Desearía tanto que el cielo tuviera teléfono
para poder escuchar tu voz.
Ayer me acordé de ti, no es ninguna
novedad, pienso en ti en silencio.
Lo único que me queda son recuerdos,
tus enseñanzas y tus fotos.
Dios te tiene en sus brazos y yo siempre en
mi corazon.
Daría todo por abrazarte otra vez...
aunque sea por un minuto.