Vamos a ver, Estuardo, lea atentamente:
1- Obviamente usted no se ha enterado de nada de lo que dije en mi estudio biblico. Jesús, en Hechos 1:8, llamó al espíritu santo EL PODER DE LO ALTO, y en Lucas 1:35 el ángel mencionó al espíritu santo, y seguidamente le llamó EL PODER DEL ALTISIMO. Por lo tanto, cuando usted dice que el espíritu santo no es el poder de lo alto, sino una tercera persona divina (un tercer dios), usted entonces no cree en Jesús, ni en lo que dijo el ángel.
2- Miente usted, cuando dice que el pasaje biblico no dice que el espíritu santo sea el poder de Dios. Esos dos pasajes que ya he citado dicen todo lo contario, es decir, dicen que el espíritu santo es el poder de lo Alto, el poder del Altísimo. Los apostoles en Pentecostés fueron llenos del poder de Dios, no de una tercera persona divina.
3- El caso de Ananias y Safira ya lo he comentado en mi estudio biblico, pero como usted o no lo ha leido, o no se ha enterado de nada, lo pego de nuevo:
NO HAS MENTIDO A LOS HOMBRES, SINO A DIOS
Los trinitarios siempre esgrimen el pasaje de Hechos 5:3-4 para hacernos creer que Dios es trino, o que el espíritu santo es Dios, sin embargo, como veremos seguidamente, ese pasaje no enseña esa mentira trinitaria por ninguna parte. El pasaje dice lo siguiente:
"Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios."
Observe bien, Pedro dijo a Ananías que había mentido AL ESPÍRITU SANTO, y seguidamente Pedro dijo que había mentido a DIOS (el Padre), ¿significa eso que el espíritu santo es el Dios Padre?, ¡de ninguna manera! El espíritu santo NO es el Dios Padre, sino el espíritu DEL DIOS PADRE, es decir, el poder que está dentro del Padre, y quien miente al espíritu santo, está mintiendo al propio Dios Padre, porque se trata del espíritu DE DIOS (Ro.8:9). Observe que Pedro no dijo que Ananías había mentido a la "tercera persona de la santísima trinidad" sino que dijo que había mentido al propio DIOS PADRE, porque el espíritu santo es el propio espíritu del Dios Padre, mora dentro de él (Ro.8:9), ¡no se trata de una tercera persona divina!.
El apóstol Pedro estaba investido de ese poder y autoridad de Dios, el espíritu santo. Ananías había mentido al apóstol Pedro, el cual hablaba en el nombre de Dios, pues tenía su espíritu, por lo tanto, Ananías no solo estaba mintiendo a Pedro, sino también al espíritu santo y a Dios. Pablo dijo algo muy semejante en estas palabras: : “Así que, el que desecha esto, no desecha al hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo”. (1 Tes. 4:8). Observe que quien desecha la doctrina de los apóstoles está rechazando la doctrina de Dios, ya que los apóstoles tenían el espíritu santo. Por consiguiente, mentir al espíritu santo es como mentir a Dios, no porque el espíritu santo sea Dios, sino porque es el espíritu ENVIADO DE DIOS. Jamás dijo el apóstol Pedro que Ananías había mentido a la tercera persona divina de una trinidad, esto es tremendamente significativo, pues demuestra que los apóstoles jamás fueron trinitarios ni enseñaron que Dios fuera trino, esa doctrina falsa y perversa del trinitarismo se introdujo en la cristiandad apóstata varios siglos después de la muerte de los apóstoles.
4- Usted dice luego que el espíritu santo es una persona divina porque en la Biblia se le dan cualidades personales, es decir, se le puede contristar, guia, consuela, escudriña, habla, hace recordar todas las cosas. El argumento suyo es falso, y de ninguna manera demuestra que el poder de Dios sea literalmente una persona, porque la Biblia también dice que la SANGRE de Abel CLAMA o HABLA a Dios desde la tierra, y la sangre no es literalmente una persona. La Biblia también dice que la sabiduria clama por las calles, pero la sabiduria no es literalmente una persona. Lo mismo sucede con el poder de Dios, este es PERSONIFICADO en la Biblia, pero sin ser una persona literal. Ya he demostrado que el espíritu santo es el poder del Altisimo, tal como dijeron Jesús y el ángel, lo que ocurre es que usted, como falso maestro que es, no cree ni en las palabras de Jesús, ni en las palabras de ese ángel. Por cierto, si el espíritu santo fuera Dios, o una tercera persona divina, entonces en a Biblia sería ADORADO y GLORIFICADO, sin embargo, en la Biblia jamás se enseña que sea adorado ni glorificado, lo cual demuestra que no es Dios, ni una tercera persona divina.
5- Yo a usted no le he mandado al infierno por ninguna parte, lo único que digo es que usted cree y sigue a un dios falso trino, inventado por la gran ramera, la iglesia católica romana.
6- Usted no tiene ni idea de la verdadera doctrina cristiana, ni de semántica, usted simplemente repite como un papagayo los falsos argumentos trinitarios que los falsos maestros iglesieros le han metido en la cabeza.
7- Le recomiendo que lea despacio y atentamente mi estudio biblico sobre el espíritu santo, para que usted se entere como la cristiandad apóstata le han engañado, y lo que realmente ensañon Jesús y sus apóstoles: http://www.las21tesisdetito.com/espiritusanto.htm
Por cierto, este debate por escrito que estoy teniendo con usted también lo estoy pegando en mi foro de doctrina cristiana:
http://www.gabitogrupos.com/cristianos/template.php?nm=1277833158
Tito Martinez
http://www.las21tesisdetito.com
CUIDADO CON LA BLASFEMIA CONTRA EL ESPÍRITU SANTO, PORQUE SI LA BIBLIA LO ADVIERTE ES PORQUE HABRA QUIENES LO HACEN
La personalidad y divinidad del Espíritu Santo
1 Timoteo 2:5; Judas 25
Introducción.
En nuestro estudio anterior consideramos la divinidad de Cristo que se afirma en el Nuevo Testamento al llamarlo Dios, al indicar que es adorado, y que se le dirigen oraciones y doxologías como a Dios el Padre. Consideremos a continuación la personalidad y divinidad del Espíritu Santo.
1. La personalidad del Espíritu Santo afirmada.
A. De acuerdo a las Escrituras el Espíritu Santo es una persona en la misma forma que el Padre es una persona y el Señor Jesucristo es también una persona.
1. El Espíritu Santo es descrito teniendo los mismos atributos divinos que el Padre y el Hijo tienen.
2. El Espíritu Santo es reverenciado y obedecido no como una fuerza impersonal que emana del Padre o del Hijo, sino en la misma forma en que el Padre y el Hijo son: como personas divinas.
a. "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo" (Mt. 28:19). En este texto se implica que cada una de las tres personas divinas van bajo el término---nombre".
b. “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén” (2 Co. 13:14). Aquí, la asociación del Espíritu con Dios (el Padre), y el Hijo, los cuales comunican bendiciones a la iglesia, indica que es una persona como lo son ellos.
c. Léase 1 Corintios 12:4-6. En este pasaje, si la personalidad de Cristo, y la de Dios el Padre es afirmada por la variedad de servicios y operaciones que producen en los creyentes también la es la de Espíritu Santo quien comunica a la iglesia la variedad de sus dones.
B. Es evidente que el Espíritu Santo no es un simple poder impersonal, ni una simple emanación del Padre.
II. El Espíritu Santo posee las características básicas de personalidad, tales como: inteligencia, afecto y voluntad.
A. Respecto a la inteligencia del Espíritu Santo la Biblia dice:
1. "Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque, ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios" (1 Co. 2:10,11).
2. "Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos" (Ro. 8:26,27).
B. El afecto del Espíritu Santo se menciona en pasajes como:
1. "Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su santo Espíritu..." (Is. 63:10).
2. "Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención" (Efe. 4:30).
C. De la voluntad del Espíritu Santo se habla en textos como: "Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere" (1 Co. 12:11).
D. Por la evidencia que se encuentra en estos textos, por lo tanto, se puede afirmar que el Espíritu Santo se presenta en las Escrituras como un ser divino que en sus tratos con el hombre revela poseer las tres características básicas de una persona, a saber: inteligencia, afecto y voluntad.
III. La personalidad del Espíritu Santo afirmada por sus obras.
A. ¿Qué obras son atribuidas en el Nuevo Testamento al Espíritu Santo?
1. Guía, habla y hace saber: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir” (Jn. 16:13).
2. Enseña y recuerda: "Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho" (Jn. 14:26).
3. Convence: “Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio” (Jn. 16:8).
4. Ordena: "Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro" (Hch. 9:29).
5. Prohíbe: "Y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia pero el Espíritu no se lo permitió" (Hch. 16:7).
B. Una mera influencia o emanación no posee las características mencionadas. Una energía impersonal no guía, hace saber, enseña, recuerda, convence, ordena ni prohíbe: todas estas son cualidades que pertenecen sólo a un ser inteligente, esto es, a una persona.
IV. La personalidad del Espíritu Santo afirmada por medio del pronombre masculino con el cual se refiere a El.
A. La palabra griega para espíritu es pneúma. Esta palabra es neutra y normalmente lleva un pronombre neutro. Pero cuando pneúma es usada en referencia al Espíritu Santo, como en Juan 15:26 y 16:13-15, lleva un pronombre masculino, dando a entender que el Espíritu Santo no es una cosa sino una persona.
B. Veamos estos textos:
1. "Pero cuando venga el Consolador, a quien yo enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el (quien) cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí" (Jn.15:26).
2. "Pero cuando venga el Espíritu de verdad, (él) os guiará a toda la verdad; porque (él) no hablará por su propia cuenta, sino que (él) hablará todo lo que (él) oyere, y (él) os hará saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará; porque (él) tomará de lo mío, y os lo hará saber" (Jn. 16:13-15).
IV. La deidad del Espíritu Santo.
A. Una vez que la personalidad del Espíritu Santo se establece como un hecho bíblico, no hay problema para aceptar su deidad.
B. La deidad del Espíritu Santo se presenta por medio de:
1. Las cualidades divinas que se le atribuyen, tales como:
a. Omnipresencia (Sal. 139:7-10).
b. Omnisciencia (Is. 40:13,14; 1 Co. 2:10,11).
c. Omnipotencia (Ro. 15:19; 1 Co. 12:1).
d. Eternidad (He. 9:14).
2. Las obras divinas que se le atribuyen, tales como:
a. La creación del mundo (Gn. 1:2; Job. 26:13).
b. La regeneración (Jn. 3:5,6; Tit. 3:5).
c. La resurrección de los muertos (Ro. 8:11).
3. Su naturaleza divina, por ejemplo:
a. La seriedad del pecado de Ananías y Safira contra el Espíritu Santo consistió en haber sido un pecado directo contra Dios (Hech. 5:3,4).
b. Los creyentes son templo de Dios porque el Espíritu Santo mora en ellos (1 Co. 3:16)
c. Se dice que las Escrituras fueron inspiradas por Dios (2 Ti. 3:16) porque el Espíritu Santo habló a través de los profetas (2 P. 1:21).
d. Blasfemar contra el Espíritu Santo es una ofensa mucho más grave que pecar contra el Hijo del Hombre; es tan serio que cualquiera que blasfema contra él no tiene perdón ni en este siglo ni el venidero (Mt. 12:31,32).
Conclusión.
La evidencia recogida, por lo tanto, apoya la afirmación de que una distinción trinitaria de personas divinas co-existe en la divinidad en perfecta igualdad y armonía desde la eternidad.
La revelación de este misterio fue hecho posible al hombre, en parte, por la ejecución de un plan eterno de redención en el cual Dios irrumpió en la historia enviando a su Hijo al mundo para ser su Salvador, y el Hijo, después de regresar a su gloria, la cual tuvo con el Padre desde la eternidad, envió al Espíritu Santo para ministrar al mundo la obra redentora de Dios y para comunicar sus dones a la iglesia.