Frente a mí.
Estás como al otro lado de la mesa
A una cierta distancia defensiva
La mirada, ya recta ya evasiva
La mano, incierta, entre las mías.
Te absorbe más mis ojos, se atraviesa
Mejor cada palabra, más reaviva
La idea de que yace en ti cautiva
Honda inseguridad que no se expresa.
Frente a mi eres belleza que se admira,
Mente sonámbula que no conspira.
Brazos inmóviles y labios secos.
Ven a mí osadía irreverente,
Y en cuerpo y alma, mutua, sensualmente,
Inundamos de amor todos los huecos.
De Francisco Álvarez Hidalgo.
|