- Y como es eso?
- Bien, cuando nos casamos mi marido tenía una yegua que apreciaba muchísimo.
Era la criatura que él más quería en la vida.
El día de nuestra boda fuimos de luna de miel en nuestro carro tirado por la yegua.
Andamos algunos metros y la yegua tropezó. Mi marido le dijo con voz firme a la yegua:
- Uno.
Pero unos metros más adelante la yegua tropezó de nuevo. Mi marido miró a la yegua y dijo:
- Dos.
La tercera vez que se tropezó, sacó su pistola y le pegó cinco tiros a la criaturita.
Yo totalmente sorprendida le recriminé:
- Pero que hijodelachingada eres porque la mataste?
Mi marido me miró y dijo:
- Uno.