Quizás convenga recordar aquí, aunque duela a muchos leerlo,
cuál es la personalidad de las personas
adictas a internet y muy especialmente
a los chats, ello nos ayudará a una mejor
comprensión de los dramas que aquí se relatan.
La dependencia de internet puede ser reflejo
de unas carencias psicológicas primarias como
soledad, déficit de comunicación, trastornos
mentales y problemas de pareja o carencia de esta.
En general son personas de clase madia con
un buen nivel cultural. Su sintomatología se
plasma en una comprobación reiterada del
correo electrónico y la necesidad apremiante
de estar conectado en todo momento,
descuidando sus obligaciones.
Entre los síntomas más comunes están la
perdida de control, ansiedad, insomnio,
irritabilidad, dificultades de comunicación,
inestabilidad emocional y una búsqueda
obsesiva de personas con las que sentirse
identificados o que perciban que las escuchan y atienden.
Los factores de riesgo son el aburrimiento por
falta de ocupaciones de ocio, la carencia de
relaciones reales y de objetivos; la timidez y la ausencia
de una autoestima adecuada.
La red les permite satisfacer tres tipos de necesidades,
la emocional por carencia de afectos, la estimulación
solitaria (información, imágenes, sonidos, juegos)
y la búsqueda de interacción social
(chats, juegos, foros y sexo virtual)