• Sentimos envidia hacia nuestros iguales; no con la
idea de obtener algo sino porque otra gente lo tiene.
• Sentimos envidia, incluso si la fortuna está de
nuestro lado, si pensamos que alguien toma algo que
nos pertenece (celos).
• Envidiamos a nuestros rivales en el deporte o en el
amor, en general, aquellos que hacen las mismas
cosas que nosotros. No envidiamos a los que en
opinión de otros están muy por debajo o por arriba de
nosotros. Ni envidiamos a los que vivieron hace siglos,
a los que están por nacer, a los muertos o a los héroes.
• Los ambiciosos son más envidiosos que los que no
lo son.