Sobre las Riberas de la Amanecida vives otra vida, quizás la mia ... Puedo oír una señal, como cuando el agua es bebida con sed, desespero, que se derrama por tu boca.
Ahora si, es el momento de usar herramientas en la honda cerradura metalizada, haciendo juego con la yema de tus dedos sobre la cabeza de un tornillo abriendo en giro el encaje de una bisagra, sigue con calma y en furtiva danza.
Noche quieta que arrulla a los arboles, un mar a lo lejos rumiando con encantos que me embelesa con luces mágicas, bajo mi cara sin imaginar la distancia limpio el aire que se bate entusiasta, para quien anda a tientas vive la condena de la ausencia, y en mis labios un sabor almendras.
Tan presente te tengo que mi cuerpo acaba en tu cuerpo por el que una vez mas me pierdo, fueron tus manos tan ardientes donde unimos nuestro fuego apasionado y yo me deje llevar inconsciente. AUTOR:Yanisbeth