Somos seres esencialmente sociales,
que vivimos en relaciones del momento de nacimiento
hasta el último aliento.
Sin embargo, no siempre esas relaciones son armoniosas.
Como cada uno es diferente del otro,
hay las expectativas que el otro sea como yo
y no hay la apreciación de lo que el otro puede aportar
para mi crecimiento personal.
Así que, piensa un momento sobre
las relaciones que tienes y que pueden aportar
para tu crecimiento.
Olvida los conflictos y enfócate
en lo que se puede aprender del otro.
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