El hueco en el subsuelo podría ofrecer refugio para futuros astronautas y convertirse en una base lunar
"Hemos descubierto un agujero vertical en la Luna", afirma un equipo internacional de científicos que ha analizado los datos tomados por la sonda espacial Selene. La boca del agujero mide unos 65 metros de diámetro y tiene una profundidad de entre 80 y 90 metros, es decir, el tamaño de un rascacielos no muy alto. Los investigadores suponen que se formaría hace miles de millones de años, cunado el satélite natural de la Tierra estaba más caliente y tenía actividad volcánica.
El túnel debió formarse por un flujo de lava con un tapón que luego colapsaría, dicen los científicos, aunque también podría haberse formado por un seismo. "Los tubos de lava, como si fueran canales subterráneos por los que en un tiempo fluyó lava, se encuentran normalmente en la Tierra", explican los investigadores, dirigidos por Junichi Haruyama (Agencia Espacial Japonesa, JAXA). Aunque se había pensado ya que podría haber agujeros similares en la Luna, no se había encontrado ninguno hasta ahora.
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Además de su interés científico, el hallazgo ha despertado inmediatamente ideas para su utilización, porque un túnel así podría convertirse en un buen refugio para astronautas exploradores de la Luna, un lugar para protegerse de la peligrosa radiación que castiga la superficie lunar, sin atmósfera o magnetosfera protectoras, explica Space.com. "Como los tubos de lava están resguardados del duro entorno, podrían convertirse en bases lunares muy útiles ", sugieren los investigadores, que han publicado su descubrimiento en Geophysical Research Letters.
Para la revista The New Scientist el agujero, que está en la región de Marius Hills, puede ser el primer indicio de un vasto sistema de galerías subterráneas en la Luna.
Los investigadores han analizado imágenes de la zona tomadas, con iluminación diferente, por la sonda Selene, que fue lanzada al espacio en septiembre de 2007 y que ha estado casi dos años (hasta junio de este año) en órbita, a 100 kilómetros de altura, sobre la superficie de la Luna. Haruyama y sus colegas siguen analizando los datos del archivo de la misión para ver si descubren más agujeros. Además, consideran que las imágenes de alta resolución que puede tomar la sonda Lunar Reconnaissance Orbiter, de la NASA, que está en orbita lunar desde el pasado mes de junio, pueden ser muy útiles para obtener más detalles del agujero.
A.R. - Madrid - 01/01/2010