Los escogidos por el Señor llegaran a su conocimiento, y esto en el tiempo de Dios y no el nuestro, nuestros argumentos no convencerán a nadie a menos que el mismo Dios intervenga quitando el velo de esa persona; si los argumentos fueran suficientes nuestro amigo predikeitor tendría millones de seguidores. Pero como esto es cuestión de “a quien escoja Dios y lo guie a su conocimiento” entonces esta fuera de nuestro alcance convencer a otros.

Nosotros como portadores de la verdad estamos llamados no a convencer sino a advertir a los demás para que todo el mundo quede bajo Juicio y nadie tenga disculpa argumentando “yo no sabía “ o “ a mi nadie me dijo” en el día del Juicio de Dios.

 También debemos procurar que sea el mismo señor que nos guie a su verdad con diligiencia por tenemos errores doctrinales, no son los argumentos humanos los que nos llevaran a su conocimiento sino la propia intervención divina es por ello que nadie puede vanagloriarse pues los primeros serán los últimos.