“a la iglesia de Dios que está en Corinto (Éste hermoso Foro), a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.” (1 Corintios 1:2-3) Éstos son los humildes deseos de este siervo menor en el Señor, quien también se congrega invocando el nombre de nuestro Señor Jesucristo, el que también tiene el mandamiento de amar al prójimo como a mí mismo. Que Dios me lo conceda de todo corazón.

EL MANDAMIENTO DEL SÁBADO.

“Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; más el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó.” (Éxodo 20:8-11).

“Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.” (Génesis 2:1-3).

Hay que detenerse y escudriñar las Escrituras en cada ocasión en que se nos presenta un tema, como los hermanos de Berea, (Hechos 17:10-11) No como los de Tesalónica, dispuestos a acusar y apedrear antes de verificar.

El Cuarto Mandamiento de la Ley de Dios ordena ACORDARSE DEL DÍA DEL REPOSO PARA SANTIFICARLO. No dice ‘Se establece el Día del Reposo para ser Santificado’ sino que se hace una referencia a un hecho anterior, acerca del cual aclara el versículo 11 de Éxodo 20, y que es relativo a la Creación de la Humanidad, cuando Dios bendijo y santificó el día del reposo semanal, el sábado, y séptimo día, como testifica Génesis 2:1-3.

Es cierto, no se tiene testimonio escrito en la Biblia sobre alguno de los otros mandamientos, porque cuando Moisés mató al egipcio temió por la Ley de los hombres, pero el Cuarto Mandamiento tiene una referencia en Génesis 2:1-3, lo que lo hace especial, como siempre lo ha sido.

ENTRE LOS SIETE DÍAS DE LA SEMANA HAY UNO QUE DIOS BENDIJO Y SANTIFICÓ PARA TODA LA HUMANIDAD.

En Éxodo 20:8-11, se especifica la prohibición de TRABAJAR el sábado. El Carpintero no hará trabajo de Carpintería el sábado, el Cantero no hará trabajo de Cantería el sábado, el pescador no hará trabajo de Pescadería en sábado; el Hacendado no atenderá las labores del campo en sábado, incluyendo quienes moran con él y bajo su mandato y autoridad.

¿Quebrantó Jesús el Mandamiento del Sábado?

“Y respondiendo Jesús, habló á los doctores de la ley y á los Fariseos, diciendo: ¿Es lícito sanar en sábado? Y ellos callaron. Entonces él tomándole, le sanó, y despidióle.” (Lucas 14:3-4) Y nosotros preguntamos ¿Quién es que sana, De quién es el poder de sanar, A caso no es de Dios? Los Milagros son obra de Dios, cuidémonos de quitar el crédito al Señor.

Si oponemos esta porción de La Escritura Sagrada a esta otra: “El hombre se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que le había sanado. Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el día de reposo. Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. Por esto los judíos aún más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios.” (Juan 5:15-18).

Los eruditos, doctores de la ley y a los fariseos preguntó: ¿Es lícito sanar en sábado? Es decir, ¿es sin culpa el que sana en sábado? ESTA ES LA PREGUNTA QUE LE HEMOS HECHO. Ahora bien, estos doctores de la Ley y estos Fariseos, buscaban matarle, acusándole de quebrantar el día del reposo, sabiendo ellos que ES LÍCITO SANAR EN SÁBADO.

LA LEY DE MOISÉS, LA LEY DE DIOS Y LOS DIEZ MANDAMIENTOS.

El Pentateuco se conoce – los primeros cinco libros de la Biblia, escritos por Moisés –  como La Ley de Moisés. Cuando se dice: ‘La Ley y los Profetas’ (Mateo 7:12; 22:40; Lucas 16:16 y Juan 1:45) se hace referencia a la Escritura desde Moisés hasta Juan, aunque Juan no escribió, y está incluido en los Evangelios.

Luego ‘La Ley de Moisés’ se refiere al Pentateuco. Pero los desterrados que regresaron a Jerusalén, llamaban al conjunto de Ley y los Profetas hasta entonces, ‘La Ley de Dios’ una vez que la hallaron.

El lugar de ‘El Testimonio’ dentro del Arca del Testimonio.

EL ARCA DE ‘EL TESTIMONIO’ fue una urna que el Señor ordenó a Moisés construir, con el propósito de poner dentro de ella ‘EL TESTIMONIO’ (Éxodo 25:16,21;  40:20) Y ESTAS SON LAS DOS TABLAS DE PIEDRA DONDE DIOS ESCRIBIÓ CON SU PROPIO DEDO LOS DIEZ (10) MANDAMIENTOS sitos en Éxodo 20:1-17. En otras palabras, ‘EL TESTIMONIO’ no es cualquier testimonio, es el Testimonio de Dios.

“Y pondrás en el arca el testimonio que yo te daré. (…) Y pondrás la cubierta encima del arca, y en el arca pondrás el testimonio que yo te daré.” (Éxodo 25:16,21)

El Lugar de ‘El libro de la Ley’.

“Tomad este libro de la ley, y ponedlo al lado del arca del pacto de Jehová vuestro Dios, y esté allí por testigo contra ti.” (Deuteronomio 31:26)

Recordemos que éstos eran entonces toda ‘La Palabra de Dios’, todas ‘Las Sagradas Escrituras’.

Quizás esto nos ayude a discernir o diferenciar entre ‘El TESTIMONIO’ y ‘El Libro de la Ley’ Y qué significa “GUARDAR LOS MANDAMIENTOS” (Apocalipsis 12:17 Y 14:12) “y los mandamientos sabes: No matarás: No adulterarás: No hurtarás: No dirás falso testimonio: Honra a tu padre y a tu madre.” (Lucas 18:20) Porque hay quienes esperaban que Jesús recitara Éxodo 20:1-17 al Joven Rico, en lugar de resumir algunos de ellos. De manera que, por este listado, bendicen los mandamientos que hay que guardar, mientras que dicen que los no mencionados no hay que guardar.

“La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino el guardar los mandamientos de Dios.” (1 Corintios 7:19) “Para nada cuenta estar o no estar circuncidado; lo que importa es cumplir los mandatos de Dios.”

La Ley de Moisés, organiza una Nación: Incluye Leyes agrarias, de sanidad, de justicia, de administración, etc., En la Administración de la Justicia sobresalen algunos Mandamientos de la Ley de Moisés, que son los que ORDENAN APEDREAR A QUIENES INFRINGEN LA LEY MORAL O EL TESTIMONIO. Al Blasfemo (Levítico 24:14) Al que toma el nombre del Señor en vano (Levítico 24:16) A los Fornicarios (Levítico 22:24) . Así también esta lista puede ser llevada a diez (10) por los que quieran buscar con diligencia en la Palabra de Dios.

Jesús y la Administración de la Justicia en Israel.

“Jueces y oficiales pondrás en todas tus ciudades que Jehová tu Dios te dará en tus tribus, los cuales juzgarán al pueblo con justo juicio.” (Deuteronomio 16:18-17:13) Especialmente en Deuteronomio 17:5 se establece que el Juez determinará por Juicio y dará la orden de apedrear. Esto significa: ‘Y cualquiera que matare será culpable de juicio’

El Señor introduce en Mateo 5:17-20 el cómo engrandecer la Ley de los Mandamientos Y MINIMIZAR LA LEY DE MOISÉS. Y lo hace indicando que los diez (10) mandamientos obran como si fueran uno solo. Porque el que juzga es Dios, quien conoce las intenciones de los hombres.  ¿EN QUÉ TRIBUNAL SERÁ CULPABLE QUIEN SE ENOJE CONTRA SU HERMANO? ¿EN QUÉ TRIBUNAL SERÁ CULPABLIE QUIEN CODICIA LA MUJER DE SU PRÓJIMO?

¿Ojo por Ojo? No es uno de los diez mandamientos, ni apedrear.

TODO LO QUE LA LEY DICE DE ÉL, pero eso de ninguna manera significa que Cristo cumpliera la ley del sábado, al contrario, él la quebrantaba, como Señor del sábado que es. Lee:

Mi querido hermano Tito Martínez.

Mateo 4:1-11; Marcos 1:12-13 y Lucas 4:1-13, oponen al Señor Jesús y a Satanás tentándole, cuando fue llevado por el Espíritu al Desierto para ser tentado por 40 días.

Por el pecado del Edén, la humanidad, todos los hombres, quedamos en condición caída, la cual se manifiesta en la forma del PECADO, en el envejecimiento, en la enfermedad, y en la muerte. “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.” (Romanos 5:1). Esto es si nos preguntamos por qué todos pecamos (Romanos 3:23).

Entre Adán y Moisés, había pecado en el mundo, los cuales no pecaron como Adán, porque a Adán se le dio un mandamiento, el de no comer del Árbol prohibido, pero a los antiguos no se les dio, sino que hasta Moisés, y sólo a los Israelitas, de manera que los Gentiles quedaron sin la Ley.

“Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase;(…)” (Romanos 5:20) “Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado.” (Romanos 5:13) . ¿CUÁL ES LA LEY QUE INCULPA AL HOMBRE DE PECADO? Es aquella misma Ley que describe el pecado prohibiéndolo... No matarás, no Hurtarás… Porque Todos estamos bajo pecado (Romanos 3:9 y 23)

Leamos Romanos 6:1-14 reconociendo QUE EL PECADO NO SE ENSEÑOREARÁ DE NOSOTROS, PORQUE NO ESTAMOS BAJO LA LEY (DE MOISÉS), SINO BAJO LA GRACIA.

LOS MANDAMIENTOS MÁS GRANDES DE LA LEY DE MOISÉS Y LOS MANDAMIENTOS DE DIOS.

Es en la Ley de Moisés (Deuteronomio 6:1-9) encontramos el Gran Mandamiento del Amor… y el Segundo Mandamiento más grande… No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová. (Levítico 19:18) De manera que la Palabra no es tan simple, como creemos.

Si yo digo que amo a Dios, y tengo otros dioses delante de mí, si hago esculturas para adorar, o tomo su nombre en vano, o no Santifico el Sábado. De labios le honro, más mi corazón no está con Él.

Si yo digo que amo a mi prójimo, pero deshonro a mis padres, mato, hurto, miento, fornico y adultero, y/o soy codicioso. De labios le honro, más mi corazón está lejos de Él.

¿Puedo afirmar que Amo a Dios con todas mis fuerzas, etc., cuando soy idólatra?

La Misericordia de Dios, Infinita e Inmerecida, es la que ha evitado que todos seamos consumidos; porque Ésta es la Gracia. Ser Aceptos sin merecerlo.

LA CULTURA DE UNA RELIGIÓN (TRADICIÓN) Y NOSOTROS.

La Cultura en que nos hemos desenvuelto desde que nacemos está formada en realidad por un gran mar de ideas, de las cuales bebemos desde antes de lograr nuestra primera formación elemental, diciendo nuestras primeras palabras, y a partir de las cuales pensamos y luego hablamos. De ahí que el Señor nos haga PESCADORES DE HOMBRES en el mar cultural del mundo.

No obstante hoy se tienen más de 4000 culturas religiosas, congregaciones, o ‘iglesias’ todas las cuales afirman tener la verdad, aferrándose a su propia cultura por entender que ésta es su tabla de salvación.

Consideremos un momento, que cuando Pablo y Silas salieron a su primer viaje misionero entre los gentiles, reinaba en Roma una religión entre otras tantas, la religión del Deus Sol Invictus; regido por el Dios Mitras, nacido el 25 de diciembre, por lo que se le hacían grandes celebraciones desde la semana anterior, esto es, el SOLSTICIO DE INVIERNO. MITRAS ES EL SEÑOR DEL DÍA DEL SOL, O DOMINGO, O PRIMER DÍA DE LA SEMANA. Luego, ‘EL DÍA DEL SEÑOR – MITRAS – ES EL DOMINGO”

El Cristianismo y el Mitraísmo, entre otras religiones paganas, se enfrentaron desde que la predicación del Cristianismo llegó al Imperio Romano y sus dominios. Es bueno recordar que los seguidores de Diana quisieron matar a los apóstoles.

El Cristianismo por su parte, es el Hijo de la Mujer (Sión-Israel) encinta en Apocalipsis 12. Como todos reconocen hoy, que el Cristianismo es Hijo del Judaísmo.

No existe una sola parte de la Escritura que señale que se cambió el mandamiento del Sábado por el Domingo, y hay quienes ofrecen US$10,000 a quienes logren probar esto de manera teológica, y no hay erudito que haya optado por el premio. ¿Desearía Usted ganárselo? Pues puede buscar esto en Internet.

El asunto es que mientras vivieron los Apóstoles no hubo problemas, pero luego, los papas en los siglos III y IV, primero asumieron el 25 de diciembre como el natalicio de Jesús, y luego cambiaron la celebración del sábado al domingo, según la historia; una historia que le ha de parecer poco interesante al que no quiere ver.

El asunto es que hemos venido a la vida en el siglo XIX, y en nuestra cultura, se nos enseñó que el domingo es el día del Señor, y nuestras principales ceremonias religiosas se celebran en domingo, y sabemos que tenemos en esto Siglos y Siglos.

Entonces unos extraños, unos ‘otros’, nos dicen que nosotros estamos errados en esa COSTUMBRE ANCESTRAL DE NUESTROS PADRES. Desde que conocemos esto vamos usando versículos, entre los que citamos los siguientes:

Isaías 1:10-15, Oseas 2:11; Hechos 20:5-12, Romanos 14:5,6; 1 Corintios 16:2; Colosenses 2:14-17; Efesios 2:14-16; Gálatas 4:8-11; Apocalipsis 1:10.

Lo que se decía de todas estas citas, ha tenido que ser reconocido por quienes guardan el domingo como que no aportan las pruebas buscadas… pero ¿sabe qué? Seguimos conociendo más y más nuevos argumentos. Como que Cristo pecó (quebrantó) el mandamiento del sábado.

Hay derecho al pataleo, pero éste termina algún día, pero hay que seguir la Verdad, y dar la vida por la Verdad, que es la Vida Eterna.

PREGUNTAS:

Tenemos diez Mandamientos en el TESTIMONIO, en las dos tablas de piedra. La primera pregunta que le hemos hecho es, si al Venir del Mundo a la Iglesia Cristiana se exige un cambio o Nuevo Nacimiento, o si por el contrario, debemos seguir siendo lo que éramos en el mundo. En Éxodo 20:1-17 tenemos Diez Mandamientos escritos por el dedo de Dios. Contéstenos, por favor, respecto a Cada uno de estos Diez Mandamientos, UNO POR UNO, Si debemos guardarlos en nuestro corazón y así Amar a Dios sobre todas las cosas (1-4) y al Prójimo como a uno mismo (5-10). Y si Usted enseña a su feligresía que se deben guardar, o apartarse de hacer esas cosas; o si por el contrario no trata de esas cosas en sus sermones, ni su iglesia impone disciplina a las personas que hacen las cosas prohibidas por ellos.

¿Por qué causas disciplina su congregación?

RESPUESTAS:

Cristo JAMÁS PECÓ AUNQUE QUEBRANTARA LA LEY DEL SÁBADO, 

El Pecado es la Transgresión a la Ley Moral de Dios de los 10 mandamientos. Comenzamos con la Lista. Matar, Hurtar, Mentir, Fornicar o Adulterar, Codiciar, Deshonrar Padre y Madre. ¿Son  o no son estos pecados?; La Idolatría, el Hacer Imágenes para Adorar, el Usar el Nombre de Dios en vano. ¿No son estos pecados?

Todos ellos son parte del TESTIMONIO DE DIOS, los 10 mandamientos; pero Se elige sacar uno del grupo, cito en Éxodo 20:8-11 y Génesis 2:1-3, y se dice que ‘ESTE SE QUEBRANTA, PERO NO ES PECADO’ ¿Por qué la excepción?

“Y he aquí había allí uno que tenía seca una mano; y preguntaron a Jesús, para poder acusarle: ¿Es lícito sanar en el día de reposo?” (Mateo 12:10) “Y he aquí estaba delante de él un hombre hidrópico. Entonces Jesús habló a los intérpretes de la ley y a los fariseos, diciendo: ¿Es lícito sanar en el día de reposo? Más ellos callaron. Y él, tomándole, le sanó, y le despidió.” (Lucas 14:2-4)  “Otra vez entró Jesús en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano. Y le acechaban para ver si en el día de reposo le sanaría, a fin de poder acusarle. Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio. Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposo hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban. Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana. Y salidos los fariseos, tomaron consejo con los herodianos contra él para destruirle.” (Marcos 3:1-6)

Para los Fariseos, Herodianos, Escribas y Doctores de la Ley, Jesús no era de ellos, era un extraño. ¿Qué responde Usted a la pregunta de Jesús? Nuestra respuesta es, que SIEMPRE HA SIDO LÍCITO HACER EL BIEN EL DÍA DEL REPOSO DE DIOS, Y CON ELLO NO SE QUEBRANTA EL MANDAMIENTO.

NO HAY TINTES MEDIOS, NI MEDIAS PALABRAS. QUEBRANTAR EL MANDAMIENTO ES PECADO, NO HAY OTRO NOMBRE.

Agradeciendo a Nuestro Padre Dios, quien tomó el trago que no le dio a Abraham, dando a su Hijo Unigénito y Amado para Sacrificio Expiatorio por la humanidad, y a Nuestro Señor y Salvador Jesucristo, que sería el sustituto de Isaac, en el martirio y sufrimientos de una cruenta muerte de Cruz.

Jesús de Nazaret fue crucificado por Blasfemo, pues siendo hombre se hacía igual a Dios, y porque quebrantaba el sábado, no guardaba el día de reposo. La pregunta que se hacían era ¿Cómo puede un hombre pecador hacer estas señales? (Juan 9:16) Por amor, el caso de Juan 5:18.

En esta ocasión insertaremos para ustedes dos porciones de un ensayo titulado “¿Sábado o Domingo? (Un Conflicto de Siglos) de Félix Soñé del Monte.

Primera Porción: Opiniones de cristianos conocidos sobre el cambio del Sábado al Domingo.

El Doctor Lutero nos dice: “Santificó el séptimo día para Sí mismo. Esto tenía el propósito especial de hacernos entender que el séptimo día en particular debería ser dedicado al culto divino. (…)  Aunque el hombre perdió su conocimiento de Dios, el Señor quería que su mandamiento acerca de la santificación del sábado siguiera en vigor" (41). “Dado que las Escrituras mencionan el sábado mucho antes de que Adán cayese en pecado; ¿no habrá que deducir que ya se le había indicado que debía trabajar seis días y descansar el séptimo? Así es, sin duda alguna” (42). “El domingo no se celebra en la cristiandad por orden de Dios (…) Es una necesidad ordenada por la Iglesia para el bien de los laicos y de las clases trabajadoras” (43) “Ellos (los católicos) alegan que el sábado ha sido cambiado por el domingo, aparentemente en contra del Decálogo. No hay un ejemplo al que se refieran más a menudo que al cambio del día del reposo. Y dicen, ¡grande es el poder de la Iglesia, puesto que ha anulado uno de los Diez mandamientos!” (44) Juan Calvino nos declara: “Así pues, en primer lugar Dios descansó; luego bendijo este descanso, para que siempre fuese agrado entre los hombres; por lo tanto dedicó al descanso cada séptimo día, para que su propio ejemplo fuese una ley perpetua (…) Puesto que fue ordenado al hombre desde el principio para que se dedicare al culto divino, es normal que deba perdurar hasta el fin del mundo”. (45) “Ciertamente Dios se reservó para Sí mismo el séptimo día y lo santificó cuando terminó la creación del mundo, para que mantuviese a sus siervos unidos y libres de todo cuidado para la contemplación de la belleza, excelencia y perfección de sus obras. (…) la santificación del sábado fue anterior a la Ley”. El reformador declara que el Legislador Divino reiteró el mandamiento en la Época Mosáica porque en el transcurso del tiempo “se había descuidado casi totalmente entre la raza de Abraham” (46) “(…) los primeros cristianos sustituyeron el sábado por el que hoy llamamos día del Señor”. (47).

Felipe Melanchton, 1496-1560, gran amigo y colaborador de Lutero, comenta lo siguiente: “Desde los tiempos de Adán los primeros padres guardaron (el sábado) como un día en el que dejaban  un lado el trabajo de sus amos y se reunían con otros para la predicación, la oración de agradecimiento y los sacrificios, tal como Dios había ordenado” (48)  William Tyndale, gran reformador inglés y primer traductor de la Biblia al inglés moderno dice: “En cuanto al sábado, seamos señores del sábado, y cambiémoslo incluso por el lunes o por cualquier otro día de la semana, según nos convenga. (…) No hubo otra razón para pasar el sábado al domingo que la de distinguirnos de los judíos” (49). George Elliot, gran teólogo protestante observador del domingo, afirma lo siguiente: “El Nuevo Testamento no dice absolutamente nada en cuanto a un mandamiento explícito en favor del día de reposo (domingo), o reglas definidas relativas a su observancia” (50). Willaim Domville, el mayor investigador que contribuyó a la literatura sobre el tema del sábado en el siglo XIX dice: “No hay ni una sola mención en las Escrituras de la observancia del domingo por los apóstoles (…) por lo cual no hay ninguna base para pretender que haya existido alguna vez un precepto de Cristo, o de los apóstoles en este sentido. (…) la observancia del domingo (…) no es una institución de origen divino”. (51) (((13)))

Dwight L. Moody del instituto Bíblico Moody razona de la siguiente manera: “El día de reposo era vinculante en Edén y ha seguido vigente desde entonces. El cuarto mandamiento empieza con la palabra ‘acuérdate’, mostrando que el sábado ya existía cuando Dios escribió la Ley en las tablas de piedra con su propio dedo. ¿Cómo puede el hombre decir que este mandamiento fue abolido cuando admiten que los otros nueve siguen en vigencia?” (52)

¿Qué nos declaran eruditos y comentaristas de la Iglesia Anglicana?: “¿Y dónde se nos dice en las Escrituras en absoluto que debemos guardar el primer día? Se nos ordena guardar el séptimo; pero en ninguna parte se nos ordena guardar el primer día (…) La razón por la cual nosotros santificamos el primer día de la semana en lugar del séptimo es la misma razón por la cual observamos muchas otras cosas, no por prescripción de la Biblia, sino de la Iglesia”. (Isaac Williams) (53) Los eruditos de la Iglesia Episcopal dicen: “El día del Señor era meramente una institución eclesiástica. No fue introducida en virtud del cuarto mandamiento. (…)” (Obispo Jeremías Taylor) (54) “El domingo (el Dies Solis del calendario romano: ‘día del sol’ porque estaba dedicado al sol), el primer día de la semana fue adoptado por los cristianos primitivos como día de culto. El ‘sol’ de la adoración latina fue interpretado por ellos como el ‘Sol de Justicia’, (…) El Nuevo Testamento no contiene indicación alguna acerca de su observancia, y ni siquiera su observancia es recomendada”. (Schaff Herzog) (55).

Los de la Iglesia Metodista se pronuncian en los siguientes términos: “No hay ninguna indicación según la cual el sábado haya sido abolido, o que su obligación moral hay sido suplantada por el establecimiento del cristianismo. He demostrado en otra parte que ‘Acúrdate del sábado para santificarlo’ – es un mandamiento de obligación perpetua (…)” (Adam Clarke) (56) “Es verdad que no hay un mandato positivo para el bautismo infantil;  ni tampoco hay alguno para guardar santo el primer día de la semana. Muchos creen que Cristo cambió el sábado. Pero, de sus propias palabras, vemos que no vino con ese propósito. Aquellos que creen que Jesús cambió el sábado lo basan solamente en una suposición.” (Revdo. Amos Bimney) (57)  “El sábado instituido en el principio y confirmados vez tras vez por Moisés y los profetas nunca ha sido abrogado. Puesto que forma parte de la Ley Moral, no se le ha quitado ni una partícula ni una tilde de su santidad”. (Carta Pastoral de los obispos metodistas episcopales, año de 1874) (58).

Iglesia Congregacionalista: “Está muy claro que por muy rígido o consagrado que pasemos el domingo, no estamos guardando el sábado. (…) El sábado fue fundado sobre un mandamiento específico y divino. No podemos encontrar un mandamiento específico del domingo (…) No hay una sola línea en el Nuevo Testamento que sugiere que incurrimos alguna pena por violar la supuesta santidad del domingo.” (R. R. W. Dale) (59).

La Iglesia Bautista en palabras de sus destacados eruditos, nos presenta las siguientes conclusiones: “El (((14))) nombre sagrado del séptimo día es sábado. Este es un hecho tan claro que no necesita discutirse. Esta verdad se declara en pocas palabras: ‘Más el día séptimo es sábado consagrado al Señor tu Dios’ (VA). Esta declaración se repite en Exodo 16:26; 23:12; 31:15; 35:2; Levítico 23:3 y Deuteronomio 5:14. La enseñanza clara de la Palabra sobre este punto ha sido admitida en todos los siglos. Exceptuando ciertos sábados o días de descanso especiales indicados en la ley levítica, y éstos regidos invariablemente por el mes en lugar de la semana, la Biblia nunca aplica, ni una sola vez, la palabra sábado a ningún otro día”;  “El día del Señor no se santifica por ningún mandato específico o por alguna inferencia inevitable. En todo el Nuevo Testamento no hay ninguna insinuación o sugerencia de una obligación legal que comprometa a hombre alguno, sea santo o pecador, a observar el domingo” (Joseph Judson Taylor) (69)

“Había y hay un mandamiento acerca de guardar el sábado, pero ese día no era el domingo. Sin embargo, se puede decir, y con muestra de triunfo, que el sábado fue transferido del séptimo día al primer día, con todos sus deberes, privilegios y sanciones. Con un ardiente deseo sobre este tópico, que he estudiado durante muchos años, yo pregunto, ¿dónde puede encontrarse el archivo de esa transacción? No en el Nuevo Testamento – ahí no hay nada. No hay evidencia Bíblica del cambio de la institución del séptimo día al primer día”; “Se me hace inexplicable que Jesús, durante tres años de discusiones con sus discípulos, en muchas oportunidades conversando con ellos sobre el sábado, cubriendo sus varios aspectos, librándolo de todo su brillo falso (tradiciones judías) nunca aludió a la transferencia de ese día; ni tampoco, durante los cuarenta días después de su resurrección, lo insinuó. Ni, hasta donde sabemos, el Espíritu, que les fue dado para recordar todas las cosas que Él les había dicho, trató esta pregunta. Ni los apóstoles inspirados, en su trabajo de la predicación del evangelio y la fundación de iglesias aconsejando e instruyendo, discutieron este tema”; “Claro, yo sé muy bien que el domingo vino a entrar en la historia de los primeros cristianos como un día religioso, como aprendimos de nuestros padres cristianos y otras fuentes. Pero qué lástima que haya venido con una marca del paganismo y bautizado con el nombre de ‘el dios sol’, entonces adoptado y santificado por la apostasía papal y legado como una legacía sagrada al protestantismo” (Dr. E. T. Hiscox, autor del “Baptist Manual”. Fragmentos de la elocución en la Convención Ministerial Bautista del 13 de noviembre de 1893) (61)

Final de la Cita.

Segunda Porción:  Los Historiadores hablan del Cambio del Sábado al Domingo.

¿Qué nos escribe el historiador clerical Sócrates el Escolástico (s.v) al respecto?; “Casi todas las Iglesias de todo el mundo celebran los sagrados misterios en el sábado de cada semana, y sin embargo los cristianos de Alejandría y de Roma, por alguna antigua tradición han cesado de hacer esto. Los egipcios de la vecina Alejandría y los habitantes de Tebas tienen sus reuniones religiosas el sábado” (64). Otro especialista de lineamientos católicos dice: “Es conocida la capital importancia litúrgica que el día del sábado tenía para los hebreos. Una institución tan antigua y tan respetada en los tiempos de nuestro Señor, no solo dentro de los confines de Palestina, sino también en muchas ciudades de Asia y de Egipto (…), no podía dejar de ser una marca duradera en las numerosas e importantes comunidades cristianas que se habían derivado en gran parte de ellas” (65) Juan Augusto Guillermo Neander, preclaro, profundo historiador y teólogo protestante alemán (1789-1850), el cual dedicó todos sus esfuerzos y conocimientos al análisis psicológico del sentimiento religioso, estudiándolo en su origen en las fases que atravesó y en sus formas múltiples, nos apuntala lo siguiente: “La oposición al judaísmo introdujo muy temprano la festividad particular del domingo; en lugar de la del sábado (…) La festividad del domingo, como otras festividades, era siempre solamente una ordenanza humana, y estaba lejos de la intención de los apóstoles establecer un mandamiento divino al espeto, y lejos de ellos y de la iglesia apostólica transferir las leyes del sábado al domingo. Quizás, al final del segundo siglo había comenzado a producirse una aplicación falsa de esta clase, pues entonces parecía que los hombres consideraban un pecado trabajar en domingo.” (66).

Otro importante historiador describe a grandes rasgos uno de los procesos de ese cambio; “Los cristianos primitivos” – afirma el Señor Webster - , “al principio habían adoptado la semana judía de siete días con sus días numerado; pero hacia el final del siglo III, esta comenzó a dar lugar a la semana planetaria y en los siglos IV y V las designaciones paganas de los días llegaron a ser aceptadas en general por el cristianismo de occidente. El uso de los nombres de los planetas por los cristianos es un testimonio de la creciente influencia de las especulaciones astrológicas introducidas por los conversos del paganismo. (…) Durante estos mismos siglos la extensión de los cultos orientales al sol, especialmente el de Mitra (culto al sol de los persas), en el mundo romano, ya había conducido a la sustitución por parte de los paganos del diez saturni (sábado) por el diez solis (domingo), como el primer día de la semana planetaria (…). Así fue como una institución pagana fue injertada en el cristianismo” (67).

¿Cuál fue el papel asumido por el Imperio Romano y sus altos representantes con relación al cambio? Para responder a tan fundamental interrogante, iniciemos con el sabio y uno de los más connotados expertos en historia de las religiones del siglo XX; el rumano Mircea Eliade: “Muchos emperadores apoyaron almitraísmo, especialmente por motivos políticos.” (68), afirma el precitado erudito. Refiriéndose al Emperador romano Constantino Jo. Eliade precisa lo siguiente: “Antes de convertirse, Constantino (306-337) era adepto del culto solar y veía en el Sol Invictus el fundamento de su Imperio. El sol aparece abundantemente representado sobre los monumentos figurativos, las monedas y las inscripciones. Pero a diferencia de Aureliano, para quien el Sol Invictus era la divinidad suprema. Constantino consideraba al sol como el más perfecto símbolo de Dios. La (((16))) subordinación del sol al Dios supremo fue probablemente la primera consecuencia de su conversión al cristianismo, pero la idea había sido ya expuesta por el neoplatónico Porfirio” (69). Los historiadores católicos dicen: “Constantino era adepto al culto solar como forma más elevada del monoteísmo, el cristianismo le parecía como una de las formas de la religión solar de que era adepto, y lo integró en sus concepciones religiosas. “ (70)

El católico Norbert Brox, especialista en historia de la Iglesia Universal de Ratisbona agrega: “Constantino no experimentó ninguna conversión; no hay indicio alguno de que cambiara de fe. Jamás dijo de si mismo que se hubiera vuelto a otro dios. Mucho antes de su decisión en favor del cristianismo el emperador tendía ya más bien en su religiosidad hacia el monoteísmo de forma perfectamente clara y creciente, que practicaba en el culto de una divinidad descrita con atributos muy abstractos. Al tiempo de su benevolencia hacia el cristianismo esa divinidad era para él el Sol Invictus (el dios Sol Victorioso), con el que se hizo representar en monedas (…)” Para él el dios de los cristianos se identificaba con el dios al que él daba culto. Desde la perspectiva constantiniana el Estado requería una religión estrictamente monárquica en su imagen de dios y del mundo, que se encarnase y continuase sobre la tierra con la monarquía política del cesarismo absoluto. En su idea del ordenamiento religioso-político universal hay un único (y supremo) Dios que tiene el gobierno del mundo. El instrumento de su soberanía en la tierra es el único emperador (y como tal habría de imponerse Constantino sobre sus rivales) que rige el imperio universal (romano). Y de acuerdo con estos criterios hizo Constantino su elección (…)” (71).

Theodor Zalkin, historiador perspicaz, nos amplía: “Antes incluso de que Constantino hubiera decidido elevar el cristianismo al rango de religión dominante en el imperio, él soñaba con una religión de estado monoteísta, de la cual el cristianismo formaría parte. La introducción del domingo como día general de reposo le pareció la expresión significativa y eficaz de esta unión” (72) Un experto en Constantino reoge una afirmación probada: “Fue durante el reinado de Constantino el Grande que el culto del Deus Sol Invictus alcanzó cotas extraordinarias, de tal modo que incluso se decía que su reinado era el imperio delSol. Constantino era la personificación del Deus Sol Invictus en la tierra, y podía considerar que la estatua del sol que había en el Foro y llevaba su nombre era una estatua de él mismo” (73).

“Es un hecho establecido que los Romanos habían comenzado a contar el domingo y no l sábado (…) y esto ha llegado, no en virtud de una influencia cristiana, sino a causa de la difusión creciente del culto del sol en el imperio romano de la última época” (74) nos especifica el gran historiador Hugo Rhaner. Por todo lo dicho anteriormente, leamos a continuación la legislación evacuada el 7de marzo del año 321 por el Emperador Romano Constantino I “El grande” (Cayo Flavio Valerio Claudio) a favor del domingo: “Que todos los magistrados y ciudadanos reposen en e venerable día del sol y que cesen todos los trabajos”; “Sencillamente, porque nos parece de lo más indecoroso que el Día del Sol, que se celebra por su propia veneración se ocupe con querellas jurídicas (…)” (75).

¿Qué pasó con las comunidades cristianas?; “Es interesante observar que Mitra era llamado dominis o Señor, y el domingo debió ser llamado día del Señor, mucho antes de la era cristiana. El domingo, dedicado al sol, era sagrado desde hacía mucho tiempo para numerosas religiones paganas”, nos comenta (((17))) A Weigall. Nos sigue diciendo que el domingo fue “en particular, el día santificado por los adoradores de Mitra, que sin duda lo designaban también con el nombre de día del Señor (…) los cristianos (…) Parece que fueron influenciados, en este ámbito como en tantos otros, por la costumbre pagana, y que el domingo fue adoptado porque los adoradores de Mitra y demás divinidades solares, consideraban que ese día era sagrado, y que era imposible suprimir aquella ancestral costumbre.” (76) Por consiguiente, “(…) el día del sol s convirtió de manera natural, en el día del salvador entre los cristianos llegados del paganismo” (77).

Alistair Kee que nos presenta toda una tesis magistralmente definida, sobre la metamorfosis sufrida por la religión cristiana acerca de la influencia e imposición de los criterios constantinianos, brinda una certera síntesis de lo ya ventilado: “Si queremos desenmascarar y sustituir valores extraños, es necesario, en primer lugar, comprender cómo entraron en el cristianismo (…) entraron cuando la ideología imperial de Constantino se infiltró en la Iglesia Cristiana a principios del siglo IV”; “(…) hemos visto que la naturaleza de la autoridad cambión con la influencia del imperio. La Iglesia pasó a estar organizada en un sistema jerárquico de gobierno que corría parejo a la administración del Estado. (…)”; “(…) Jesús de Nazaret, su vida y su enseñanza también se vieron desplazados por la influencia de Constantino (…)”. “La tradición domina ahora, la tradición que procede de los valores imperiales de Constantino, (…)”; “(…) Constantino integró la política y la religión en su propia vida, pero su religión no era el cristianismo. Se valió del cristianismo en su propia cruzada personal para hacerse con el control del imperio y ello produjo una transformación del cristianismo.” (78).

Como resultado de estas estrategias, “Constantino no solo derrotó a la Iglesia (…) sino que logró que la Iglesia le ayudara a unificar el imperio. Y por si esto fuera poco, cuando Constantino reconstruyó el culto imperial, en virtud del cual la sabiduría del mundo y la ambición de un solo hombre recibieron el estatuto absoluto de ley divina, ¡la Iglesia proclamó de hecho, que este culto era el cristianismo!”; “¿Se convirtió el Imperio en un Estado Cristiano? No; el cristianismo vendió sus derechos de nacimiento por una pensión y se transformó en la religión del Estado.” (79).

FINAL DE LA CITA.

Dice el Señor:

Y CONOCERÉIS LA VERDAD, Y LA VERDAD OS HARÁ LIBRES.

Estimado Arturo Abel:
¿Cual es el propósito de tan "amplia" explicación sobre que "días es valido"?, muchos sabemos que hay quienes que, hasta el día de hoy y seguramente mañana, querrán o pensaran en cambiar los tiempos y la ley, pero pregunto ¿que importancia tiene esto?, el problema lo tiene el que intente hacerlo, cambiar lo que escrito esta, ahora, si yo sigo a aquel hombre y sus mandamientos de hombre, fijados según su propia concupiscencia y no al Señor, seguramente me hago participe de su"profanación", pero, si en mi mente y corazón estoy siguiendo al Señor ¿no dice la escritura que el que busca encuentra?, paradójico es que el Señor Jesús, el Apóstol Pablo, Pedro entre otros, junto con muchos otros hermanos hasta el día de hoy centren la predicación en el AMOR y no en leyes, días, comidas, bebidas, y un largo etc., por otra parte, ¿me desecha DIOS porque pienso distinto a otro, sea de la religión que sea, por el sencillo hecho de “no guardar algo" como aquel otro lo guarda?, pienso que si Jesús me liberta de ataduras, me da libertad y eso es todo, sino ¿que sentido tiene?¿pasar de un señorío a otro?¿ser esclavo del mundo para pasar a ser esclavo de otro Señor, aunque en "teoría" este señorío sea "mucho mejor"? si es así, sigo siendo esclavo, solo cambia mi dueño, pero hasta donde se, Jesús no quiere adueñarse de mi, en el sentido humano de esclavitud, sino, no le dice a los Apóstoles que ya no les llamara “siervos" o esclavos, sino amigos, y un amigo sabe lo que hace su amigo, aunque siempre hay "cierta privacidad" llamada respeto. Si Usted y yo, que soy malo, pensamos así de esta manera, imagínese como piensa Nuestro Señor, que tiene  una mente elevadísima y sus caminos y pensamientos están en las alturas, ahora, nos ahorraríamos mucha saliva cibernética si fijásemos o explicáramos "un criterio" mas especifico con respecto a la palabra "guardar".

Saludos,
El Rey del Foro,
Juan Pablo