Abundan por todos los lares de esta roca lanzada al espacio que es la Tierra, infinidad de personas que utilizando medias verdades y aprovechándose de la buena fé de las personas, basan su vida en muñir la vaca del misterio.
No se les puede pedir rigurosidad en sus “hinbestigaciones” ya que carecen del mínimo intelecto y del sentido común que como especie nos caracteriza.
Lo que si se les puede exigir es que no nos mientan, y también a nosotros como espectadores también se nos tiene que pedir que no dejemos que nos mientan.
Como seres inteligentes tenemos la obligación de utilizar el raciocinio en todo cuanto hacemos. Mantener un espíritu crítico es como seguir caminando en un movimiento uniforme, no podemos parar; por otra parte no debemos dejar de trabajar ese músculo que es el cerebro y una alerta constante es deseable, incluso para nuestra salud.
Nuestros antepasados llamaban “magia” a aquel proceso que no podían explicar con sus reducidos conocimientos, incluso llegaban a explicar todo aquello que les rodeaba plagando la tierra de dioses para todo, y eso ahora puede explicarse a través de la Ciencia, aunque tampoco lo puede todo. No pasemos de una religión animista para explicar nuestra realidad ni caigamos en otorgar ala Cienciatodo el mérito, el mérito lo tienen las personas:la Ciencia siempre ha avanzado por el impulso de los soñadores.
Carl Sagan dixit:
“Una de las lecciones más tristes de la historia es ésta: si se está sometido a un engaño demasiado tiempo, se tiende a rechazar cualquier prueba de que es un engaño. Encontrar la verdad deja de interesarnos. El engaño nos ha engullido.
Simplemente, es demasiado doloroso reconocer, incluso ante nosotros mismos, que hemos caído en el engaño. En cuanto se da poder a un charlatán sobre uno mismo, casi nunca se puede recuperar.”