Las dos caras de Buenos Aires, la "París de Sudamérica"
Publicado: 1 feb 2019 18:18 GMT
La capital argentina es el distrito más rico del país y un centro de referencia política y cultural. Sin embargo, su desigualdad social no tiene nada que envidiarle a otras urbes periféricas.
Un hombre sin hogar duerme en una calle de Buenos Aires, Argentina, 10 de septiembre de 2018
Marcos Brindicci / Reuters
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En la última semana la Dirección General de Estadística y Censos (DGEC) de la Ciudad de Buenos Aires reveló que se duplicó el número de indigentes en apenas tres años.
Con un incremento del 98%, las personas que no tienen ingresos para cubrir ni siquiera la canasta básica de alimentos creció de 100.000 en 2015 a 198.000 en 2018 (tercer trimestre). Esto equivale, por ejemplo, a la población total de la ciudad de Ginebra, en Suiza; Pamplona, en España; o Neuquén, en Argentina.
Este dato podría ser ponderado si hubiera habido un crecimiento poblacional, sin embargo, desde mediados del siglo XX que la capital contiene poco menos de 3 millones de habitantes. De esta forma, la explicación esta dada por decisiones de políticas públicas que han empeorado la situación social.
Mientras que la indigencia alcanza al 6,5% en la actualidad contra el 3,3% de hace tres años, para los índices de pobreza la tendencia es similar. En 2015 la población en esta condición equivalía al 13,6%, el último año trepó al 20,9% (639.000 personas). Es decir, que uno de cada cinco porteños (como se conoce a quienes viven en la ciudad) no alcanzan a satisfacer las necesidades básicas de alimentación, salud, educación y vivienda.
Lo sorprendente es que se trata del distrito más rico de Argentina con un Producto Bruto Interno (PBI) per cápita de alrededor de 17.000 dólares. Este número está muy por encima de la media nacional estimada para 2019 en los 10.000 dólares, de acuerdo a las declaraciones del consultor y analista económico Federico Muñóz a El Economista.
Lo digo de vuelta por si no se entendió: Buenos Aires, una ciudad con el PBI per cápita de Israel o Portugal, TIENE 21 POR CIENTO DE POBRES y DUPLICÓ SU PROPORCIÓN DE INDIGENTES EN LOS ÚLTIMOS CUATRO AÑOS.
A su vez, si se ve en retrospectiva, antes de la devaluación del peso argentino (que alcanzó casi el 100% en 2018), este indicador subía a los 30.000 dólares en la ciudad, es decir, que era equivalente al de países como Portugal.
La que alguna vez fuera considerada como la "París de Sudamérica" por su arquitectura moderna y su amplio desarrollo cultural e intelectual, hoy es una de las ciudades más desiguales y en la que vivir resulta cada vez más difícil.
La ciudad partida en dos
Entre 2007 y 2015 quién gobernó Buenos Aires fue Mauricio Macri, actual presidente del país. De hecho, fue a partir de esa gestión que se catapultó al Ejecutivo nacional. Lo sucedió en el cargo Horacio Rodríguez Larreta, el actual jefe de Gobierno, que pertenece al mismo partido político que su antecesor.
Tras 12 años de administración, el macrismo logró en la ciudad aplicar cabalmente su modelo y sus consecuencias están a la vista.
Si bien se pueden observar tendencias similares en todo el territorio como es la suba del precio de las viviendas y alquileres con su consecuente gentrificación (proceso de expulsión de los habitantes mediante el incremento de los costos de vida); la falta de espacios verdes; o la reducción del acceso a la salud y educación públicas, esto se ve aún más marcado si se considera la división entre el norte y el sur.
Históricamente ignorado, desde que en la segunda mitad del siglo XIX los sectores adinerados se mudaron al norte de la avenida Rivadavia por la epidemia de fiebre amarilla, el Gobierno macrista ha profundizado la desigualdadmarginando al sur. "La mayor concentración de villas [barrios precarios y asentamientos] se da en la zona sur de la ciudad", explicó a este medio la socióloga Camila Lusardi.
La Comuna 8, que incluye los barrios de Villa Lugano, Villa Soldati y Villa Riachuelo, "tiene la población villera más alta de la ciudad", añadió la especialista y señaló que "eso se cruza, por ejemplo, con que el Hospital Piñero –ubicado en la Comuna 7– tiene una de las áreas programáticas más grandes, que abarca a la mayoría de las villas y es el único que cubre una población inmensa de alrededor de 500.000 habitantes".
Para Lusardi, en ese tipo de cosas "se ve claramente la desigualdad entre el sur y el norte y la vulnerabilidad de los derechos de una población que tampoco accede a vacantes en jardines de infantes, escuelas, etc.". Y finalmente apuntó que, a pesar de que la población total se mantiene estable, "existe un aumento de la población de villasque agrava toda la situación general".
Esto es avalado por las estadísticas públicas que, tomando en cuenta los últimos censos nacionales muestran que en 2001 había 107.000 habitantes en barrios precarios, mientras que en 2010 esa cifra se había elevado a 170.000. Por su parte, una investigación de la Universidad Católica Argentina en conjunto con la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de 2017 establecía en alrededor de 250.000 las personas que vivían en este tipo de asentamientos.
En la misma sintonía, una publicación de la DGEC del año 2016 destacaba que "el 88% de la población que vive en villas de emergencia está radicada en la zona sur de la Ciudad".
Indicadores de salud africanos
Para completar el panorama, la médica de la Universidad de Buenos Aires, Romina Solazzi, detalló en conversación telefónica que "uno de los indicadores que muestran con más claridad esta desigualdad entre el norte y el sur es la tasa de tuberculosis,que es una enfermedad infecciosa que se relaciona directamente con situaciones socioeconómicas desfavorables".
La profesional de la salud se desempeña en el Centro de Salud y Acción Comunitaria (Cesac) 24 ubicado en Villa Soldati (Comuna 8), uno de los barrios más pobres. Desde esa experiencia afirma que "en las comunas 7, 8 y 4, donde están las villas 1-11-14, Soldati, Lugano, 21-24 y la 20 las tasas son elevadísimas".
Así lo confirma el Boletín Epidemiológico elaborado por el propio Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, publicado en 2017, que da cuenta que la tasa en la Comuna 8 fue de 100,1 por 100.000 habitantes seguida de la Comuna 7, con una tasa de 93,3, mientras que la tasa promedio fue de 47. Solazzi completa que "las comunas del norte de la ciudad tienen tasas de un dígito, como por ejemplo la 13 que alcanza apenas los 3 casos cada 100.000 habitantes".
A modo comparativo, según datos de la Organización Mundial de la Salud, la tasa de tuberculosis en Burkina Fasodurante 2017 fue de apenas 30 por cada 100.000 habitantes y en Ruanda de 48, es decir, similar al promedio de la ciudad pero muy por debajo de los barrios del sur.
Solazzi detalla que "el factor de vivienda es central" y eso explica que en las comunas "con mayor porcentaje de hacinamiento crítico (la 1, 4 y 8) las tasas sean tan elevadas".
Otro indicador que "muestra la injusticia social que implica el desigual acceso al derecho a la salud" es la tasa de mortalidad infantil, detalló la médica. Efectivamente, según un estudio de la Defensoría del Pueblo, los barrios del sur nuevamente son los más perjudicados. Con una tasa de 8,9 cada 1.000 nacidos vivos la Comuna 8 es la que peores estadísticas muestra. Esto "duplica la tasa del norte de la ciudad", subrayó la entrevistada.
En este contexto, los datos sobre el incremento de la indigencia y la pobreza aparecen como la expresión general de problemáticas muy arraigadas y que están directamente relacionadas con la falta de atención y decisión política de las autoridades de atender las demandas urgentes de los sectores más desfavorecidos.