servirán para eliminar todo rastro de polen del cuerpo y descansar mejor.
Mantener la casa limpia: En los hogares, limpiar los pisos con agua para que la humedad mantenga el polen en el suelo y no se disperse por el aire; limpiar con frecuencia las cortinas y aberturas por donde ingrese aire del exterior y utilizar equipos de aire acondicionado con sistemas de filtrado de polen (que deberán conservarse limpios y en condiciones). Dejar las ventanas cerradas cuando el viento sople hacia el interior de la habitación. Utilizar la aspiradora en vez de escobas o plumeros.
Consultar al médico: Existen remedios con efecto antihistamínico muy efectivos (muchos de ellos de venta libre) pero es mejor que sean recetados y controlados por un especialista que proporcione la mejor medicación para cada tipo específico de paciente.
Mantener las ventanas cerradas: por la noche y cuando se viaja en el coche; y/o utilizar aire acondicionado con filtros y cambiarlos con frecuencia.