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Socio-Política: WikiLeaks
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Respuesta  Mensaje 1 de 5 en el tema 
De: Marti2  (Mensaje original) Enviado: 30/07/2010 07:36

La servicios de inteligencia de Pakistán (ISI) ofrecían a los talibanes entre 15.000 y 30.000 dólares para asesinar a ciudadanos indios en Afganistán. EE.UU paga cada año 1.000 millones de dólares a Pakistán para “gastos de guerra” en Afganistán. El ataque contra la embajada india en Kabul, el 7 de julio 2008, fue concebido con meses de anticipación y ejecutado a petición del ISI . La operación costó 120.000 dólares.

*Según Amnistía Internacional la documentación filtrada evidencia, a pesar de todo, que en junio de 2009 el entonces comandante en jefe de EEUU de las fuerzas extranjeras en Afganistán, el general Stanley McChrystal, puso en marcha un nuevo reglamento para hacer un seguimiento de los incidentes en Afganistán. Desde que dejó el cargo en junio de este año, su sucesor, el general David Petraeus, ha recibido presiones por parte de los oficiales militares y de los legisladores estadounidenses para levantar el reglamento que ofrece más protección a los civiles.

*El 4 de marzo de 2007, un convoy de marines de EE.UU., que llegaron a Afganistán tres semanas antes, fueron alcanzados por una furgoneta-bomba. Los infantes de marina hicieron una frenética huida, abriendo fuego con armas automáticas y disparando a discrección. Alcanzando a adolescentes en los campos, conductores en sus coches, ancianos… Diecinueve civiles desarmados murieron y 50 resultaron heridos.

*El ministro de Asuntos Exteriores y vicecanciller alemán, Guido Westerwelle, declaró en Bruselas que el material publicado por Wikileaks debe ser revisado a fondo por el gobierno.

*El coronel Dave Lapan, portavoz del Pentágono, califica de “acto criminal” la filtración de WikiLeaks.

*Varios de los 92.000 informes confidenciales hechos públicos hoy por WikiLeaks incluyen advertencias para no informar a los aliados de Estados Unidos desplegados en Afganistán. Por ejemplo cuando se ordena ejecutar a un presunto miembro de al-Qaida localizado en una escuela coránica. El ataque se realizó. Cinco misiles estadounidenses mataron a siete niños. Ni rastro del terrorista que se creía localizado. Estas unidades especiales, con licencia para matar, ayudaron a las tropas alemanas a deshacerse de aquellos “insurgentes” que les molestaban. Ejecutándolos en el desierto.

*Dos acciones de las tropas españolas han sido localizadas por The Guardian (1, 2, 3) entre los miles de documentos clasificados. En uno de ellos se puede leer:

Un coche con dos civiles afganos que venía por el mismo camino se echó a un lado para dejar pasar a un convoy español, pero del último vehículo de la columna militar salieron disparos que mataron al pasajero e hirieron al conductor.

El ejército español aseguró que los disparos mortales se produjeron cuando el vehículo trató de “meterse” en el convoy.

*Las tropas francesas ametrallaron un autobús lleno de niños en 2008, hiriendo gravemente a ocho de ellos. Una patrulla de EE.UU. también ametralló un autobús, hiriendo o matando a 15 de sus pasajeros, y en 2007 las tropas polacas bombardearon con morteros un pueblo durante la celebración de una boda matando a casi todos los invitados, entre ellos una mujer embarazada. El ataque fue una venganza. Polonia confirmó ayer que abandonará Afganistán en 2012 (o quizá antes).

*En una “batalla” en una aldea en Afganistán, los soldados holandeses dispararon contra once civiles, cuatro de ellos fallecieron y los demás resultaron gravemente heridos.

*The Guardian edita un magnífico tutorial para desenvolverse entre los 92.000 documentos (des)clasificados.

Conferencia de prensa de Julian Assange en el El Club Frontline de Londres:

La verdadera historia de este material es que la guerra es una maldita cosa… las muertes continuas de los niños, los insurgentes, las fuerzas armadas … el pueblo mutilado … esta es la historia de la guerra desde 2004.
Esto es el equivalente a la apertura de los archivos de la Stasi.
El curso de la guerra tiene que cambiar. La manera en que se tiene que cambiar todavía no está clara.
El ejército de EE.UU. es un barco inmenso que es muy difícil de revertir y la cubierta de arriba comienza en la parte inferior y se traslada a la parte superior. Es muy difícil adoptar una nueva política.
EE.UU. ha reclamado del Gobierno de Australia (Assange “reside” allí) que me vigile e informe sobre mí.
La primera crónica de la mayor filtración de la historia

7:18. Han sonado las alarmas en la Casa Blanca, que esta noche enviaba un mail a varios periodistas en el que les advertía, preparando el escenario, de que “Wikileaks no es un medio de comunicación objetivo, sino más bien una organización que se opone a la política de EE.UU. en Afganistán”. A lo que Julian Assange, fundador de WikiLeaks, que estaba esperando, contestaba:

¿Pueden los documentos originales considerarse no objetivos?

92.000 documentos secretos sobre las acciones del Ejército de EE.UU. en Afganistán están siendo ahora misma publicados y analizados por toda la prensa internacional. Tres medios han tenido acceso a ellos unas horas antes. The New York Times, The Guardian y Der Spiegel. Los tres han recibido los informes simultáneamente tal como había planeado Julian Assange.

Éstos incluyen extractos de los comentarios que el presidente Obama ha hecho en las cuestiones abordadas en los documentos clasificados.

Los documentos desvelan que Pakistán o sus servicios de espionaje se reunían directamente con los talibanes en sesiones secretas de estrategia para organizar redes de grupos combatientes para que luchen contra soldados estadounidenses en Afganistán, e incluso para tramar asesinatos de líderes afganos.

Los informes recogidos entre enero de 2004 y diciembre de 2009 son a juicio del jefe de la sección de investigación de The Guardian, David Leigh, “la mayor filtración en la historia de los servicios de Inteligencia”. Acciones comando, operaciones encubiertas, errores y muertes de civiles.

Por ejemplo se detallan las acciones de las unidades secretas (Task Force 373) de las fuerzas especiales que tiene como objetivo “señalar” a los líderes talibanes para ejecutarlos, evitando que sean juzgardos o detenidos. Reciben las órdenes directamente del Pentágono operando fuera de la cadena de mando de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad ( ISAF ).

También se hace referencia en la documentación a los mil millones de dólares que EE.UU envía a Pakistán anualmente. ¿Para sufragar a los servicios de inteligencia que ayudan a los talibanes?

Los informes dejan ver que se ha engañado a la opinión pública internacional. The Guardian editorializa al respecto. La situación real es mucho peor de lo que se nos ha contado. España mantiene tropas en Afganistán.

En un comunicado, el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, el general James Jones, ha indicado que las filtraciones “ponen en peligro las vidas de los estadounidenses y de nuestros socios”.

El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, John Kerry –uno de los más cercanos aliados demócratas de Obama– ha declarado que los documentos filtrados generan “serios interrogantes sobre la realidad de la política estadounidense hacia Pakistán y Afganistán”.
David Ballota



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Respuesta  Mensaje 2 de 5 en el tema 
De: Marti2 Enviado: 30/07/2010 07:40

Los diarios de la Guerra de Afganistán de Wikileaks

La revelación de miles de archivos de la Guerra de Afganistán hecha por Wikileaks ha sido una labor de periodismo de datos. Con esto fue con lo que lo hicimos.

Consulta el resumen de datos

Selección de The Guardian de los sucesos clave procedentes de los archivos de Afganistán de Wikieleaks: los datos

Datos de Wikileaks de los ataques con artefactos explosivos en Afganistán


Bueno, siempre quisimos reportajes basados en datos: ahora los tenemos. En grandes cantidades. Los esperábamos con ansia. Los diarios de la Guerra de Afganistán de Wikileaks representan una victoria fabulosa del periodismo sustentado en datos de investigación, no sólo para nosotros, The Guardian , sino también para The New York Times y Der Spiegel .

También es una muestra de periodismo con datos en acción. Lo que quisimos fue posibilitar que nuestro equipo de reporteros especializados extrajera de la información historias cargadas de humanidad; y nos propusimos analizarla para dibujar una imagen global, para mostrar el desarrollo real de la guerra.

Ha sido un mes muy ajetreado para quienes hemos trabajado con los datos en The Guardian ; así es como hemos llegado hasta aquí.

Lo que pretendíamos hacer nos dejó claro enseguida que no íbamos a publicar la base de datos completa. Wikileaks ya iba a hacerlo y nosotros queríamos estar seguros de no revelar los nombres de los informadores ni de poner en peligro innecesariamente a los soldados de la OTAN. Al mismo tiempo, debíamos facilitar la utilización de los datos a nuestro equipo de periodistas de investigación: David Leigh , Nick Davies , Declan Walsh , Simon Tisdall y Richard Norton-Taylor . También queríamos que al lector le resultara más sencillo acceder a la información fundamental, la del mundo real, de forma tan clara y transparente como fuéramos capaces de presentarla.

Los datos nos llegaron en un archivo de Excel inmenso, compuesto por 92.201 filas de datos, algunas de ellas sin nada en absoluto o con los datos en un formato lamentable. Todo archivo de Excel que sobrepase las 60.000 filas ralentiza el programa de forma espectacular; guardar información cuesta un tiempo largo y penoso (seleccionar la primera fila, desactivar la función de guardado automático en las preferencias,...). No ayuda a los periodistas a tratar de buscar noticias entre los datos y resulta demasiado voluminosa para elaborar informes significativos.

Por fortuna, desde que existe COINS , los grandes grupos de datos no nos dan ningún miedo. Harold Frayman , que junto a John Houston suele ocuparse de lidiar con los datos de formatos pdf y otros para el Datablog , elaboró una base de datos interna muy sencilla. Ahora los periodistas podían buscar noticias por palabras o sucesos clave. De repente, el conjunto de datos se volvió asequible y resultó más fácil generar reportajes relevantes.

Los datos estaban bien estructurados (en este mismo artículo se puede leer más sobre el funcionamiento de esa estructura); por ejemplo, los sucesos estaban clasificados, unas veces de forma más fiable que otras.

También empezamos a filtrar los datos para que nos resultara más fácil relatar uno de los episodios más importantes de la guerra: el aumento de ataques con artefactos explosivos (por sus siglas en inglés, IED, Improvised Explosive Device): las bombas de fabricación casera que se depositan en las cunetas y cuya explosión es imprevisible e imposible de combatir. Este subconjunto de datos seguía siendo inmenso... pero más fácil de manejar. Entre 2004 y 2009 había en torno a 7.500 explosiones de artefactos o emboscadas (una emboscada es aquella situación en la que el ataque con explosivos se combina, por ejemplo, con fuego de armas cortas o lanzamiento de cohetes o granadas). Se encontraron y desactivaron otros 8.000 artefactos explosivos caseros. Queríamos ver la evolución de estos acontecimientos a lo largo del tiempo, así como la imagen comparativa que arrojaban.

El resultado son los datos que aparecen a continuación, que nos muestran lo siguiente:

• Los ataques con artefactos explosivos a lo largo del tiempo

• En qué regiones se produjeron

• Información sobre bajas recogida en la base de datos

Pincha aquí para descargar una vista completa de la plantilla de datos

Los datos de las bajas comportaban escollos especiales; a menudo se habían recopilado sin exactitud y estaban incompletos. Nosotros les hemos añadido, además, las bajas registradas por la OTAN para verificar la veracidad de los datos, y se verá cómo varían.

Pero esta panorámica general no transmite la enormidad de los millares de explosiones. Hay un lapso de tiempo concreto, los tres días previos a las elecciones presidenciales del año pasado, en el que se registró la explosión de más de 100 artefactos. ¿Se imagina cómo se vive en una situación así cada vez que hay que bajarse de un camión en mitad de la carretera?

Aquí es donde entró en escena el desarrollador Daithí Ó Crualaoich . Nos ayudó a señalar en un mapa la latitud y la longitud de cada uno de esos sucesos; y no sólo eso, sino que elaboró un mapa que se pudiera editar (los diseñadores lo llaman «mapa de vectores»). Y luego el diseñador gráfico Paul Scruton consiguió ponerlo bonito para el periódico. Se puede descargar desde Scrib’d: pincha aquí para ver los ataques con artefactos explosivos en Afganistán desde 2006 hasta 2009.

Lograr transmitir toda esa información a través de la red es un asunto distinto; Alastair Dant (con la ayuda de Igor Clark) elaboró dos gráficos interactivos para la página web:

Una guía interactiva de todos los artefactos explosivos depositados , elaborada a partir de una base de datos que incorpora los datos geográficos (para la que Paddy Allen y Mark McCormick realizaron las labores de diseño)

Una «portada» interactiva para nuestra selección de 300 sucesos fundamentales.

El equipo de investigadores seleccionó esos sucesos fundamentales porque los consideró particularmente relevantes; la guía de Alastair ayuda a navegar por ellos, y si se pincha en cada uno, conduce a una página elaborada por Harold (para la que Daithi y Lisa van Gelder realizaron labores de desarrollo esenciales), donde los usuarios pueden leer el informe completo.

Queríamos sacar lo máximo posible de los datos brutos existentes y hemos publicado dos grandes grupos de datos:

La información completa relativa a artefactos explosivos: un total de 16.000, entre los que explosionaron y los que se descubrieron y desactivaron

El conjunto total de incidentes significativos seleccionados por los especialistas de The Guardian

Se da la inevitable circunstancia de que la labor que contribuye a perfilar una historia no es tan estimulante como el propio reportaje. Pero en el futuro, cuando se vayan haciendo públicos cada vez más conjuntos de datos, serán tareas a las que los periodistas tendrán que hacer frente. Como escribió Roy Grenslade hace un par de días ,

la forma de revelación emergente a través de Internet, de la que con tanto éxito ha sido pionera Wikileaks en los últimos dos años, merece nuestro elogio y debe ser defendida frente a las fuerzas reaccionarias que pretenden evitar que se dé a conocer.

¿Hemos publicado lo suficiente? Por desgracia, no. ¿Hemos empezado a dar sentido a un conjunto de datos increíblemente complejo? Eso esperamos.

Ahora le toca a usted. ¿Puede ayudarnos a dar más sentido a esta información en bruto?

DATOS: Descarga de la hoja resumen.

Simon Rogers
The Guardian


Respuesta  Mensaje 3 de 5 en el tema 
De: Marti2 Enviado: 30/07/2010 07:42
La revelación de secretos como razón de ser
Periodismo de verdad
 

La última semana de julio de 2010 pasará a la historia del periodismo por dos razones. A nivel internacional, al establecer un punto de inflexión en la relación de Internet con los periódicos tradicionales y el poder. Después del “caso de los papeles afganos”, nada volverá a ser lo mismo: la revelación de WikiLeaks, utilizando como caja de resonancia a The New York Times, The Guardian y Der Spiegel, establece un modelo de colaboración entre los medios emergentes y el periodismo de investigación y análisis que puede suponer un revulsivo para las empresas de comunicación. Las libertades de expresión y comunicación saldrán ganando.

Les decía que había una segunda razón, y ésta es de ámbito local. La última semana de julio de 2010 certificará también el punto de no retorno para determinada prensa subvencionada, que dedicó más espacio a las corridas de toros que al caso WikiLeaks. Lo tendremos en cuenta cada vez que nos ofrezcan determinados diarios al viajar en el AVE: el tiempo de lectura es un valor cada vez más preciado por escaso, casi tanto como los árboles dilapidados en papel folklórico.

Pero volvamos a lo importante, los secretos. Así como hay profesiones –la abogacía o la medicina, por ejemplo- que llevan aparejadas la custodia del secreto, en el periodismo ocurre justo lo contrario: la principal obligación de todo buen periodista es destapar los trapos sucios del poder. Ahí radica el valor, y la razón de ser, de las tres redacciones que han respaldado a WikiLeaks con compromiso y valentía, asumiendo los riesgos que comporta desafiar al poder militar, económico y político.

Unos riesgos que vale la pena ponderar a la luz del sistema jurídico español, que recientemente ha sentado a diversos periodistas en el banquillo, por el presunto crimen de cumplir con su obligación profesional. Periodistas como los de la Cadena Ser o de este mismo periódico, a los que se sometió innecesariamente a un calvario judicial, sólo por cumplir con su deber.

Nuestro Código Penal establece distintas penas en función del tipo de secretos, que de por sí ya son reveladoras del distinto rasero con el que el poder trata el derecho a la intimidad. Así, el artículo 278 del Código Penal establece una pena mínima de dos años para la revelación de secretos de empresa, superior a la establecida en los artículos 197 y siguientes para la privacidad de las personas, y también superior a la que regulan los artículos 598 y siguientes para los secretos de Estado.

Al igual que sucede con la Ley de Prensa de 1966, conocida como Ley Fraga, también sigue vigente la ley franquista de Secretos Oficiales, de 1968, en cuyo preámbulo se invocan las Leyes Fundamentales del Movimiento Nacional. Con tales antecedentes, no es extraño el distinto rigor con que los representantes del Ministerio Público afrontan el derecho a la privacidad, en función de quién sea su titular, y de quién sea el acusado. Algo que he podido comprobar dolorosamente en alguna Sala de Vistas, donde algún fiscal ha llegado a pedir diez años de cárcel contra un trabajador, mientras pedían el sobreseimiento para los patronos que espiaban los e-mail.

El caso WikiLeaks también puede ser un espejo judicial, en el que nuestro sistema jurídico vea reflejadas sus miserias. Baste para ello traer a colación el histórico caso de “los papeles del CESID”, donde algunas sentencias de la justicia ordinaria fueron invalidadas por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y el Tribunal Constitucional.

Revelar secretos puede ser un delito, pero en ocasiones salva vidas. Torturas, asesinatos, desapariciones, terroristas de Estado quedarían impunes de no ser por periodistas valientes, comprometidos -y como los árboles- cada vez más necesarios por escasos. Mientras buscaba documentación para este artículo, me encontré con una entrevista digital al coronel Juan Alberto Perote, en su día encausado por destapar nuestra particular guerra sucia. Al reparar en la segunda de sus respuestas, un escalofrío me recorrió la espalda, pensando en lo que quizás se podía haber evitado un 11 de marzo en Madrid.

Carlos Sánchez Almeida
Jaque Perpetuo


Respuesta  Mensaje 4 de 5 en el tema 
De: Marti2 Enviado: 30/07/2010 07:45
Salvar al "soldado" Manning es una prioridad moral
 

El 9 de junio Nación Red publicaba un post titulado Alerta en EE.UU por la posible publicación en Wikileaks de informes confidenciales “muy sensibles”. Ninguno de esos documentos – algunos con referencias a España o el Vaticano – han sido publicados todavía.

El post que publicamos estaba ilustrado por una fotografía del oficial de inteligencia Bradley Manning, el sospechoso número uno de ser la “garganta profunda” que filtra la documentación que WikiLeaks está publicando. Señalado ya con el dedo del establishment y a la espera de una dura condena. Espera en Camp Arifjan, en el desierto de Kuwait.

En su visita al Parlamento Europeo, Julian Assange manifestó que Bradley Manning es una prioridad moral. También lo es para los activistas de la campaña “Salvar a Bradley Manning” que desde la red se han movilizado para llamar la atención del mundo sobre la situación y circunstancias de un hombre acusado de revelar posibles crímenes de Estado. Un hombre joven encarcelado en el desierto de Kuwait.

La movilización en la red para salvar a Manning, Julian Assange lo sabe, supone un cuestionamiento generalizado del proceder de la vieja política (mentiras, crimen, corrupción, realpolitik, razón de Estado). Una revolución transformadora y radicalmente democrática que no es otra que la de los “ciudadanos digitales”. La voz de Internet que se levanta frente al establishment.

David Ballota
Nación Red


Respuesta  Mensaje 5 de 5 en el tema 
De: Marti2 Enviado: 30/07/2010 07:47
Wikileaks se defiende de las acusaciones de EEUU
 

El fundador de Wikileaks, Julian Assange, se ha defendido de las acusaciones de EEUU sobre la protección de sus informantes. La web publicó el lunes por la noche 90.000 informes sobre la guerra de Afganistán en los que aparecen los nombres de algunas personas que podrían estar ahora en peligro según el razonamiento de EEUU.

Assange aseguró esta semana en una rueda de prensa en Londres que su organización había optado por no publicar otros 15.000 documentos para proteger la identidad de algunas personas que aparecen en ellos.

Desde el primer día, EEUU ha intentado acusar a Wikileaks de poner en riesgo a sus tropas. Toda vez que se supo que esos documentos tienen siete meses de antigüedad, Washington optó entonces por decir que la filtración no aportaba nada nuevo a la visión de la guerra y rebajó un poco el tono de sus declaraciones.

"Lo lamentaríamos"

Pero ayer, el diario The Times publicó un artículo en el que comentaba que con un rápido vistazo se podía identificar a varias personas por su nombre e incluso por su domicilio. La Casa Blanca volvió a la carga diciendo que la publicación de los datos iba a terminar por poner en peligro a los civiles a los que se tomó declaración para elaborar los informes militares.

Assange asegura que Washington se negó a colaborar para encubrir a los informantes

Hoy, el diario británico publica una entrevista con Assange en la que se defiende de las acusaciones.

El fundador de Wikileaks aporta und ato hasta ahora desconocido: Washington sabía queiban a publicar los documentos ya que, según él, Wikileaks pidió consejo a la CasaBlanca la semana pasada para "minimizar la aparición de los nombres de algunos informantes". Según Assange, el Gobierno de EEUU se negó a colaborar y no dio respuesta alguna.

Assange insistió en que "la publicación no va a poner en peligro a nadie, pero si ese fuera el caso lo lamentaremos profundamente". "Si hemos cometido un error, tendremos que revisar nuestros procedimientos y reaccionar en consecuencia", insistió.
Daniel del Pino
Público



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