Cada día más gente es consciente del efecto que tienen nuestras emociones y sentimientos sobre nuestro cuerpo. Cientos de estudios demuestran que sentimientos o pensamientos negativos actúan de un modo dañino y perjudicial sobre nuestro organismo; debilitando entre otras cosas, el sistema inmunitario y nuestro estado de ánimo y bienestar en general.
Estudios aún más innovadores exponen resultados sorprendentes de cómo el estar expuesto a sentimientos de negatividad como la ira, la envidia, el desprecio, etc… contraen nuestro ADN y no permiten a éste trabaje con todo su potencial. Así como sentimientos de amor, paz, tranquilidad o generosidad entre otros, activan cantidad de puntos del ADN permitiendo una mejor y más fluida comunicación con la información transmitida por el universo mediante la energía.
Las emociones negativas pueden presentarse dentro de nosotros de dos maneras distintas: pueden estar “despiertas” o pueden estar “dormidas” o latentes.
Estas emociones negativas, de baja frecuencia, se podría decir que viven dentro de nuestro cuerpo.
Las que están “despiertas”, en un estado de vigilia, actúan de un modo perceptible para nosotros. Tratan de sobrevivir en nosotros y alimentarse de nuestra energía. Estarán continuamente generando pensamientos negativos, buscando el enfrentamiento con los demás y nos separan de la realidad, para verse así alimentadas.
Las que están “dormidas”, no son tan fácilmente detectables. Nacieron de traumas y problemas del pasado, pero aún no nos hemos liberado de ellas. Vuelven a un estado de vigilia simplemente al escuchar un comentario o volver a la mente un recuerdo, después, vuelven de nuevo a “dormirse”.
El primer paso, y más importante, para librase de ellas, es ser consciente de que existen, detectarlas. Normalmente se manifiestan como dolores en ciertas partes del cuerpo, nerviosismo, miedos o ansiedad. Es ese el momento donde si nos dejamos arrastrar por ellas, éstas se refuerzan a si mismas y cada vez tienen más fuerza.
Te voy a proponer un método para liberar todas esas emociones tóxicas y nocivas. Consiste en asumir la responsabilidad de las emociones, sentirlas, definirlas, expresarlas, compartirlas, liberarlas y por último celebrar y agradecer su eliminación.
Ejercicio
1. Asumir la responsabilidad, sentirlas y definirlas
- Cierra los ojos y concéntrate en la respiración hasta que consigas que tu mente se aquiete.
- Recuerda una experiencia dolorosa para ti, donde sientas ira, envidia, miedo, una discusión con alguien, etc…
- Recuerda las imagenes, las palabras, todo cuanto puedas para revivir ese momento. Y presta atención a las sensaciones de tu cuerpo. Lo más probable es que sientan alguna molestia en su cuerpo, es la conexión mente-cuerpo.
- Centrate en esa molestia, pero no dejes arrastrarte por ella, solamente se consciente de que existe, de que está ahí. Normalmente estas emociones se encuentran en las zonas donde están los chakras.
2. Expresar las emociones
- Escribe en un papel aquella experiencia desde tu punto de vista.
- Vuelve a escribirlas otra vez pero desde el otro punto de vista, el de la otra persona.
- Y por último escríbelas como si hubieran ocurrido a otra persona, como un observador neutro.
3. Compartir
- Comparte tus emociones y sentimientos con las personas que amas. Esto eliminará energía a esas emociones tóxicas.
4. Liberar las emociones
- Libérate de ellas. Lo puedes hacer mediante un “ritual“; quemar los papeles donde escribiste anteriormente esas emociones, romperlos, etc…
5. Celebrar su eliminación
- Agradece y celebra la liberación de esas emociones negativas.
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