Fox News y CNN están liderando una viciosa campaña de desinformación en los medios de comunicación de EEUU contra el levantamiento popular de Egipto. Ambas cadenas están exagerando la cuestión de la "inestabilidad" en algunas ciudades de Egipto como El Cairo. La cuestión es que los egipcios no sólo no consideran lo que está ocurriendo como "inestabilidad", sino como una marcha victoriosa hacia una sociedad democrática. Durante estos siete días de potente sublevación en Egipto la gente de forma masiva insiste en poner fin a los 30 años del brutal y corrupto Estado policial de Mubarak, y su número aumenta cada día. En las primeras jornadas del levantamiento, Mubarak –primero soltando a las calles a su infame policía– mató a más de 100 personas y arrestó a multitud de activistas y manifestantes. A continuación, al retirar de las calles a sus matones policiales y ordenar al ejército que avanzara para tomar el control de diversos lugares como señal de intimidación, creó deliberadamente un vacío de seguridad. Este movimiento del gobierno brindó a los ladrones la oportunidad para asaltar hogares y negocios y para realizar saqueos y cometer actos vandálicos que crearon una atmósfera de miedo y caos en algunas zonas de El Cairo. Pronto los jóvenes comenzaron a proteger sus barrios con cualquier medio a su disposición. La instantánea respuesta masiva se parecía a lo que pasó durante el levantamiento iraní de 1979, cuando la juventud iraní tomó el control de sus barrios para garantizar su seguridad cuando el Shah fue derrocado y no había gobierno. En El Cairo los jóvenes consiguieron en el plazo de unos pocos días contener a los delincuentes y arrestar a algunos saqueadores. Según algunas informaciones, los comités de protección de barrios encontraron carnets de identidad de la policía egipcia en las ropas de esos hooligans.
Los medios de comunicación de EEUU –informando “en directo” desde El Cairo– en realidad están tratando de imaginar un escenario apocalíptico en el Oriente Medio. Su objetivo es justificar la necesidad de controlar militarmente estos "disturbios civiles". La administración Obama y la secretaria de Estado Hillary Clinton, (que desvergonzadamente siguen apoyando al dictador), después de 30 años de apoyo incondicional al régimen de Mubarak y tras la reciente publicación de los documentos de Wikileaks –que revelan claramente que el gobierno de EEUU tenía pleno conocimiento de la brutalidad de la policía de Mubarak y de que la tortura es "rutinaria y omnipresente" en Egipto–, han cambiado de actitud y apoyan ahora los "derechos democráticos" del pueblo egipcio, aunque aconsejando al pueblo egipcio que sea "pacífico" y dejando claro que Washington quiere ver en Egipto una transición "ordenada" hacia la democracia!
Fox News “advierte” incesantemente de que los “musulmanes radicales" pronto se harán con el poder en Egipto, atacarán Israel y cerrarán el Canal de Suez. Geraldo Rivera informa sobre constantes "saqueos" y "violaciones" en diferentes barrios de El Cairo. La CNN, con titulares como "¡Caos!" y "¡Anarquía en Egipto!", es otra fuente de desinformación sobre el levantamiento popular egipcio. Después de cada uno de sus reportajes Wolf Blitzer apostilla con mirada sombría: “¡Esta noticia es para echarse a temblar"!
Los participantes en las manifestaciones de Egipto, de Túnez y de otros países son gentes orgullosas, resueltas y ciertamente optimistas con respecto a un futuro mejor. Los organizadores de la recién formada oposición en El Cairo han convocado en Egipto una Marcha de un Millón para el 1 de febrero. Teniendo en cuenta el sólido apoyo de los EEUU a Mubarak, que todos los vuelos comerciales dentro y fuera de El Cairo están prohibidos, que Internet y otros medios de comunicación están cada vez más restringidos, que los periodistas están siendo atacados e incluso se ha confiscado material de rodaje al equipo de Al-Jazeera, teniendo en cuenta todo esto, el día de mañana [por ayer] marcará un punto de inflexión a muchos niveles, y el papel de los militares será revelador. El ejército egipcio, como ocurrió con el de Irán durante el levantamiento iraní, se compone de dos partes diferentes: por un lado, los oficiales de alto rango, leales a Mubarak, al gobierno de EEUU y al Pentágono, que reciben órdenes directamente de ellos; y, por otro, la mayoría de la tropa, procedente de humildes familias trabajadoras egipcias y que no tienen el más mínimo deseo de enfrentarse en la marcha contra sus hermanos y hermanas, padres y madres. Sin embargo, desgraciadamente es muy posible que mañana en El Cairo algunos elementos militares –sobre todo bajo el mando del nuevo vicepresidente Omar Suleimán, un halcón castrense de muy mala reputación– disparen contra la multitud.
El pueblo estadounidense debería exigir a Obama que no permita que se produzca un derramamiento de sangre y que advierta públicamente a Mubarak en ese sentido. Al día de hoy Mubarak y su banda no se beberían ni un baso de agua sin el permiso de Washington. Nosotros, el pueblo estadounidense, tenemos una gran responsabilidad para garantizar que los egipcios puedan decidir por sí mismos, libremente y sin injerencias del gobierno de EEUU, como lo hicieron nuestros antepasados en la Revolución Americana. Debemos apoyar incondicionalmente a nuestros hermanos y hermanas egipcios. Hacer eso es lo correcto y lo que más nos beneficiará a largo plazo.
En esta ecuación los únicos perdedores serán los dictadores y el Estado apartheid de Israel.
Nayeri Massoud
gilad.co.uk