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Ver toda la historia y sus consecuencias, vale la pena, algo mas apara aprender que no nos dejan saber. La traducción es de google, no etsa 10 puntos pero esta bien entendible.
El csic avala el uso de la marihuana contra el cáncer
Ha logrado identificar los mecanismos que intervienen en la acción antitumoral de su principio activo MADRID, 2 (SERVIMEDIA) El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha participado en un estudio que ha identificado los mecanismos moleculares que median la acción antitumoral del principio activo de la marihuana, el "THC".
Los resultados de la investigación, que aparecen publicados en el último número de la revista "The Journal of Clinical Investigation", indican que los cannabinoides activan un proceso de autodigestión celular (autofagia) que conduce a la muerte celular programada de células cancerígenas.
Investigaciones previas habían constatado que los cannabinoides promueven la muerte de las células tumorales mediante la acumulación de ceramida, un lípido muy abundante en las membranas celulares, y la acción de dos proteínas: p8 y TRB3. Sin embargo, se desconocían los mecanismos por los que estas dos proteínas lograban estimular la muerte de las células cancerígenas.
Según informó hoy el CSIC, el hallazgo sugiere que este proceso celular podría constituir una nueva estrategia contra el cáncer.
Los autores han trabajado con modelos animales y muestras obtenidas de pacientes con glioblastoma multiforme, uno de los tumores cerebrales más comunes y agresivos. Sus conclusiones refuerzan la idea del uso de cannabinoides como fármaco antitumoral en terapias contra tumores que afecten al cerebro, así como parte de otras terapias combinatorias.
El trabajo, dirigido por el investigador de la Universidad Complutense de Madrid Guillermo Velasco, cuenta con la colaboración de las investigadoras del CSIC Patricia Boya y Patricia Vázquez, ambas del Centro de Investigaciones Biológicas (CSIC) de Madrid.
MADRID.- Tal vez el papel más conocido de la marihuana entre pacientes con cáncer sea como 'aliado' contra la fatiga, la pérdida de apetito o las náuseas que causan algunos tratamientos. Sin embargo, en otro contexto muy diferente empiezan a verse evidencias que demuestran que el cannabis podría ser algo más: un agente terapéutico contra las células tumorales. Un grupo de investigadores españoles lidera esta vía de investigación, que esta semana ha puesto un nuevo peldaño en su camino.
El equipo, que encabeza desde la Universidad Complutense de Madrid el investigador Guillermo Velasco, acaba de publicar en la revista 'Journal of Clinical Investigation' nuevos datos que confirman el potencial anticancerígeno del tetrahidrocanabinol (THC), el principal ingrediente activo de la marihuana. Y lo que es más importante, han desentrañado los mecanismos que intervienen en esta acción antitumoral.
Como si de una cadena de montaje se tratase, Velasco y su equipo han observado (tanto en líneas celulares humanas, como en ratones con tumores cerebrales), que el cannabis es capaz de activar una proteína, p8, que a su vez actúa sobre otras piezas importantes en el control del crecimiento tumoral, como Akt y mTORC. "Esto desencadena en las células un proceso de autofagia, por el que ellas mismas digieren algunos de sus propios componentes, como las mitocondrias", explica el investigador. Finalmente, esta autofagia provoca la muerte de la célula tumoral mediante una especie de suicidio programado llamado apoptosis.
Los ratones del experimento, recibieron la misma dosis de cannabinoides sintéticos (suministrados por compañías que lo fabrican de forma artificial) tanto en la zona del tumor como intraperitonealmente, es decir, con una inyección bajo el abdomen. Y en ambos casos se logró una reducción de la masa tumoral; lo que significa que la acción del tetrahidrocanabinol puede obtenerse bien de manera local o sistémica, a través del torrente sanguíneo.
También en humanos
Para confirmar que el mecanismo descubierto es el mismo en el caso de los tumores humanos, Velasco y su equipo tuvieron acceso a las muestras de dos pacientes tratados en Canarias con tetrahidrocanabinol dentro de un ensayo clínico piloto realizado en 2006. Y confirmaron que también en células humanas el principal ingrediente del cannabis es capaz de desencadenar esta cascada de señales que acaba con la muerte de las células cancerosas.
La buena noticia es que conociendo al detalle este mecanismo es posible pensar en utilizar fármacos que regulen esa vía; bien diseñando compuestos nuevos que actúen a ese nivel, o utilizando fármacos que ya están en el mercado (como la rapamicina, que actúa sobre mTORC). Aunque como advierte Velasco con cautela, "que nadie piense que el cannabis va a combatir por sí solo el cáncer cerebral", sino que será necesario utilizarlo y probarlo con otros compuestos. "El futuro del cáncer pasa por terapias combinadas e individualizadas; no por una monoterapia", subraya.
A partir de ahora, al margen de conocer mejor los entresijos de este mecanismo, el grupo tratará de llevar sus conclusiones a un ensayo clínico con pacientes. "Tendremos que combinar los cannabinoides con otros compuestos útiles frente a los tumores cerebrales; y ver todavía cuál es la dosis adecuada de THC, la mejor vía de administración... Esto no es mágico".
Además, añade, se trataría de utilizar el cannabis igual que un medicamento, no por vía inhalada, ni fumada. De hecho, una de las posibilidades que barajan es emplear uno de los fármacos a base de cannabinoides que se administra en forma de 'spray' por vía sublingual (llamado Sativex) y que podría autorizar la Unión Europea próximamente.
Respecto a los recelos que pueden despertar los posibles efectos secundarios del cannabis (como ocurre en el cerebro de los fumadores de porros más jóvenes), Velasco también se muestra tranquilizador. "Tiene un perfil mucho menos tóxico que la quimioterapia. Y hemos observado que en las células sanas tiene incluso un efecto protector. A diferencia de las células tumorales, éstas no mueren cuando se les inyecta THC", explica. Sin que se sepa aún muy bien a qué se debe esta diferencia, el investigador se atreve a apuntar a una cuestión relacionada con el metabolismo que habrá que seguir estudiando.
La Cannabis podría ayudar a combatir el cáncer de próstata
Investigadores de la Universidad de Alcalá de Henares han hallado indicios de que componentes químicos del cannabis detienen el crecimiento de células cancerígenas en la próstata, lo que sugiere que los fármacos basados en esta planta podrían algún día ayudar a combatir la enfermedad.
Después de trabajar en un principio con células humanas, Inés Díaz-Laviada y su equipo también probaron un compuesto en ratones y descubrieron que reducía de manera significativa el crecimiento tumoral. La investigación de estos expertos, publicada en British Journal of Cancer, pone de relieve el creciente interés en el uso médico de los cannabinoides, sustancias químicas activas que se encuentran en la marihuana.
Sin embargo, los expertos matizan que la investigación todavía se encuentra en una fase exploratoria y que aún son necesarios muchos más años de ensayos para determinar la aplicación de las averiguaciones en el tratamiento del cáncer en humanos. "Esta es una investigación interesante que abre una nueva avenida para la exploración de potenciales fármacos, aunque se encuentra en una fase muy temprana", dijo Lesley Walker, directora de información oncológica en Cancer Research UK, propietaria de la publicación. "Desde luego que no se trata de que el hombre vaya a poder combatir el cáncer de próstata fumando cannabis", añadió.
Los cannabinoides probados por el equipo de científicos español parecen actuar contra el cáncer de próstata porque bloquean un receptor, o entrada molecular, en la superficie de las células tumorales. Eso detiene la división de estas células.
En efecto, los receptores de las células cancerígenas pueden reconocer y "hablar" con las sustancias químicas encontradas en el cannabis, dijo Díaz-Laviada. "Estas sustancias pueden detener la división y crecimiento de las células de cáncer de próstata y podrían convertirse en objetivo de nuevas investigaciones con eventuales fármacos para el tratamiento de los tumores prostáticos", añadió.
El trabajo de su equipo con dos cannabinoides -llamados methanandamide y JWH-015- supone la primera demostración de que tales sustancias del cannabis evitan la multiplicación de las células cancerígenas.
Logoros y fracasos farmacéuticos
Algunas farmacéuticas ya están explorando las posibilidades de los cannabinoides contra el cáncer, entre ellas la firma británica GW Pharmaceuticals, especializada en fármacos basados en cannabis. GW colabora con la japonesa Otsuka en una investigación temprana del empleo de extractos de cannabis para tratar el cáncer de próstata (el más común entre la población masculina), y también el cáncer cerebral y el de mama.
GW ya ha desarrollado un spray oral llamado Sativex que alivia algunos de los síntomas de la esclerosis múltiple y que piensa comercializar en Europa con la alemana Bayer y la española Almirall.
Otros intentos de explotación del sistema cannabinoide han tenido éxito dispar. Sanofi-Aventis se vio forzada a retirar del mercado el adelgazante Acomplia por sus vínculos con desórdenes mentales.
Un Informe Revela que la Marihuana es Anticancerígena
Un grupo de investigación liderado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha publicado un trabajo en la revista Journal of Clinical Investigation en el que se describen los mecanismos implicados en la acción anticancerígena del THC, el principal principio activo de la marihuana.
Los resultados obtenidos indican que el principio activo de la planta 'cannabis sativa' activa un proceso de autodigestión celular denominado autofagia que a su vez conduce a la muerte programada de las células tumorales. Sus conclusiones refuerzan la idea del uso de cannabinoides como fármacos antitumorales.
Hasta la fecha se conocía una parte del mecanismo de actuación de los cannabinoides en su lucha contra el tumor emergente. La acumulación de un lípido, la ceramida, y la síntesis de las proteínas p8 y TRB3 era el comienzo de un proceso que desencadenaba finalmente en la apoptosis (un tipo de muerte celular programada) de las células malignas. Ahora se ha descubierto que la clave de este mecanismo radica en la inhibición por parte de TRB3 de la proteína quinasa AKT y del complejo multiproteico mTORC1, dos eslabones importantes en el complejo proceso que lleva al crecimiento incontrolado de las células tumorales.
Según explica Guillermo Velasco, investigador de la Universidad Complutense responsable de la investigación: “Existen otras drogas, como la rapamicina, que actúan como inhibidoras de este complejo, mTORC1 y que se están ensayando para el tratamiento de distintos tipos de tumores. Sin embargo, la respuesta a dichos tratamientos es muy variable, ya que este complejo es el responsable de la regulación de distintos mecanismos dentro de la célula, con lo que su inhibición puede llegar a ser incluso contraproducente para frenar el crecimiento tumoral. Lo que hemos visto es que los cannabinoides regulan esta vía utilizando un mecanismo diferente que conduce además a la activación de la autofagia”.
Nueva estrategia contra los tumores El estudio es relevante ya que identifica un nuevo papel de las proteínas p8 y TRB3 en la inducción de autofagia, lo que puede ayudar a comprender mejor los mecanismos que regulan este proceso celular. Además, demuestra que la autofagia es necesaria para la actividad antitumoral de los cannabinoides. Esto indica que la activación de este proceso celular, a través de cannabinoides o de otros agentes, puede ser una nueva estrategia antitumoral.
El trabajo publicado en el JCI ha sido realizado en ratones y cultivos celulares obtenidos de pacientes con glioblastoma multiforme, uno de los tipos más comunes y agresivos de cáncer cerebral. Trabajos anteriores han dado signos de la eficacia de los cannabinoides como antitumorales. De hecho, en el año 2006 se llevó a cabo un ensayo clínico en fase I para detectar posibles indicios de toxicidad en su aplicación en humanos, con resultados esperanzadores. Sin embargo, el número de pacientes en el que se llevó a cabo era todavía demasiado reducido como para poder obtener conclusiones estadísticamente significativas.
¿Cómo lo hacen? Los investigadores ahora se plantean el siguiente paso, que será seguir desentrañando el mecanismo último por el que los cannabinoides inhiben el crecimiento tumoral. En cuanto a su aplicación clínica, el equipo científico se propone llevar a cabo un segundo ensayo con el fin de estudiar la acción antitumoral de los cannabinoides en combinación con otros agentes antitumorales .
En este trabajo, dirigido por el profesor Guillermo Velasco, de la Universidad Complutense de Madrid, han participado además científicos del CSIC, el Hospital Clínico de La Laguna, en Tenerife, el Institut National de la Santé et de la Recherche Médicale, en Marsella (Francia), la Universidad Roma Tor Vergara, en Roma (Italia) y la Universidad de Harvard, en Boston (EE UU).