(…) En Grecia y en Roma, se escribían los nombres de los que pretendían emparejarse y acudían al paraje donde, a mediados de febrero, en la noche del 14 al 15, se celebraban las fiestas en honor a Februra Juno, diosa de las cosechas, el hogar y la fertilidad, (…)
El oficiante iba sacando, por turnos, un papel de cada una de las urnas y se establecían parejas cuyo compromiso de relación duraba un año. En el transcurso de ese año se decidía si había afinidad entre ellos como para formar una familia, y mientras tanto se disfrutaba de la compañía, complicidad e incluso del sexo.
Con el catolicismo, fue considerado libertino y se adaptó cambiando algunas cosas. Se sustituyó por la búsqueda de la santidad. Al final, la iglesia católica decidió buscar un santo patrón para esas fechas.
Valentus era un joven romano que se convirtió al cristianismo y se hizo sacerdote en los tiempos de Claudio II.
Dos hechos históricos llevaron a la persecución y posterior martirio de dicho joven el 14 de febrero delaño 207 dC.
En aquella época por el afán de conquista del imperio romano se prohibieron los rituales de casamiento con el objeto de que el amor no fuera un obstáculo para su expansión. Valentus, no sólo renunció a sus dioses romanos y se hizo sacerdote cristiano, sino que además bendecía en clandestinidad la unión de todas las parejas que acudían a él para que les casara. Fue ajusticiado bajo martirio apaleándole hasta morir y después se le decapitó el 14 de febrero tal como se ha dicho.
Hoy en día, en Italia, en Terni, al norte de Roma, se encuentra el sepulcro de San Valentín, dónde se puede leer: SANTO PATRON DEL AMOR
Por lo tanto, podemos sobreponernos a la fría visión de que el Día mundial del Amor no solo es un invento de los vendedores y la publicidad….Es mucho más.
“Almas Gemelas” Nina Llinares. Ed EDAF (2004)