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General: PARASHA DEL METZORÁ
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Respuesta  Mensaje 1 de 68 en el tema 
De: Alejandra I Mar  (Mensaje original) Enviado: 24/02/2015 14:23

PARASHA DEL METZORA (LEY DEL LEPROSO)

LA CALUMNIA (motzi shem ra) O HABLAR MAL DE OTRO (lashon hará).

Es verdad amados hermanos que hoy no estamos bajo la ley por la cual debió guiarse el pueblo de Israel, sino que estamos bajo la ley de Cristo, el perdón de los pecados en virtud de la muerte de nuestro Señor, único sacrificio perfecto, una vez y para siempre, para todos (su gracia).

Pero oímos a menudo esta discusión en un esfuerzo de minimizar la ley del Dios: “Bien, puesto que no estamos bajo la ley sino bajo la gracia, ya no necesitamos mantener los diez mandamientos.” ¿Es esto un punto válido? La biblia dice ciertamente que no estamos bajo la ley, ¿pero eso implica que estamos libres de la obligación de obedecerla? El texto se encuentra en Romanos 6:14 y 15. “Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera.”

Por tal motivo es de utilidad para nosotros conocer la ley dada a Israel a través de Moisés, para que tengamos consciencia del pecado. Porque de otro modo corremos el peligro de que cuando pedimos perdón por nuestros pecados a diario, no sepamos sobre que cosas hemos pecado y por cuales cosas estamos pidiendo perdón. De esta manera es posible que al día siguiente cometamos los mismos errores que el día anterior, perseverando en el mismo pecado por causa de su desconocimiento.

Entonces si bien debemos obedecer las enseñanzas de Jesús y los apóstoles, también la ley es una herramienta útil para discernir entre lo bueno y lo malo.

Como vemos el apóstol Pablo escribe a los Corintios en la 1era epístola cap. 10 vers. 1 al 11

1- Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar;

2- y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar,

3- y todos comieron el mismo alimento espiritual,

4- y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo.

5- Pero de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto.

6- Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron.

7- Ni seáis idólatras, como algunos de ellos, según está escrito: Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a jugar.

8- Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil.

9- Ni tentemos al Señor, como también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes.

10- Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor.

11- Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos.

De esta forma nos está diciendo "a nosotros a quienes los fines de los tiempos han alcanzado" que tengamos consciencia de no cometer los mismos errores que el antiguo pueblo de Israel.

Por eso es que en este estudio quisiera a comentar una de las leyes dadas a Moisés. Esta ley es llamada, "ley del leproso" (parashá del metzorá) y la encontramos en el libro de Levítico 14:1-15:33.

Dios consideraba al hombre dependiente, ya que el hombre es el único animal que siempre esta dependiendo de muchas personas y cosas, sin embargo Dios le otorgó libre albedrío. De esta manera si el hombre elegía correctamente podría ser independiente. Si el hombre elegía cumplir con la ley, lo conseguía, de hecho la ley no les hacía esclavos sino libres.

Mucha gente es esclava de diferentes maneras, por ejemplo esclavos de sus apetitos mundanos, de sus deseos, de sus malos rasgos de personalidad, etc.

Pero hay una cosa de la que todos nosotros (hombres y mujeres) dependemos y nos causa muchísimos problemas, nos complica la vida, aunque no tengamos clara consciencia de ésto. Es la "lengua" (lashon) por la cual tenemos tantas dificultades. ¿Que es lo que nos causa problemas? cómo usamos la lengua cuando hablamos.... la palabra...

Proverbios 25:11 "manzana de oro con figuras de plata, es la palabra dicha como conviene"

Mateo 12:37 "porque por tus palabras serás justificado y por tus palabras serás condenado"

El poder del habla es algo increíble y tenemos que saber como usar ese poder para lograr cosas buenas en la vida.

Por eso vamos a estudiar la parashá del metzorá. Metzorá es el adjetivo de alguien que posee una enfermedad que se llama Tzaraát y que traducido es "lepra", es decir que metzorá significa "leproso". Esta enfermedad es una infección sobre todo el cuerpo.

La toráh dice así: si hay un hombre o mujer que un día se despierta y descubre que tiene una afección sobre la piel, tiene que ir a presentarse ante el sacerdote (kohen) ya que la ley respecto al metzorá dice que éste debe ser purificado.

Los sacerdotes (cohanim) eran los descendientes de Aarón, también llamados los hombres de paz porque eran conciliadores entre los hombres.

Si una persona tiene una infección hoy en día cualquiera sea, irá ante el médico para ser curada... pero la ley indicaba que la persona enferma de lepra debía presentarse ante el sacerdote, no para ser curada, sino para ser "purificada". El kohen será quien lo purifica (no lo cura).

Así que a quien el sacerdote encuentre que está enfermo de Tzaraát (lepra) entonces éste tiene que salir del campamento de Israel y estar solo, apartado de todo, durante 7 días, tiene que realizar un montón de cosas y por último hace una ofrenda y ahí empieza una nueva vida. En los siete días en que se encontraba en soledad, debía meditar sobre sus acciones, ver que había hecho mal, meditar sobre cuales habían sido sus palabras, que cosa era necesaria rectificar y lograr así el arrepentimiento.

¿Porqué debía quedarse solo? los sabios dicen así: la palabra metzorá proviene de la palabra hebrea motzi shem ra que se refiere a aquel que habla cosas malas de otra persona, mintiendo. Aquel que expresa una calumnia.

No obstante cuando hablamos mal de alguien hemos de hacerlo con razones y justicia siendo guiados por Dios, por otro lado bien sabemos que la mentira procede del Diablo.

Así que en esos momentos de soledad la persona afectada con Tzaraát tenía la oportunidad de analizar todas las palabras que habían salido oportunamente de su boca.

La enfermedad del Tzaraát (lepra bíblica), entonces, es una enfermedad "espiritual" debido a que la persona que la padecía, el metzorá, debía presentarse ante el kohen (sacerdote) y esto es porque la enfermedad tiene una raíz espiritual y llega por "hablar mal"

¿Es tan grave esto?... por ejemplo, si alguien me enojó, hizo algo que me dañó y yo hablo con otra persona acerca de este individuo que me causó mal, entonces hablo mal de el, refiriéndome en malos términos sobre el, de pronto, al otro día, a la mañana, me levanto leproso... ¿que paso?... ¿solo por unas palabras?

¿Que hace una persona que habla mal de otra a una tercera o a muchos otros? desconecta las almas y hace que estas otras personas hablen también usando mala lengua, aunque fuera verdad lo que están diciendo (lashon hará). Es tan grave que hay que encontrar un remedio para esta enfermedad y para ello es necesario la purificación, por eso hay que ir a buscar a los hombres de paz (los hijos de Aarón) que son quienes pueden rectificar ese pecado.

¿Por qué es tan grave?

Lo es porque deberíamos tener siempre presente las tres reglas de la fe (emuná), estás son:

1) Así lo quiso el Creador, es decir que todo lo que (nos) pasa es porque Dios así lo quiso.

2) Todo es para (mi) bien.

3) En cada cosa que pasa hay un mensaje privado, individual para cada uno de nosotros, una enseñanza para guiarnos, encaminarnos a nuestra finalidad.

El que entiende esto sabe muy bien lo siguiente: Si alguien te enoja, te daña, te perjudica, te hace mal, habla de ti, te arruina la vida... ¿ES EL?, ¿es el simple hombre o mujer de carne y hueso que me hace esto?

UN HOMBRE DE FE SABE QUE NO, ¡SABE QUE NO!

El sabe que esta persona es una simple herramienta del Dios todopoderoso. Si me llega algo bueno o algo malo es porque así Dios (Hashem) lo quiso (1era regla) y es para mi bien (2da regla). Entonces veremos que hay un mensaje que me explicará que pasó y porque motivo sucedió lo que sucedió y la forma en la cual sucedió. Sabe entonces que debe trabajar sobre ello, reflexionar, meditar en la palabra de Dios, orar a El por una respuesta (3era regla).

¿Porque es tan grave no ver las cosas de esta manera? Si yo pienso que es un hombre el que me daña, el que me causó una situación determinada en la vida, dicen los sabios que tal persona esta cometiendo herejía. Esta persona comete la herejía de negar la existencia de Dios, porque piensa que la persona que le causó el mal ES UNA REALIDAD EN SI MISMA, y que ¿puede por voluntad propia ejercer influencia sobre la vida de las personas mientras Dios estaría de brazos cruzados? Más bien tal persona niega la existencia de Dios.

Cuando hablo sobre alguien que me causo daño así sea verdadero (lashon hará) o una calumnia (motzi shem ra) y le adjudico los actos a su voluntad personal, si hablo mal de ella con otras personas, o si cometo una calumnia hablando mentiras de la otra persona, al otro día amaneceré leproso, debido a que estoy asignándole autoridad a una persona humana negando la existencia de Dios y por tal motivo proviene la lepra.

Hoy en día no nos encontraremos con la lepra física, pero si con la lepra espiritual.

Consideremos que con la lengua se puede rectificar el mundo pero también destruirlo. En proverbios dice: "la vida y la muerte se encuentra en las manos de la lengua", así como tenemos control sobre nuestras manos debemos tener control sobre nuestra lengua.... sobre que hablamos, como hablamos...

Debemos ser señores de nuestra lengua. Cuando hay que usarla, saber que decir y cómo decirlo... y cuando hay que callar, guardar silencio en mansedumbre.

Entonces vamos a entender que muchas veces padecemos esa lepra espiritual, tristeza, angustia... así que debemos reflexionar y ver si hay que rectificar las cosas... hacer arrepentimiento (teshubá).

Existían también en el antiguo pueblo de Israel dos tipos de lepra, (habíamos visto que esta llegaba por causa de hablar mal), estos dos tipos eran la LEPRA PURA y la LEPRA IMPURA. El sacerdote debía observar y determinar de cual de ellas se trataba. Cuando el metzorá tenía una lepra impura se veían manchas blancas en la piel, como así también los pelos estaban bien blancos. En este caso, esta persona debía hacer todo el proceso que describe la ley. Pero si se observaban las manchas blancas y sin embargo los pelos se hallaban con su color natural, ésta se trataba de una "lepra pura", este era un proceso mas fácil de llevar a cabo pues no era necesario purificar.

Esta "lepra pura" no llega por hablar mal de los demás sino que llega porque una persona PODRÍA HABER DICHO UNA BUENA PALABRA Y NO LA DIJO. Podría haber dado una palabra de aliento, ánimo, podría haber dado una enseñanza oportuna, tuvo la ocasión y la posibilidad pero no lo hizo, entonces la persona contraía una lepra pura (por omisión de buenas palabras).

Podemos concluir que no deberíamos hablar mal de alguien que con sus actos nos haya causado daño, porque si somos hombres y mujeres de FE, sabremos que esa persona fue un instrumento en manos de Dios. Fue el Dios todopoderoso nuestro padre quien hizo que esto aconteciera de esta manera y además sabremos que es para nuestro bien y trabajaremos para hallar el mensaje personal que hay para nosotros, para nuestro crecimiento.

Pero si inconscientemente hablamos mal de alguien que nos enojo, nos arruino la vida, cometemos la herejía de desconocer la existencia de Dios... por lo tanto lo que se le había enseñado al antiguo Israel es que esa persona amanecería leprosa, entonces debía purificarse, porque esta enfermedad es de origen espiritual y viene por hablar mal de otros. Se purificaba yendo ante el sacerdote y realizando el proceso que determinaba la ley.

Del mismo modo, si vino a mi corazón dar una palabra a alguien o tuve la oportunidad de hacerlo y no lo hice, también contraía lepra, sin embargo esta no necesitaba ser purificada, entonces era más fácil de rectificar.

Ahora si hemos de emitir un juicio sobre algo que alguien realiza y que OFENDE A DIOS, no a nosotros, seres humanos que estamos siendo disciplinados por Dios, debemos comprender el procedimiento de cómo hacerlo, para ello tenemos las Santas Escrituras y el Espíritu Santo que nos guiará.

Es importante para nosotros conocer esta ley, porque nos ayudará a tener consciencia de que muchas veces cometemos pecado con nuestra lengua, la mayoría de las veces nos conviene estar callados. Siempre debemos preguntar por la voluntad de Dios cuando vamos a hablar, para usar el habla con sabiduría.

En el antiguo Israel tanto las personas que calumniaban a otras o vivían del chisme malintencionado (aunque fuese verdadero) padecían lepra y debían atenerse a la parashá del metzorá.

Para finalizar vamos a recordar dos casos, uno que pertenece a la historia del antiguo Israel y otro se encuentra en el ministerio de Jesús. En el primer ejemplo vamos a ver como el Ángel de Jehová (Exodo 23: 20 y 21) que guiaba a Israel por el desierto y de quien el Dios Padre dijo que los Israelitas debían obedecer porque su nombre estaba en él, hiere con lepra a María hermana de Moisés, por sacar palabras malas de su corazón, palabras llenas de envidia, vanidad y rencor. En el segundo ejemplo vamos a ver como Jesús reconoce el verdadero arrepentimiento en el corazón de un leproso y usando su misericordia y poder lo cura, e inmediatamente lo envía ante el sacerdote, cumpliendo así con la ley (parashá del metzorá).

María y Aarón murmuran sobre Moisés. Numeros 12.

12 María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado; porque él había tomado mujer cusita.

2 Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Jehová.

3 Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra.

4 Luego dijo Jehová a Moisés, a Aarón y a María: Salid vosotros tres al tabernáculo de reunión. Y salieron ellos tres.

5 Entonces Jehová descendió en la columna de la nube, y se puso a la puerta del tabernáculo, y llamó a Aarón y a María; y salieron ambos.

6 Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre vosotros profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él.

7 No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa.

8 Cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras; y verá la apariencia de Jehová. ¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés?

9 Entonces la ira de Jehová se encendió contra ellos; y se fue.

10 Y la nube se apartó del tabernáculo, y he aquí que María estaba leprosa como la nieve; y miró Aarón a María, y he aquí que estaba leprosa.

11 Y dijo Aarón a Moisés: !!Ah! señor mío, no pongas ahora sobre nosotros este pecado; porque locamente hemos actuado, y hemos pecado.

12 No quede ella ahora como el que nace muerto, que al salir del vientre de su madre, tiene ya medio consumida su carne.

13 Entonces Moisés clamó a Jehová, diciendo: Te ruego, oh Dios, que la sanes ahora.

14 Respondió Jehová a Moisés: Pues si su padre hubiera escupido en su rostro, ¿no se avergonzaría por siete días? Sea echada fuera del campamento por siete días, y después volverá a la congregación.

15 Así María fue echada del campamento siete días; y el pueblo no pasó adelante hasta que se reunió María con ellos.

16 Después el pueblo partió de Hazerot, y acamparon en el desierto de Parán.

Jesús sana a un leproso. Lucas 5: 12 - 16.

12 Sucedió que estando él en una de las ciudades, se presentó un hombre lleno de lepra, el cual, viendo a Jesús, se postró con el rostro en tierra y le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.

13 Entonces, extendiendo él la mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante la lepra se fue de él.

14 Y él le mandó que no lo dijese a nadie; sino ve, le dijo, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación, según mandó Moisés, para testimonio a ellos.

15 Pero su fama se extendía más y más; y se reunía mucha gente para oírle, y para que les sanase de sus enfermedades.

16 Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba.

Finalmente amados hermanos no quisiera pasar por alto que como hijos de Dios tengamos presente como se conforma su naturaleza, la cual debería ser también la naturaleza de nuestro corazón, para que nuestro corazón sea conforme a Su corazón. Que Dios es JUSTO y MISERICORDIOSO.

Dios es el Misericordioso. Su misericordia es parte de su justicia. Concede a los hombres misericordia, clemencia, paciencia y bondad (Sal. 103:8). En su justicia concedió misericordia a su pueblo, aun cuando este se apartó o no guardó el pacto: “Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento; pero con misericordia eterna tendré compasión de ti, dijo Jehová tu Redentor" (Is. 54:8).

En el nuevo pacto queda demostrado que Dios es el Misericordioso en el hecho de que se volvió hacia el hombre asediado por el pecado y le perdonó sus pecados. El Apóstol Pablo testifica cómo Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo (2 Co. 5:19). Por gracia, Dios justifica al injusto, el pecador es partícipe del perdón, el necesitado de salvación recibe salvación y, por lo tanto, redención.

Dios es justo: “Cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud" (Dt. 32:4). Enunciados como: “La paga del pecado es muerte" (Ro. 6:23) o “Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos" (Ap. 16:7) son expresiones de su justicia. Es Él quien en el nuevo pacto justifica gratuitamente al pecador a través de Jesucristo (Ro. 3:24-26; 5:18).

Alejandra Mar



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Respuesta  Mensaje 2 de 68 en el tema 
De: titomartinez21tesis Enviado: 24/02/2015 14:36
Estimada hermana Mar.

Te felicito por ese gran estudio biblico que has escrito, el cual está repleto de verdad, además de ser de gran edificación en la fe.
Quiero resaltar un párrafo que has escrito, y que dice lo siguiente:

Consideremos que con la lengua se puede rectificar el mundo pero también destruirlo. En proverbios dice: "la vida y la muerte se encuentra en las manos de la lengua", así como tenemos control sobre nuestras manos debemos tener control sobre nuestra lengua.... sobre que hablamos, como hablamos...
Debemos ser señores de nuestra lengua. Cuando hay que usarla, saber que decir y cómo decirlo... y cuando hay que callar, guardar silencio en mansedumbre.

Cuan cierto es eso. Las palabras tienen un tremendo poder, tanto para hacer el bien, como para hacer el mal. Procuremos controlar bien la lengua, para decir las palabras correctas, y saber como edificar a otros hermanos. Jesús dijo que por nuestras palabras seremos juzgados o condenados, por eso la importancia de pensar bien antes de hablar, y cuando hablemos, que sean palabras con gracia, sazonadas con sal, tal como dijo el apóstol Pablo:

Col 4:6  Sea vuestra palabra siempre con gracia,  sazonada con sal,  para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.

Sigue firme en la fe.

Gracia y paz


Respuesta  Mensaje 3 de 68 en el tema 
De: aboada Enviado: 24/02/2015 18:56
Hablar mal tál y como su expresión indica, es hablar cosas malas;ergo, decir verdades sobre alguien aún cuando sean duras no es hablar mal, por ej, si sale a colación una determinada persona que se dedica fomentar la fornicación, el adulterio, la calumnia, u otras cosas, sería de un tremendo hipócrita dar un criterio positivo de esa persona, antes bién considero que es sensato decir la verdad sobre dicho sujeto/a. A fin de cuentas también así de sinceros y claros fueron los apóstoles; ¿acaso fué siempre las palabras de jesús "sazonadas con sal"?; ¡obviamente no!, tal y como se hace notar en pasajes tan claritos como: (Mateo 23:15,27,33). Ergo, no creo que Colosenses 4:6 implique también la crítica a los herejes en su adecuada circunstancia, de facto, en dicho caso ¡implicaría una contradicción pués sería el mismo Jesús que determinaría un modus operandi que él mismo no hubiera cumplido en los pasajes antes citados. En mi opinión se refiere a aquellas personas que solicitan razón de la esperanza que hay en nosotros (1ªPedro 3:15)=  ¿¡acaso pecó pablo cuando llamó perros a los de la circuncisión?! (Filip3:2). Caso aparte es cuando alguien se entretiene a costa de enfatizar los defectos de los demás
 

Respuesta  Mensaje 4 de 68 en el tema 
De: aboada Enviado: 24/02/2015 19:34
En la versión de José M Petisco, se vierten las palabras de Colosenses 4:6 mas correctamente que en la deplorablr Reina Valera: "Vuestra conversación sea siempre con agrado sazonado con la sal de la discrección". ó ésta otra versión: "sea vuestra conversación grata.." (versión: Biblia del Peregrino;Luis A Schokel). la expresión "grata" no ha de entenderse necesariamente como sumamente cariñosa, sino como: "correcta". Y no está hablando de cualquier conversación, sinó tál y como indica la parte final del versículo: a responder a cada uno, y para que esté en consonancia con las palabras del apóstol Pedro: así hay que responderle a todos los: que solicitan razón de la esperanza que hay en vosotros(1ªPedro3:15); ergo no a cualquier ser humano bajo cualesquier circunstancia y con independencia de lo que diga.

Respuesta  Mensaje 5 de 68 en el tema 
De: aboada Enviado: 24/02/2015 19:58
La forma de hablar de Pablo en Hechos13:10 tampoco fué "sazonada con sal" ¿acaso se equivocó Pablo ó pecó y no fué reprendido?.   Por Favor señorita Mar, haga el favor de responder

Respuesta  Mensaje 6 de 68 en el tema 
De: titomartinez21tesis Enviado: 24/02/2015 20:29
Estimado hermano Manuel, Pablo siempre estaba sazonado con sal, es decir, él sabia perfectamente como responder a cada uno de forma correcta. Por ejemplo, a Elimas el mago le llamó "hijo del diablo", y a los hermanos los llamaba "santos". Eso es lo que significa "sazonadas con sal".
El estudio de la hermana Mar es muy correcto y verdadero, simplemente hay que leerlo despacito.


Respuesta  Mensaje 7 de 68 en el tema 
De: aboada Enviado: 24/02/2015 21:05
¿acaso uno percibe agradabilidad cuando le llaman hijo del diablo?

Respuesta  Mensaje 8 de 68 en el tema 
De: titomartinez21tesis Enviado: 24/02/2015 21:18
Hermano Manuel, la expresión "sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal" de ninguna manera significa que nuestras palabras tengan que ser agradables a los oídos del otro, sino simplemente que sepamos responder a cada uno como se debe, lo dice el pasaje:

Col 4:6  Sea vuestra palabra siempre con gracia,  sazonada con sal,  para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.

Cuando Pablo dijo esas palabras al Elimas el mago, Pablo estaba hablando con gracia, y sus palabras estaban sazonadas con sal, pues le estaba diciendo a ese falso profeta lo correcto.



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