¿Dónde estás mi ángel?... grito todo el tiempo…
¿Por qué ahora?... siempre le reclamo al viento… se ha creado un inmenso vacío en mi… No le encuentro el sentido a la vida, para este grande llanto no hay medida… cuando todo es tu vida es alegría, algo te la arruina…
Era una mañana hermosa, cuando los niños jugaban, el viento soplaba hacia el horizonte, mismo que mecía las copas de los árboles, tierna y suavemente… tu que me diste la vida, y ahora te marchaste así nada mas…
¿Por qué a mí? mi Dios... este miedo algún día de no tenerte conmigo, está presente en este corazón… estas lágrimas ya no son normales, que en cierto día, fueron de alegría…
Entregaría mi propia vida porque regresaras, por ver que tus ojos no se han cerrado aun…
¡Por qué precisamente a ella!... a ti, a ti te debo todo, tu me diste la vida, tu que me llevaste nueve meses en tu vientre, que me alimentabas, me hablabas, me cantabas y arrullabas…
Que por mas de diecisiete años me has aguantado… tus desveladas esperando oír el sonido de mis pasos entrando por la puerta…
Tu que siempre lloraste conmigo en mis tropiezos y sueños… al verte recostada, sabiendo que jamás volveré a ver en vida tu sonrisa, mas que grabada en mi recuerdo…
Tus ojos cerrados, ya no iluminan el camino de mis luchas… te fuiste...¿Por qué mi Dios?, ¿Por qué tuvo que pasar así?...
Cada lágrima derramada, aumentará el dolor de verte dentro de unos pedazos de tabla, de saber que no habrá quien me regañe más. Que cuando las pesadillas me atormenten, no podré gritar mas, esperando entres por mi cuarto, respondiendo que todo estará bien, que tu ya estas ahí…
Que ya no habrá celebración en grande por cada diez de mayo… porque tus labios no podrán agradecer todo esto que hago por ti… que al lograr mi sueños, tu no estarás en vida para ver la inmensa alegría que en mi vivirá…
Porque esta casa no es la misma sin tu presencia… saber desde dentro de mi corazón, que siempre estuviste ahí para consolarme en mis tropiezos… que desde niño y a un paso de adulto, te preocupabas por mi, porque no me enfermase… y aquí se te extraña tanto…
Que a pesar de que te fuiste a un mundo mejor, aún platico contigo… porque nadie en el mundo, me podría inspirar más confianza que tu, porque cada vez que lloro, siento tu presencia, abrazándome y platicándome al oído que estás tu ahí, y que nadie me podrá hacer daño… que contigo, conmigo, nada en este mundo es malo…
¿Dónde estas mi Ángel?.....
a mi madre que se fué al cielo...
Antonio
( me lo envió un gran amigo y con gusto lo comparto )