LA PATRIA | MANIZALES
México vive lo que padeció Colombia entre mediados de los 80 y 90 del siglo pasado con el asesinato selectivo de aspirantes a cargos populares. El pasado lunes la consultora Etellekt presentó su sexto informe de Violencia Política, según el cual 126 aspirantes han sido asesinados desde el inicio del proceso electoral en septiembre pasado y que culmina hoy con la elección de presidente de la República, 500 diputados federales, 128 senadores y 9 gobernadores.
En el caso colombiano las víctimas pertenecían a la Unión Patriótica, partido nacido de un acuerdo entre el Gobierno de Belisario Betancur (1982-1986) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), que fue exterminado por la derecha. En México los más afectados son los candidatos de oposición, según el reporte de Etellekt, de los 126 políticos ultimados, 80 eran opositores en relación a los partidos gobernantes en los lugares donde ocurrieron los hechos.
Desde el sexenio de Felipe Calderón, del Partido Acción Nacional (PAN 2006 -2012) y hasta ahora en el periodo de Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI 2012 - 2018), hay una crisis de seguridad pública que no solo no está resuelta, sino que se agudiza la desaparición forzada, las ejecuciones, el control territorial de la delincuencia organizada y de narcotraficantes que afectan a las familias mexicanas. El caso más emblemático es el de la desaparición y posterior incineración de los 43 estudiantes de Ayotzinapa el 26 de septiembre del 2014.
Además la corrupción: el caso “Casa Blanca”, una vivienda de 7 millones de dolares, de la pareja presidencial, construida por un contratista del Gobierno nacional; el escándalo de Odebrecht, la “estafa maestra”, una denuncia sobre la pérdida de 450 millones de dolares de dinero público, eso sumado a la pobreza y desigualdad le abren la puerta de los Pinos, residencia presidencial, al candidato populista Andrés Manuel López Obrador, quien perdió en los pasados comicios con Calderón y Peña Nieto, pero parece que la tercera es la vencida.
Desde la instalación de las políticas económicas neoliberales, la pobreza afecta por lo menos a la mitad de la población en México y la desigualdad crece a pasos agigantados. AMLO como es identificado el candidato de izquierda del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), promete cerrar esa brecha. En lugar de seguridad, indica que se concentrará en la lucha contra la corrupción y distribución de la riqueza. Propone revisar los programas estatales y contratos privados y aumentar el gasto público sin subir los impuestos.
"El 1 de julio se juega un proyecto de nación, el viraje de una política de apertura económica y de liberalización económica a uno de mirar hacia adentro, proteccionista. Pero también se juega un cambio en los grupos de poder. Desde hace 18 años el Gobierno federal se reparte entre PRI y PAN y ahora puede pasar a un actor que acusa la colusión de esos dos partidos", explica el periodista mexicano Javier Garza.
Es que ambos partidos que han gobernado a México, más el PRI que el PAN, este último entre 2000 y 2012, están desgastados, igual como sucede en Colombia con liberales y conservadores.
"La fuerza de AMLO radica no solo en su larga carrera por la Presidencia, de 12 años, sino también por el deterioro de las condiciones políticas, económicas y de seguridad del país. La corrupción ha sido rampante en este gobierno y ha generado mucho descontento, aumentado por el hecho de que el presidente, Peña Nieto, no la ha atendido, creando la percepción de complicidad", agrega Garza.
Los mexicanos tienen la imagen de que el PAN y el PRI no han generado desarrollo para el país en sus oportunidades de gobernar, consideran que las cosas no pueden empeorar y por eso le darán la oportunidad a AMLO. Una decisión contraria a la que viene tomando el continente americano que se ha resuelto por candidatos de derecha, entre ellos su vecino EE.UU. que eligió a Donald Trump, igual que Colombia que se decidió por Iván Duque, Chile por Sebastián Piñera, Perú por Martín Vizcarra, Argentina por Mauricio Macri, Paraguay por Mario Abdo Benítez, mientras que en la izquierda intentan sostenerse en el poder Daniel Ortega en Nicaragua y Nicolás Maduro en Venezuela.
Por eso, el próximo mandatario de los mexicanos, si se cumplen los pronósticos de las encuestas que lo dan como ganador con 20 puntos de ventaja sobre sus rivales, quedaría aislado.
"Es impredecible. Puede ser que AMLO se identifique más con gobiernos populistas, pero no podrá hacerlo abiertamente para no confirmar los temores de quienes lo comparan con Hugo Chavez. Al mismo tiempo, no podrá ignorar relaciones clave con países como Colombia, Argentina, Brasil o Chile si quiere seguir aspirando a liderazgo en la región. Lo más impredecible será su relación con Trump dada la complejidad de los nexos México-EE.UU. en comercio, frontera, migración, narcotráfico, seguridad. AMLO ofrece ocuparse más de la política interior, pero no podrádesentenderse de las relaciones con otros países", concluye Garza.
Economía abierta
Tras las presidenciales de julio de 1988, muy cuestionadas, en las que Carlos Salinas de Gortari (PRI) venció a Cuauhtémoc Cárdenas(PRD), ya desde la presidencia impuso un modelo de economía abierta.