El articulo completo esta en otro blog. Pero coincido al 100% con lo externado por Armando Lopez Golart en este tema.
Una de las enseñanzas más atractivas de los Testigos de Jehová y que cautiva a numerosas personas, es aquella en la que se enseña que durante el reinado de mil años en manos de Jesucristo, los sobrevivientes de la “gran tribulación”, más aquellos que se levantarán en la resurrección de los muertos, todos juntos serán llevados a la perfección de la que disfrutaron nuestros primeros padres Adán y Eva antes del pecado (eso es, tanto física como espiritual) y preparados por tanto, para hacer frente al desafío final de Satanás que será soltado de su cautiverio por un breve período de tiempo al término de esos mil años, según Rev. 20:7-10…… y en dónde dependiendo de la respuesta que cada cual dé a la cuestión que en ese momento se va a plantear, se determinará ya de manera definitiva si uno alcanza la vida eterna o por el contrario, la destrucción eterna.
Enseñanza que levanta ampollas entre la inmensa mayoría de teólogos actuales que rechazan tal planteamiento, pero que es la que más se ajusta a lo que se lee en el registro sagrado. veamos qué es lo que se nos cuenta realmente en las Escrituras acerca del tema planteado, empezando con el pasaje al que hemos hecho referencia:
“Ahora bien, luego que hayan terminado los mil años, Satanás será soltado de su prisión 8 y saldrá a extraviar a aquellas naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, para reunirlos para la guerra. El número de estos (de los extraviados) es como la arena del mar. 9 Y avanzaron sobre la anchura de la tierra y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada. Pero descendió fuego del cielo y los devoró. 10 Y el Diablo que los estaba extraviando fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde ya estaban tanto la bestia salvaje como el falso profeta; y serán atormentados día y noche para siempre jamás.” (Rev. 20:7-10). (Acotación nuestra).
Para ese tiempo la tierra estará llena de personas que cuentan con la aprobación de Dios y lo que nos lleva a preguntarnos lo siguiente: ¿qué ha ocurrido en la tierra, durante ese espacio de tiempo de mil años, para que al final del milenio la tierra esté poblada por miles de millones de personas, en perfecta sintonía con su Creador? Pues sencillamente, lo que el apóstol Pedro denominó como la “restauración” de todas las cosas y expresión que encontramos en Hech. 3:20-21:“…… y para que él envíe al Cristo nombrado para ustedes, Jesús, 21 a quien el cielo, en verdad, tiene que retener dentro de sí hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo.”