Un pastor brasileño apareció en la iglesia vestido de chapulín para predicar un sermón titulado: "Ahora, ¿quién podrá defenderme?".
El pastor, Lucinho Barreto, empezó su reciente sermón con "no contaban con mi astucia". En su prédica, Lucinho centró su mensaje en la "dependencia de Dios" y dijo que no hay manera de estar condicionado a Dios y a las "otras cosas al mismo tiempo".
El pastor de jóvenes de la Iglesia Bautista de Lagoinha, dijo a los presentes en el culto que debemos "aprender a depender de Dios", así como dice el Salmo 121: "Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro?. Mi socorro viene del Señor, que hizo los cielos y la tierra. No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda. He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel".
Para concluir su sermón, el pastor controvertido dio un tono triunfalista al sermón y afirmó que en la dependencia de Dios es posible tener fuerzas para derrotar a los enemigos y tener éxito: "Si usted pone su confianza en Dios, Él le dará fuerzas. Te levantarás por la mañana y dirás: "sal de mi camino, porque me levanto y venceré".