Hermanos amados del foro:
Quiero adherirme a éste epígrafe para felicitar a Yhemael por su convicción en su defensa de la fe cristiana bíblica y por la pasión que está demostrando en defender la doctrina sana.
Pasando a otro asunto, quiero traer a colación una locución latina que pronunció un filosofo griego de la antigüedad, - Séneca El Joven - quien dijo estas palabras que pernearon en la civilización occidental.
En buen castellano, eso quiere decir que ERRAR ES DE HUMANOS, a lo que yo agregaría sin ser un filósofo griego, pero si como filósofo nicaragüense, que, "RECTIFICAR es de SABIOS".
El apóstol Pablo entendió perfectamente que el cristianismo es un sistema de crecimiento espiritual con basamento en la prueba y el error.
Por lo tanto, el grado de santidad y la capacidad de amar de un auténtico cristiano no se puede andar midiendo jamás por allí como idiotas con un aparato que pueda llamarse algo así como un SANTÓMETRO ó con un AMORÓMETRO y así por estilo. Como dije anteriormente el cristianismo auténtico es un sistema de creencias y de crecimiento espiritual basado en la prueba y el error, ya Pablo lo decía cuando se encontraba con sus propias debilidades, leamos éste y digiramos el sentir de Pablo "
" Sabemos, en efecto, que la ley es espiritual. Pero yo soy meramente *humano, y estoy vendido como esclavo al pecado.15No entiendo lo que me pasa, pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco.16 Ahora bien, si hago lo que no quiero, estoy de acuerdo en que la ley es buena;17 pero, en ese caso, ya no soy yo quien lo lleva a cabo sino el pecado que habita en mí.18 Yo sé que en mí, es decir, en mi *naturaleza pecaminosa, nada bueno habita. Aunque deseo hacer lo bueno, no soy capaz de hacerlo.19 De hecho, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero.20 Y si hago lo que no quiero, ya no soy yo quien lo hace sino el pecado que habita en mí.
21 Así que descubro esta ley: que cuando quiero hacer el bien, me acompaña el mal.22 Porque en lo íntimo de mi ser me deleito en la ley de Dios;23pero me doy cuenta de que en los miembros de mi cuerpo hay otra ley, que es la ley del pecado. Esta ley lucha contra la ley de mi mente, y me tiene cautivo.24 ¡Soy un pobre miserable! ¿Quién me librará de este cuerpo mortal?25 ¡Gracias a Dios por medio de Jesucristo nuestro Señor!" (Romanos 7: 14-25 )
¿Leyeron bien?. Dice que todos somos unos miserables, sino fuera por la GRACIA de Dios todos ya hubiésemos sido consumidos por el fuego de Dios, pero hay remedio en la verdad de la sana doctrina que dice que aunque uno sea de la más miserable de las raleas y de las calañas barriobajeras; en Cristo Jesús SOMOS MÁS QUE VENCEDORES y TODO LO PODEMOS EN CRISTO QUE NOS FORTALECE .
En palabras un poco folclóricas quizás, NADIE, absolutamente nadie, puede andar diciendo como loquito por allí que el hermanito "fulanejo" es menos santo que el hermanito "sutanejo", ni tampoco se puede andar diciendo que el hermanito Panfilín no tiene "amor" ni conoce el "amor" porque insultó al hermanito Pascualín" diciendo que él era un "cachinflín" . ¿Verdad que no es así amados?
Nadie puede decir que tal hermano es más santo que otro. Lo QUE SI podemos sospechar por las actuaciones y por la trayectoria en la vida cristiana de cada uno de nosotros, es el grado de MADUREZ ESPIRITUAL que podamos tener cada quién, si es que así se le pudiera decir. Por ejemplo, se pudiera usar algo así como un MADURÓMETRO - aparato espiritual capaz de medir la madurez espiritual de cada creyente.
Un maestro o líder espiritual refiriéndose a sus estudiantes puede decir que Juancho es más maduro espiritualmente que Pancho, pero JAMÁS puede decir que Juanito es más santo que Pedrito y tantas otras cosas terribles como maldecir a otro hermano dejándose llevar por las impetuosidades sanpedranas o arranques iglesieros que se acostumbran dar los pastores iglesiseros en los atrios de las hijas putativas de la gran ramera.
Porque a como dice este pasaje en el Libro de Lamentaciones:
“ Que por las misericordias de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias; nuevas son cada mañana. ¡¡Grande es tu fidelidad!!. (Lamentaciones 3: 22 y 23)
Aquí en este foro todos estamos en el mismo barco, debemos pararnos en la brecha con los güevos bien puestos, cayendo, levantándonos, peleándonos entre nosotros y volviéndonos a levantar, ¿acaso Pablo no reprendía al sulfuroso de Pedro a cada rato?¿acaso no se vivían peleando entre ellos? Jesús, cuando Pedro le preguntó con sentimiento envidioso que lugar ocuparía Juan en el reino de los cielos, el Maestro para callarlo le dio su patada santa diciendo "¿Y a vos que te importa lo que yo haga con él? no ves que si yo quiero Juan estará vivo cuando yo venga". Y el maestro cumplió revelándose en persona al mismo Juan, y fue en esa ocasión que de allí salió escrito el libro profético más grande que la humanidad haya visto, "La Revelación de Jesucristo a su Apóstol Juan"...
Entonces, ¿Qué sentido de estar como niños imberbes echándonos a satanás encima, maldiciéndonos y disparándonos entre nosotros con epígrafes interminables como queriendo demostrar que "fulanejo" es mas chingón que "sutanejo", etc, o que yo soy al más el otro de no sé que babosadas? A eso yo lo llamo enanismo espiritual. Mero infantilismo iglesiero. Estancamiento espiritual.
Aquí todos estamos en el mismo barco y la consigna debe ser ésta:
"Despertar y aprender lo que significa la sana doctrina, conocer para que sirve y cómo es que se come. Aunque tengamos que soportar mil sopapos y patadas, o si no nunca vamos a poder digerir las enseñanzas del carpintero de Nazareth."
El que por la verdadera y sana doctrina no sea sopapeado, maldecido, vituperado, herido, pateado, maltratado aún por los mismos hermanos en la fe, por causa del amor a la Verdad de la sana doctrina, jamás va a crecer espiritualmente. Nadie se come la sana doctrina sin bastimento. Nadie jamás se ha tragado el libro de la Verdad sin que le sepa a hiel. Nunca.
Para finalizar les dejo esta exposición con éstas sentencias bíblicas para que crezcamos y volemos como las águilas y no con la cerviz doblada y la mirada hacia abajo como los puercos, siempre enfocada sobre la miasma.
(1 Pedro 4: 1)= Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado.
(14) Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado.
Gracia y paz
Lolo Morales
El Mariscal
