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Salud: SALUD CONSCIENCIA
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De: Marti2  (Mensaje original) Enviado: 28/07/2009 15:33
SALUD CONSCIENCIA
¿Son razonables las pretensiones de una medicina que trascienda al marco de la materia y salte más allá del límite aparente de la biología molecular? ¿tiene sentido las recientes publicaciones sobre el efecto de la oración a distancia y las estadísticas que nos introducen a una epidemiología de la religión? ¿Podríamos hablar con propiedad de ciencias de la consciencia, más aún, de una ciencia con consciencia? ¿Es la consciencia un tema lícito de investigación científica?
John Sorber nos describe la resonancia magnética de un hombre que no tenía cerebro. El espesor de su corteza cerebral, normalmente de unos cuatro a cinco centímetros aparecía con sólo dos milímetros de espesor y sin embargo era un profesional brillante. ¿Dónde está la mente cuando prácticamente no existe la corteza cerebral? ¿Es el cerebro el emisor de la consciencia, o su instrumento receptor? Es el cerebro la sede de la memoria y la inteligencia o estas aunque emplean el cerebro no tienen localidad? ¿Es cierto que la memoria está en el hipocampo, y la inteligencia emocional ocupa un cierto lugar del lóbulo frontal? Es este tipo de preguntas las que nos queremos seguir preguntando de muchos modos, sin la menor pretensión de tener respuesta. Pocas verdades y muchos mitos hemos construido tratando de acomodar la consciencia en el cuerpo.
Optamos por dividirnos primero en cuerpo y mente; separamos el cuerpo de la mente, la anatomía de la fisiología; relegamos el alma para la sola psicología, la que a su vez dejó de ser la ciencia del alma para volverse una disciplina del comportamiento. Y así, de división en división, todo se nos fue diluyendo hasta que a los médicos sólo nos dejaron como sujeto un esqueleto molecular al que ahora podemos adornar con tomografías de emisión de positrones, magneto-encefalogramas y resonancias magnéticas.
Empezamos a descubrir en medicina lo que la física había recubierto a fines del siglo pasado: que la realidad no está hecha de partículas, ni de cargas, sino de un campo invisible que no sólo no separa las cosas sino que explica el comportamiento de ondas y de partículas.
Pero en el hombre ese misterioso campo que penetra todas las células, además de ser un campo de energía , es un campo de información y de consciencia. En tamaña complejidad nos adentramos cuando vislumbramos más allá de un fósil molecular, u hombre que piensa, que sueña y crea. Si lo miramos con los ojos de la biología molecular sólo las partículas aparecerán. Si lo miramos en la perspectiva de la física, los
electrones activados despedirán fotones a la velocidad de la luz y el cuerpo humano parecerá proyectarse al sistema solar. Si lo miramos con los ojos talvez podamos alcanzar a vislumbrar campos de información y de consciencia sin ninguna localidad.
Desde cualquier visión, surge sin embargo un mínimo común denominador: todos los campos, ya sean campos de materia p de energía, campos de información o de consciencia son campos de relación.
Contextos de contextos relacionales que se expanden y se contraen entre el microcosmos y el macrocosmos. Pero todo orden complejo es un orden entretejido, y es, paradójicamente, un orden sencillo. Acceder a esa visión de los sistemas complejos es aprender a contemplarlos desde la totalidad, pues sino nuestra ciencia termina en un rompecabezas: mientras más grande la especialidad, más lejanos de la totalidad de la vida y de la misma salud, que podría definir muy simplemente como integridad. Pero esto que tiene ribetes de filosofía, es de una vigencia tangible en todas las manifestaciones de la vida.
Así, en los trastornos de personalidad múltiple, cuando se cambia de identidad, se puede cambiar también de enfermedad, aunque ésta sea una entidad con un aparente origen molecular. Es posible así que un diabético insulina-dependiente pueda dejar abruptamente de serlo o que una alergia alimentaria desaparezca simplemente cuando se asuma otra personalidad. ¿Qué relación puede existir entre la diabetes o la insulina, entre la alergia o la histamina y esos complejos patrones de comportamiento que llamamos personalidad?
La personalidad es algo más parecido a un campo de información y consciencia que a un campo energético convencional.
Sin embargo esos patrones de conducta están allí como una oscura sombra haciendo impredecible nuestra visión mecanicista de la vida. Personalidades A, B o C han sido relacionadas con un aumento del riesgo para cierto tipo de enfermedades. El simple hecho de ser introvertido o extrovertido ya pareciera dejar sus huellas en el camino molecular. Si un simple examen, o el ver una película con alta carga emocional puede cambiar el nivel de inmunoglobulinas de superficie – las lgA-, ¿ Qué no podrá hacer un patrón de emociones y visiones complejas del mundo como la estructura de la personalidad?
Un buen carácter puede ser el más poderoso agente preventivo, la irritabilidad puede ser para algunos como un veneno mortal.
Mientras muchos, incluso los médicos, creen en ellos, los nuevos medicamentos parecen ser los mejores, hasta que muchos dejan de
creer porque otros nuevos ocupan sus puestos. Cuando se revisan estudios prospectivos con estudiantes de medicina se encuentra que quienes presentaban el perfil de un afrontamiento inmaduro-con una inadecuada imagen de si mismos-treinta años después presentaban tres o cuatro veces más riesgo de enfermedad y muerte por todas las causas, que aquellos estudiantes que tenían una buena imagen de sí. En grupos de la tercera edad la imagen de sí puede tener valor predictivo mayor sobre enfermedad y muerte en la próxima década que la de muchos exámenes convencionales..
Cuando un técnico de laboratorio acaricia los ratones sometidas a dietas ricas en colesterol puede con esta actitud introducir una variable que bloquea el efecto de la dieta sobre el sistema vascular, (y ¡ de paso dañar las pulcras estadísticas!).
El sistema inmune tiene memoria, aprende, se condiciona al igual que el sistema nervioso vegetativo. Después de tomar una sola vez un depresor del sistema, en asociación con alcanfor, el sólo seguir oliendo el inocuo alcanfor con el veneno al que una sola vez se asoció. Si el alcanfor se asocia por una vez a un estimulante de la inmunidad la continuidad de su uso generará una potenciación del sistema inmune. La misma molécula, de por si inocua, tendrá el efecto contrario según su asociación. Es como si el sistema de defensa del organismo, le dijera al inofensivo alcanfor:- dime con quién andas y te diré quien eres. Y, además, le diera una respuesta totalmente dependiente de su clase de compañía. Pues bien, el tipo de relación o compañía son un precioso indicador de riesgo de morbimortalidad- el riesgo de enfermar o morir-. Los animales que recibían una dieta rica en colesterol se libraron de morir porque la pequeña ayudante que los nutría, además de darles comida, los acariciaba. Pero paro los pobres ratones de arriba, que no alcanzaron caricias, el colesterol surtió sus efector letales. En compañía de caricias hasta los eventos mortales pueden ser sucesos inocuos.
Lo importante no es lo que nos pasa sino en qué circunstancias, con qué soporte, qué visión de nosotros y del mundo tenemos cuando nos pasa. Por eso el mismo conflicto, que a unos literalmente traspasa, en otros es algo que sencillamente pasa para dejar una enseñanza.
Cuando un hospital de la Florida contrató una enfermera que acariciara los prematuros recién nacidos constató que esta inversión le representaba un ahorro algo así como de diez mil dólares por cada uno, dado que aumentaron de peso más rápidamente y pudieron más precozmente ser dados de alta de las costosas unidades para el cuidado de los prematuros. Debajo de la piel hay hormona del crecimiento, factores de estimulación tiroidea, moléculas antidepresivas, neuropéptidos que inciden en nuestros estados de ánimo y ayudan a convertir nuestros estados emocionales en estado
fisiológicos. La piel es un radar en el que casa punto de acupuntura es una unidad de comando eléctrico, algo así como un pequeño cerebro racional que cambia su permeabilidad eléctrica según el ambiente interno y externo. Abrazos. Caricias, masajes, corrientes, barro, hidroterapia, láser, agujas, pediluvios y maniluvios, son muchos de los estímulos terapéuticos para dialogar con este radar entrenado por millones de años para conectar la vida a su ambiente.
La piel no es sólo una barrera de protección; es ante todo una ventana abierta al mundo de la comunicación. Pero información y consciencia no sólo están en patrones de personalidad y moléculas. Trascienden con mucho la piel, y a través de nuestras relaciones, son factores determinantes de nuestra calidad de vida.
Así, un cambio de creencias puede representar un rotundo cambio de vida. Cuando se analizan estadísticas sobre los supervivientes de cáncer talvez el único parámetro realmente significativo se el de un cambio de actitud hacia la vida. Aunque sea de todas formas la misma copa de vida, hay una gran diferencia si la vemos medio llena o medio vacía. La forma cómo se comunica la noticia puede tener efectos devastadores sobre la salud que la misma enfermedad. Qué opinas del más allá, puede ser un factor a considerar en el pronóstico de una mas llamada enfermedad Terminal. La calidad de las relaciones es tan definitiva, que el hecho de que los esposos se sientan queridos por sus mujeres es un factor protector que disminuye las complicaciones después de eventos coronarios. Sentirse querido, he ahí algo que incide en la supervivencia y la calidad de vida.
Si alguien inventara una medida que pudiera bajar el riesgo global de enfermar o morir sería el más firme candidato al Nóbel de medicina. Pero ese medicamento ya existe y es el soporte relacional. Dime cómo te relacionas y te diré cuán fuerte es tu salud.
La gente que tiene una buena red de soporte afectivo se enferma menos y cuando se enferma afronta mucho mejor todas las enfermedades. Cuando alguien nos puede abrazar o acompañar en el dolor, cuando tenemos el campo amortiguador del amor, los mecanismos de adaptación movilizados por el medico interior siempre funcionan mejor.
Son tan contundentes las estadísticas y los estudios científicos sobre estos aspectos de la consciencia que ahora no nos queda más remedio que contar con ella y empezar a estudiar el profundo significado, ya no a la luz de la metafísica o de la filosofía sino de la mismísima ciencia.
Y no es para menos. El mismo ayuno tiene efectos totalmente diferentes si es voluntario o impuesto. Grandes estudios como el del condado de
Alameda en California constataron de forma inequívoca que las personas con un buen soporte relacional estaban más protegidos contra muchos tipos de enfermedad que aquellos que, aún llevando un estilo de vida muy sano, no tenían relaciones sociales de calidad. Es cada vez más evidente que la vida muy sana, no tenia relaciones sociales de calidad. Es cada vez más evidente que la vida también se nutre de sentido, en otras palabras de querer y sentirse querido. Cuando en Rossetto un pueblo de pensilvania los inmigrantes italianos tenían un estilo de familia abierto, aquellas en laque todos se comparte, la prevalencia de enfermedad coronaria era mucho más baja que la del resto del estado. Cuando se desintegró el modelo de unidad familias, las estadísticas de infarto subieron a los niveles esperados para el resto del estado. Todo esto nos revela que la salud es un asunto relacional.
Relaciones entre moléculas, emociones, creencias. Relaciones con nosotros, con los otros con el mundo de lo trascendente. Todos esos patrones de relación con presente vivo en nuestro cuerpo; están allí latentes en nuestra piel, en el cerebro, en el genoma. Como agua viva, un campo relacional empapa nuestro cuerpo y nos conecta al universo. En ese campo cabe la ciencia moderna, las ciencias emergentes, el antiguo arte de curar. Todos son campos de consciencia comprimidos o expandidos, octavas, de una vibración fundamental que podemos sintonizar con paquetes de información constituidos por estímulos mecánicos, químicos, electromagnéticos. Pero también por actitudes, intenciones, imágenes y pensamientos, campos de consciencia que , en ciertas circunstancias, pueden precipitarse en cascadas de energía e información hasta las moléculas. Aquí tiene sentido el mantram, el mandala, el símbolo, la oración.
En todo instante esta magia está sucediendo en el organismo: una idea moviliza neurotransmisores; el solo pensamiento de moverse ya genera actividad eléctrica de complejos grupos neuronales; la tristeza moviliza neuropéptidos que actúan sincrónicamente sobre el sistema inmune, el sistema vascular, el apetito, la libido. Un sentimiento de amor impersonal cambia toda la fisiología y la emisión eléctrica del corazón que actúa como una especie de cerebro eléctrico ordenador de todos los ritmos.
Como una matriz de infinita sensibilidad orientada al reconocimiento de la unidad, como una armonía destinada a llevar a cada espacio la consciencia de la integridad, cada estímulo denso o sutil desencadena cascadas que inciden sobre la totalidad. Todo el cuerpo es cerebro y consciencia, cada molécula material es también mental.
No dividido todo estaba implícito en un cuerpo, sustrato portador y partícula de una onda de energía que a su vez portaba una intangible corriente de vida. Codificada en un patrón de ordenamiento
molecular, en la estructura disipativa del cuerpo podía expresarse el plan de la vida. El Proceso de relacionar la onda con su partícula, la materia con la energía, la información con la conciencia, es un proceso de aprendizaje.
El cerebro mismo modifica su anatomía cuando aprende, la red de sinapsis cambia y esa red es apenas un símbolo de la red relacional de la vida. Aprender es tender puentes entre las neuronas del cerebro, entre los distintos estados de consciencia o cuerpos, entre nosotros y el universo.
En ese proceso estamos todos. Toda vida. Aprendamos, que aprender es vivir. ¡ Salud Consciencia!
Autor: Dr. Jorge Carvajal Posada
Derechos reservados: VIAVIDA, S.A.


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