La gigantesca detallista mundial con sede en los Estados Unidos y que es la compañía más grande del mundo, la Wal-Mart ha comenzado a introducir lo que los eruditos de la Iglesia Rusa han expresado desde hace mucho que sería la era de la “Marca de la Bestia” profetizando su llegada cerca del día uno del principio del fin de nuestra era actual.
Según las antiguas profecías la “Marca de la Bestia” es una combinación de letras y símbolos que serán colocados física y permanentemente sobre la frente o la mano derecha de la gente. La mayoría de las personas considerarán un honor recibir la marca pues les abrirá las puertas de la aceptación, la prosperidad y la paz, o eso es lo que se les dirá.
La única referencia profética a la “Marca de la Bestia” se encuentra en el Libro del Apocalipsis de Juan, en el Nuevo Testamento de la Biblia de la fe Cristiana, que en el Capítulo 13, Versículos 16-18 señala que:
“16 Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; 17 y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre. 18 Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis.
El Libro del Apocalipsis de Juan, es el último en la conexión de documentos que constituyen el Nuevo Testamento (la segunda de las dos divisiones mayores de la Biblia Cristiana). También es conocido como Revelación, o el Libro de las Revelaciones. Estos títulos vienen del Griego, “Apocalipsis”, que significa revelación, que es la primera palabra del libro.
La palabra Apocalipsis también se usa para otras obras de naturaleza similar y el estilo de literatura (género) es conocido como literatura apocalíptica. Tal literatura está marcada por características literarias distintivas, particularmente la predicción de eventos futuros y narraciones de experiencias visionarias o viajes a los cielos, a menudo involucrando un simbolismo vívido. El Libro del Apocalipsis es el único documento apocalíptico en el canon del Nuevo Testamento, aunque existen pasajes apocalípticos cortos en varias partes en el Evangelio y las Epístolas.
La Revelación une a los mundos del Cielo, la Tierra y el Infierno en una confrontación final entre las fuerzas del bien y del mal. Sus personajes e imágenes son tanto reales como simbólicos, espirituales y materiales, y con frecuencia es difícil saber cual es cual. La naturaleza críptica de la Revelación se ha asegurado ser siempre fuente de controversia. Sin embargo, no solo ha perdurado sino que ha capturado la imaginación de generaciones de estudiantes de la Biblia, profesionales y laicos por igual.
El autor, de nombre Juan, ha sido identificado tradicionalmente con el Apóstol San Juan, a quien se le atribuye el Evangelio según Juan. La mayoría de los estudiosos creen que la Revelación fue escrita cerca del fin del siglo Primero.
Los líderes de la Iglesia Rusa han identificado desde hace mucho tiempo a los Estados Unidos y a la Unión Europea como los lugares donde se originaría la “Marca de la Bestia” pues esas naciones se han empeñado en casi 4 décadas en la erradicación sistemática de todo el conocimiento Cristiano de sus sociedades adoptando muchos de ellos leyes que proscriben la enseñanza de la religión en sus escuelas y prohibiendo a sus estudiantes portar sus Biblias.
Estos informes señalan que la erradicación de todo el conocimiento religioso antiguo, especialmente las profecías, fue un pre-requisito vital para la llegada de la era de la “Marca de la Bestia” porque no podría lograrse sin la ascendencia de las muchas “maravillas” tecnológicas que nuestro mundo ya tiene, pero que si se conociera su verdadero propósito, causaría una rebelión entre los creyentes Cristianos contra su uso.
La cultura Pop Estadounidense y Europea, muy extendida, continúan mencionando estos reportes, también ha co-optado las antiguas advertencias proféticas de la era de la “Marca de la Bestia” a tal grado que cientos de millones de personas iletradas identifican la palabra Armagedón con la película del desastre de un asteroide que lleva ese título, en lugar del verdadero significado que es la épica batalla del “fin del mundo” que esta era anuncia.
Las acciones específicas que está tomando Wal-Mart y que están causando temor fue su reciente anuncio de que comenzarán a poner lo que se llama Etiquetas de Computadora para la Identificación de Frecuencia (RFID) a ciertos artículos de ropa comenzando el 1º de agosto de 2010, una acción que Katherine Albrecht, directora de un grupo Estadounidense, llamado Consumidores Contra la Invasión a la Privacía y Numeración de parte de los Supermercados, (CASPIAN) dice “es una primera pieza de un muy grande y muy atemorizante sistema de rastreo”.
Para comprender los temores de Albrecht de este “muy grande y muy atemorizante sistema de rastreo” que las acciones de Wal-Mart están introduciendo, uno debe de entender primero lo que son estos chips de computadora de RFID.
La Identificación de Frecuencia de Radio (RFID) es el uso de un objeto (al que se le llama típicamente “etiqueta RFID”) aplicada a o incorporada a un producto, animal o persona con el propósito de su identificación y rastreo usando ondas de radio. Algunas etiquetas se pueden leer a varios metros de distancia y más allá del alcance de la vista del lector.
La Identificación de Radio-Frecuencia comprende interrogadores (conocidos también como lectores) y tags (conocidas también como etiquetas).
La mayoría de las etiquetas de RFID contienen, por lo menos, dos partes. Una es un circuito integrado para almacenar y procesar información, la modulación y de-modulación de una señal de radio-frecuencia (RF) y otras funciones especializadas. La segunda es una antena para recibir y transmitir la señal.
Generalmente existen tres tipos de etiquetas RFID: etiquetas RFID activas, que contienen una batería y pueden transmitir señales de forma autónoma, etiquetas RFID pasivas, que no tienen batería y requieren una fuente externa para provocar la transmisión de señales y las etiquetas RFID pasivas asistidas por baterías, que requieren una fuente externa para despertar pero que cuentan con una capacidad significativamente más alta a largo plazo para proporcionar un alcance mayor.
Es importante señalar sobre las etiquetas RFID lo pequeñas que pueden ser, y aunque Wal-Mart está expresando que son “desmontables”, uno se pregunta como las podrá encontrar un comprador de sus mercancías, especialmente con el conocimiento de que pueden ser tan pequeñas como los chips de tamaño de “un grano de polvo” con un poder suficiente para almacenar números de 38 dígitos usando un ROM (Memoria Sólo para Lectura) de 128-bits.
Lo que es importante comprender sobre las acciones de Wal-Mart es que siendo la Wal-Mart la compradora más grande de mercancías y bienes para consumidor obligará a todos sus proveedores a instalar las etiquetas RFID a todos sus productos, y que significa que estos fabricantes tendrán que incorporar la colocación de estas etiquetas RFID en su proceso de manufactura sin importar quien será el comprador final. (Por ejemplo: Un fabricante importante internacional de jeans no va a tener dos fábricas separadas para confeccionar la ropa, una para Wal-Mart donde se colocarán las etiquetas RFID y la otra para no colocarlas para otros vendedores).
Para comprender el verdadero alcance y poder de estas etiquetas RFID uno debe de comprender que la decisión de Wal-Mart de comenzar a incorporarlas a sus mercancías (¿por coincidencia?) en el 2010, concuerda con el cálculo de que este mismo año, todos los teléfonos celulares que se vendan en los Estados Unidos tendrán tecnología RFID y dará la capacidad a sus productos de ser rastreados desde su punto de venta hacia cualquier lugar que estén dentro del área de comunicación de un teléfono celular, o un dispositivo tipo teléfono celular, incluyendo las computadoras laptop, lectores de libros electrónicos e iPods® solo por mencionar unos cuantos.
La mercancía que venda Wal-Mart o para lo mismo otro detallista, no es a la única que se le implantará los chips RFID, pues en la década pasada el Sistema Nacional de Identificación de Animales de los Estados Unidos (NAIS), el Sistema de Expertos y Control de Comercio de la Unión Europea (TRACES) y el Sistema de Identificación de Ganado de Australia (NLIS) han implementado programas para asegurarse de que todos los animales de granja en sus países estén etiquetados y controlados por computadora.
Todo lo que queda ya, continúan indicando estos reportes, para introducir por completo la “Marca de la Bestia” es su implantación en los seres humanos de las mismas etiquetas RFID que se están colocando a los animales de granja y que les permitirá a los gobiernos rastrear todos los aspectos de la vida de sus ciudadanos y que incluirán:
Que a la persona obesa que trate de comprar alimento de tipo graso, se le niegue con base a la comunicación RFID entre el alimento que esté tratando de comprar y lo que mandan sus récords médicos electrónicos controlados por etiquetas RFID.
Que a la persona que tenga un saldo pendiente en su hipoteca o tarjeta de crédito se le nieguen otras compras en base a la comunicación RFID, entre los bancos y burós de crédito de esa persona.
Que a la persona que trate de comprar armas o municiones se le nieguen en base a la comunicación RFID entre esa persona y sus antecedentes penales.
Aunque estas son unas pocas de las cosas que están previstas por parte de las clases élites para sus ciudadanos etiquetados con RFID, debe mencionarse también que hay aspectos “mucho mayormente buenos” de la era de la “Marca de la Bestia” y que incluirán:
El rastreo inmediato de la etiqueta RFID implantada en los niños que se pierdan o que sean secuestrados.
La disponibilidad inmediata de toda la historia médica de una persona en el caso de una emergencia.
Un virtual fin a casi todos los tipos de robo y otros delitos pues las personas etiquetas con RFID serán rastreables de inmediato por parte de las agencias de justicia.
En cuanto a que tan pronto comenzará la era de la “Marca de la Bestia”, lo podemos vislumbrar, tal vez, a partir de un reciente reporte del Washington Post que muestra que los Estados Unidos se ha convertido virtualmente en un estado policía con casi 1,271 organizaciones de su gobierno y 1,931 compañías privadas, empleando entre ellas, a casi 850,000 personas que están desempeñando actividades de inteligencia diseñadas únicamente para rastrear y controlar casi todo aspecto de las vidas de sus ciudadanos.
El mayor asunto moral que enfrenta la gente relacionada con la ya inminente llegada de la “Marca de la Bestia”, advierten estos reportes (aunque este es un tema que será fuertemente debatido dentro de la Iglesia Rusa) que el solo hecho de aceptar en sus vidas cualquier forma de ello, es aceptarlo totalmente.
Ahora en cuanto a que si sólo por comprar o usar la mercancía que contenga la tecnología de la “Marca de la Bestia”, los condenará, muchos están perplejos debido a los muchos buenos aspectos que le brindan a la humanidad. Muchas de nuestras comunidades religiosas más antiguas del mundo, no obstante, incluyendo al pueblo Amish que vive en los Estados Unidos, creen que el curso más seguro de acción es mantener alejada de sus vidas la tecnología de la “Marca de la Bestia” para no dar la apariencia de una aceptación.
En cuanto a qué acción tomar para un curso seguro, como lo vemos, uno debe decidirlo por sí mismo y debe hacerlo lo antes posible y no dejarlo para después, porque nos guste o no, la era de la “Marca de la Bestia” ya está encima de todos nosotros.