Los laboratorios farmacéuticos en parte por dar una imagen de transparencia, en parte porque son obligados por algunos gobiernos, están revelando información acerca de sus pagos, “incentivos”, a los médicos. Hace unos días el periódico en Internet ProPublica (uno de los ejemplos de periodismo independiente en la red financiado por sus lectores) reveló los emolumentos cobrados por numerosos médicos de siete compañías: GlaxoSmithKline (GSK), AstraZeneca, Eli Lilly, Merck, Pfizer, Johnson & Johnson y Cephalon.
Más de 17.000 proveedores de atención sanitaria, la mayoría de ellos doctores, aceptaron pagos de esas siete compañías desde 2009. Más de 350 de ellos cobraron más de 100.000 dólares durante 2009 y 2010, observa Consumer Report; 43 obtuvieron más de 200.000 dólares y dos médicos llegaron a recibir más de 300.000 dólares. Como observa PMFarma, “si ahondamos en esos datos, podremos observar más allá, como por ejemplo el hecho de que alrededor de 250 de los médicos que recibieron pagos fueron sancionados por las autoridades y 40 fueron advertidos por la FDA por falta de ética profesional, perdieron privilegios hospitalarios o fueron declarados culpables de ciertos delitos”.
Una historia señala que GSK gastó más en honorarios por dar conferencias para Avidart, su fármaco para la próstata, que para cualquier otro tratamiento. Boston Globe encontró que los médicos e investigadores de la Escuela Médica de Harvard cobraron el 45% de los 6,3 millones de dólares pagados a los médicos de Massachussets.
Miguel Jara