Otra buena noticia ha recibido la Iglesia en Cuba, pues a la reciente entronización de la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre en los Jardines Vaticanos y a la carta del Papa Francisco, se ha sumado el anuncio de que a partir de este año el día de la Virgen Patrona de Cuba será celebrado como Solemnidad.
El anuncio fue hecho por la Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos en una notificación enviada al Presidente de la Conferencia Episcopal de Cuba (CEC), Mons. Dionisio García Ibáñez.
En ese sentido, el Obispo de Cienfuegos, Mons. Domingo Oropesa, expresó la alegría de la Iglesia en Cuba en su mensaje a los fieles con ocasión de la ahora solemnidad, cuyo día es el 8 de septiembre.
“Podemos decir que este año 2014, y en torno a la Fiesta de la Virgen de la Caridad del Cobre estamos con varios estrenos, de maravillosos estrenos. Pues estrenamos celebrar a la Virgen Patrona de Cuba como solemnidad; estrenamos textos litúrgicos y de la Palabra de Dios para las misas del próximo día 8; estrenamos el primer mensaje de un Papa en toda la historia dirigido a todos nosotros por la Virgencita de la Caridad; y hace unos días se ha estrenado la presencia de una imagen de la Virgen en los Jardines Vaticanos”, expresó en el texto difundido en el sitio web de la Conferencia Episcopal Cubana (CEC).
“Ciertamente que este 8 de septiembre de 2014 está adornado de gestos, textos, imágenes y mensajes llenos de sencillez y de amor como fue y es la Virgen Santísima. Celebrar como Solemnidad a la Virgen de la Caridad cada 8 de septiembre es algo muy importante, y ha supuesto pasar la Fiesta del nacimiento de la Virgen al día siguiente. Así lo ha aprobado la Iglesia Católica. La solemnidad en el culto católico es el mayor grado de celebración”, añadió.
Por ser el máximo grado, las celebraciones de las solemnidades se inician en las primeras vísperas del día anterior. Incluso cuentan con lecturas propias tomadas del Leccionario Dominical y sus Misas poseen oraciones propias para cada una de ellas.
En ese sentido, Mons. Oropesa explicó que “en cuanto a los textos aprobados para la celebración de laMisa podemos ver que se nos muestra a la Virgen como Madre y Patrona nuestra, como la que nos acoge con amor materno desde el Calvario, como nuestra abogada intercediendo por nosotros, como la que nos acompaña en nuestros pasos hacia la patria celeste, como la que nos anima a dar testimonio del Evangelio, de su Hijo Jesucristo, en el mundo… Son unos textos sencillos aprobados casi cien años después de que el Papa Benedicto XV, en 1915, la declarara Patrona de Cuba”.
El Santuario de Nuestra Señora de la Caridad se encuentra a unos 16 kilómetros al oeste de Santiago de Cuba, en la villa de El Cobre. Según la tradición, en una mañana de 1612, dos indígenas de apellido Hoyos y un esclavo negro de diez años de edad salieron de Barajagua a la bahía de Nipe a buscar sal, pero una terrible tormenta destruyó sus planes quedando postergados a algunos días después.
Cuando por fin pudieron embarcarse en una canoa y dirigirse a las salinas de la costa, descubrieron sobre las olas un objeto blanco que flotaba, que para gran sorpresa era una imagen de la Virgen María colocada sobre una tabla.
En la tabla venía una inscripción que decía: “Yo soy la Virgen de la Caridad”. Tomaron la imagen y la llevaron al altar mayor de la iglesia parroquial de Barajagua, donde un hombre de fe llamado Marías de Olivera ofreció dedicarse a su servicio.
La imagen de la Virgen de la Caridad es pequeña y su rostro es redondo. En el brazo izquierdo sostiene al Niño Jesús, quien lleva en una mano un globo terráqueo. Esta imagen fue coronada por San Juan Pablo II el 24 de agosto de 1998 durante su visita pastoral a Santiago de Cuba, en el marco de su viaje a la isla.
Esta advocación ha jugado un gran papel en la formación de la nación e identidad cubana, es por ello que antes que se cumpliera el 400° aniversario de su hallazgo, los obispos cubanos elaboraron un programa de preparación de tres años que culminó en 2012.
A esta preparación invitaron “a todos los cubanos, porque la Virgen de la Caridad es nuestra, seamos creyentes o no creyentes, católicos o protestantes, o tengamos una devoción popular que pueda ser más o menos sincrética”.
“También nos dirigimos a nuestros hermanos cubanos que viven fuera de Cuba, porque la Virgen de la Caridad es símbolo de la Patria, es vínculo de unidad de nuestras familias, de nuestro pueblo y, ante todo, porque es la Madre de Jesucristo, el Hijo de Dios, Salvador de todos los hombres”, señalaron.
En su mensaje, los obispos afirmaron que “la Santísima Virgen quiso quedarse entre nosotros bajo el título de ‘Caridad’ que significa amor, y, ante su presencia materna los cubanos tomamos conciencia de la fraternidad que debe reinar entre nosotros, que nos mueve a la comprensión, el perdón, la justicia, la solidaridad, la tolerancia, el amor entre los cubanos, sin hacer distinciones. Así, únicamente, se podrá alcanzar un futuro mejor para nuestras familias y para nuestra Patria”.
Tomado de ACI Prensa