(ESTA PARTE LA HE TOMADO DE LOS ESTUDIOS DE MI HERMANO GARY ALMIRAWL Y LE HE AÑADIDO ALGUNAS NOTAS PERSONALES)
Diezmo premosáico:
Pregunta: ¿Cuándo se menciona la palabra diezmo por primera vez en la Biblia? Pues en génesis 14:20.
En este pasaje bíblico se lee que Abram dió el diezmo de todo el botín de guerra a Melquisedec.
Muchos predicadores y pastores actuales aseguran que así como Abram diezmó siglos antes que se entregara la ley de Moisés, también los cristianos tienen que diezmar de su sueldo, pues, como dicen ellos, Abram es el padre de la fe, y los cristianos se rigen por la fe, pues supuestamente el ejemplo de Abram superó la ley, pues en el tiempo de Abram no existía la ley de Moisés, la cual llegó 400 años después.
Debemos responder a la siguiente pregunta: ¿en realidad es aplicable exigir en diezmo de su sueldo a los cristianos tomando a Abram como ejemplo?
Si analizamos a fondo los pasajes bíblicos donde se habla de este hecho veremos que en realidad es imposible aplicar estas cosas a la iglesia de hoy.
Lo primero es que Abram no sólo diezmó antes de llegar la ley, sinó que también realizó sacrificios de animales como leemos en génesis 15:8-10. Y también recibió la circuncisión antes de la ley como leemos en génesis 17:10-14.
La pregunta es: ¿Por qué los predicadores actuales son tan selectivos al exigir a los creyentes que diezmen de su dinero porque Abram diezmó antes de la ley? Deberían también exigir que los creyentes en Jesucristo se circunciden y hagan sacrificios de animales, porque Abram también hizo esto antes del establecimiento de la ley. Estos líderes cristianos quitan o añaden a las escrituras para hacer que se ajuste a sus doctrinas con tal de obtener el beneficio económico y esto es muy carnal.
Otra pregunta es: ¿Qué diezmó Abram?
Abram con tan solo 318 hombres derrotó un enorme ejército enemigo. Al volver con todo el despojo de guerra, el rey de Sodoma se encontró con Abram en el valle del rey. Aquí un misterioso rey de salen, sacerdote del Dios altísimo, llamado Melquisedec, sacó pan y vino y bendijo a Abram. Abram entonces le dió el diezmo de todo el botín de guerra a Melquisedec. Génesis 14:17.
Una cosa esta bien clara en estos pasajes: estos bienes o despojos no eran propiedad de Abram, pertenecieron a otros reinos que fueron derrotados en guerra. El rey de Sodoma le dijo a Abram que se quedara con los bienes de toda la mercadería. De esta mercadería de despojos de guerra fue que Abram dió el diezmo a Melquisedec.
Si el punto es el diezmo, entonces Abram tuvo todo el derecho de guardarse todo el resto para si mismo. ¡Pero Abram lo devolvió todo! Abram no dió solo el 10%, sinó un 100%.
Abram le contestó al rey de Sodoma: "no tomaré ni un hilo, ni la correa de un calzado, nada de todo lo que es tuyo, para que no digas después, yo enriquecí a Abram". Génesis 14:23.
No hay nada aquí que nos indique que Abram dio una décima parte de sus posesiones personales. Abram dijo: "no tomaré nada de lo que es tuyo". Esto demuestra que Abram no diezmó de sus posesiones personales, sinó que apartó una ofrenda para el sacerdote Melquisedec (un diez por ciento del botín de guerra, el cual pertenecía a otras personas que fueron derrotadas por los invasores a los cuales Abram venció). No existe en la Biblia ningún pasaje que indique que Abram hiciera esto de nuevo con Melquisedec. Nada hay en la Biblia hasta este punto que indique que Dios quisiera el décimo de todo lo que uno poseyera como creyente en Jesucristo. Si Dios lo hubiera querido, simplemente lo hubiera ordenado, pero no lo ordenó. Abram ofreció voluntariamente una ofrenda-libre de despojos de guerra al rey Melquisedec, no al pastor, o a la oficina central de una denominación.
Como dijimos antes, Abram hizo 3 cosas antes de la ley:
Se circuncidó, hizo sacrificios de animales y le entregó el diezmo del botín de guerra a Melquisedec. Los pastores y ministros actuales que exigen el diezmo, deberían hacer lo que Abram hizo, circuncidarse, y aceptar que los creyentes les sacrifiquen animales en las iglesias. Pero no se atreven a hacer esto. Es mejor y más limpio exigir un falso diezmo iglesiero que pedir pedazos de carne de animales sacrificados. Bíblicamente, Abram nunca diezmó de sus posesiones personales, por lo tanto tomar a Abram de ejemplo para obligar a los cristianos a diezmar de su sueldo, es retorcer la Biblia apoyando una falsa doctrina.
No existe tampoco en las páginas de la Biblia que Abram ordenara a sus descendientes a diezmar de sus bienes a Melquisedec o a otros sacerdotes. No hay en la era de los patriarcas hijos de Abrám ninguna tradición u ordenanza que los obligara a diezmar. Por tanto, los pastores modernos que toman a Abrám de ejemplo para obligar a los cristianos a diezmar simplemente están mintiendo y están confundiendo al pueblo de Dios.
El juramento de Jacob.
Leemos en génesis 28:20-23: "Jacob también hizo voto diciendo: si Dios esta conmigo y me guarda en este viaje que realizo, si me da pan para comer y vestido para vestir, y yo vuelvo en paz a la casa de mi padre, Jehová será mi Dios, y de todo lo que me des, sin falta apartaré el diezmo para ti".
Jacob, nieto de Abraham, pasó la noche en un lugar llamado luz. Tuvo un sueño sorprendente en que Jehová reafirmó en Jacob las promesas que hizo con Abraham. Entonces Jacob, queriendo sacar provecho de la situación, quiso hacer un ‘’negocio’’ con Dios. Lo que vemos aquí parece ser típico de Jacob: "si me beneficio, entonces doy".
Si Abraham hubiera enseñado el diezmo a sus hijos, entonces Jacob no tenia que tratar de hacer un negocio con Dios: "si me das todo lo que quiero, entonces te devolveré el 10%". Jacob hace una promesa condicional a Dios, pero en ninguna parte de este relato encontramos a Dios contestando a Jacob, o afirmando sus exigencias. Mientras encontramos a Jacob jugando a "hagamos un trato con Dios" no hayamos ni un solo pasaje bíblico que nos demuestre que el trato se hizo o que el trato pasara a sus descendientes.
Jacob mostró mucha falta de madurez espiritual al hacer este tipo de voto. En pocas palabras el le dijo a Dios: "si me das todo lo que quiero para este viaje, entonces Jehová será mi Dios, y en cambio el diezmo de todo esto te lo devolveré a ti".
Pregunta., ¿Qué pretendía Jacob con todo esto? ¿Acaso si Dios no cumplía con las demandas de Jacob, entonces Jehová no sería su Dios?
El hecho de que Jacob tratara de manipular a Dios no tiene nada que ver con la iglesia de Jesucristo de la actualidad, excepto, por el hecho de que muchos cristianos parecemos tener la misma naturaleza egoísta y materialista que mostró Jacob. Podemos encontrar creyentes "pactando" con Dios diciendo: "Dios, te doy el diezmo, esperando que me lo devuelvas aumentado al 100 por 1’’. O dicen "padre celestial, te entrego 100 de diezmo para que me devuelvas 1000".
Oímos y vemos predicadores en los maratones televisivos y radiales que manipulan a las masas de creyentes con ese asunto del "pacto". Dicen: "pacta con Dios, enviando aquí tu ofrenda, y Dios te devolverá tu marido". O dicen, "ponle nombre a tu ofrenda y envíala aquí, y Dios te sanará de ese cáncer”. O también dicen, siembra aquí tu semilla, y DIOS te sacará de esa deuda y te prosperará.
¡ESTO ES UNA BLASFEMIA!
En todo esto lo que vemos es el mismo espíritu manipulador de Jacob dentro de los ministros modernos del supuesto y mal llamado ministerio de la" prosperidad".
En realidad, Dios no necesita nuestro dinero como pago para tener de nosotros misericordia. Aquellos falsos pastores de la avaricia que enseñan al pueblo a "pactar" con Dios a la manera de intercambio como Jacob, lo único que quieren es que los creyentes desembolsen su dinero en sus "ministerios", los cuales parecen más juegos de lotería que ministerios de Cristo, donde se intercambia una falsa oración de fé por el dinero enviado por cristianos ignorante que se creen todas las mentiras que pronuncian estos maestros fraudulentos y ladrones, que despojan al pueblo de Dios para su propio beneficio personal.
En este punto hago un paréntesis para dar un testimonio personal: Yo mismo, ALEXANDER GELL, puedo testificar que era un fanático diezmador, a tal punto extremo de poner a mi mujer y a mis hijos a pasar hambre cuando en el hogar se terminaba el sustento y no tenia dinero, y solamente tenía el dinero del diezmo. Yo guardaba con tanto celo el dinero del diezmo, que prefería ver a mi mujer y a mis hijos pasar hambre antes que tomar parte del diezmo para comprar comida y sustentarlos. En parte lo hacia porque me habían lavado el cerebro cuando escuchaba en medio de predicaciones, que repetían que gastar el diezmo era falta de fe, y que por encima de eso era robarle a Dios. Viendo a mi esposa y a mis hijos con hambre, yo entregaba ‘’orgullosamente’’ el diezmo, y esperaba un supuesto milagro de Dios, pues me decían que al fiel diezmador, Dios lo bendecía y ‘’les habría las ventanas de los cielos, y derramaba sobre ellos bendiciones hasta que sobren y abunden’’. Pero eso no sucedía. El milagro no llegaba, simplemente porque ahora entiendo que Dios no bendice esa actitud legalista y religiosa que dominaba mi mente.
Ciertamente, aquellos que toman el ejemplo de Jacob para exigir el diezmo en las iglesias no están fundamentados en la verdad bíblica, y por tanto, son mentirosos que por ganancias deshonesta hacen mercadería del pueblo de Dios.
Continuemos nuestro viaje con el diezmo premosáico, o anterior a la ley y aquí tenemos nuestro último ejemplo:
José, hijo de Jacob.
Si hubo una oportunidad concluyente de Dios para mostrarnos que estaba interesado en que su pueblo le entregara el 10% de sus ingresos brutos, con José tuvo una ocasión perfecta de dejarlo absolutamente claro.
Cuando llegaron los 7 años de hambre sobre toda la tierra y estando José como gobernador de Egipto, la sequía arrasaba con todo y el hambre se agudizó. José vendió grano a los que Vivian en Egipto y Canaán hasta que José recaudó todo el dinero que se hallo en la tierra de Egipto y en la tierra de Canaán. El hambre continuó. Los egipcios entonces vendieron todo su ganado a José a cambio de comida. Luego José compró sus tierras y luego compró sus mismos cuerpos a cambio de alimento. A estas alturas, el faraón gracias a la administración de José, poseyó todo en Egipto, exceptuando la tierra de los sacerdotes.
José tuvo en ese momento de la historia una oportunidad perfecta para crear un sistema económico perfecto. ¿Qué hizo José? ¿Acaso instituyo el diezmo?
Después de todo, si el diezmar hubiera sido un mandato de Dios en el sistema patriarcal aquí José tuvo la oportunidad perfecta para establecer el sistema en todo Egipto. Después de todo sus descendientes iban a pasara los próximos siglos en Egipto. Si José hubiese pensado como los predicadores actuales hubiera dicho que Dios bendecía a su pueblo solamente cuando su pueblo diezmara de su sueldo. José pudo crear el ambiente en el que Jehová los bendijera y no los maldijera. ¡Pero definitivamente José nunca estableció el diezmo ni en el pueblo de Israel, y mucho menos en el pueblo egipcio!
José, primero que todo, no devolvió al pueblo egipcio sus posesiones, por tanto, el capitalismo estaba descartado. Les dio semilla para que sembraran en la tierra que ahora pertenecía a faraón. Entonces, de las cosechas de las semillas dadas por el gobierno, el 20% fue para el faraón como era su deseo. A los ciudadanos de Egipto se les permitió que se quedaran con el otro 80%. El pueblo permaneció sirviendo a faraón.
"entonces José instituyó como la ley de la tierra de Egipto, hasta el día de hoy, que la quinta parte pertenece al faraón. Solamente la tierra de los sacerdotes no llegó a ser de faraón". Génesis 47:26.
Se debe señalar que no hay ni un indicio en la Biblia de que durante el tiempo que Israel pasó en Egipto estuvieran bajo un sistema diferente al que José estableció. Un 20%. Es un impuesto razonable y probablemente saludable para garantizar el funcionamiento de un gobierno.
Lo que José estableció, nos guste o no, era un sistema económico que prohíbe la propiedad privada de la tierra, con un impuesto del 20%.
No podemos olvidar que el espíritu de Dios estaba en José.
ALEXANDER GELL.
EXTERMINADOR DEL MALDITO SISTEMA PENTECOSTAL.