A este tema y al del suicidio,se aplican estos pasajes(creo):
El cuerpo de ustedes es como un templo,y en ese templo vive el Espíritu
Santo que Dios les ha dado.Ustedes no son sus propios dueños.
Cuando Dios los salvó,en realidad los compró,y el precio que pagó por
ustedes fue muy alto.Por eso deben dedicar su cuerpo a honrar
y agradar a Dios.(1 Corintios 6:19-20).