EL INSOMNIO
La principal función del sueño es la reposición de la energía gastada durante las actividades diarias. Dicho de esta manera, pareciera que la ausencia de sueño no traería mayores consecuencias que cansancio y una baja de la energía para la vida diaria. Sin embargo, según los especialistas, el sueño produce efectos fisiológicos sobre el sistema nervioso y sobre otras estructuras del organismo. De ahí que la vigilia prolongada, entre otras consecuencias, induce a un mal funcionamiento de las actividades relacionadas con la mente y con la conducta, además de los efectos periféricos sobre el cuerpo.
Desde el punto de vista psicológico, cuando una persona sana no logra el relax necesario como para dormir, se debe a que no puede dejar de estar en guardia, porque teme que al perder el control propio del estado de vigilia, se aflojen las defensas que lo protegen de sus fantasmas personales. Quien padece de insomnio, por un lado, no puede desconectarse de problemas o situaciones que lo agobian y que le generan ansiedad o depresión, como si estuviera pendiente de su resolución, y por el otro, teme entrar en contacto con los deseos más profundos ligados a ellos, como si estos pudieran hacer eclosión, sin el disfraz suficiente que proporciona el soñar, transformándose en pesadillas.
La vigilia permanente trae consecuentemente un mal funcionamiento de las actividades del sistema nervioso relacionadas con la mente y con la conducta: un período prolongado de vigilia va seguido siempre de pensamientos perezosos. Una persona puede volverse muy irritable o mostrar tendencias psicóticas si se le impide dormir por largo tiempo.
El insomnio puede deberse a diversas causas, incluso las provocadas por el hábito de consumir estimulantes de apariencia inofensiva como el café, té, mate, etc. Para el ser humano cualquier vivencia dolorosa lo afectará en un sentido global. Asimismo, el bienestar psicológico aumentará las defensas e inmunidad frente a las enfermedades. Tanto las personas muy estresadas como las deprimidas son más propensas al insomnio. Las preocupaciones de sus mentes emergen una y otra vez sin hallar la solución adecuada. Seguramente esos problemas se conectan con conflictos que no han tenido el marco adecuado para su elaboración.
TIPOS DE INSOMNIO Según su duración los trastornos del sueño se clasifican en : 1. Insomnio transitorio: dura no más de tres días y se vincula con el dormir en un ambiente extraño. 2. Insomnio de corta duración: no se extiende más de tres semanas. Se relaciona con dolencias somáticas, estrés, duelo o cambios de trabajo. 3. Insomnio de larga duración o crónico: se mantiene durante meses o años. Es el que se vincula con afecciones psiquiátricas, dependencia del uso de psicofármacos o del alcohol, y afecciones orgánicas como diabetes, hipertiroidismo, etc.
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