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Ecologia: Las ranas y el cambio climatico
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De: Marti2 (Mensaje original) |
Enviado: 31/01/2011 07:53 |
Las ranas tropicales se están extinguiendo. La razón es una vez más el cambio climático. Según Alan Pounds de la reserva tropical de nube Monteverde en Costa Rica la “bala” que mata a las ranas es una infección por hongos, pero quién aprieta el “gatillo” es el cambio climático y en última instancia el hombre. El hongo es el Batrachochytrium dendrobatidis que vive sobre la piel de las ranas y que debido al cambio climático prolifera mucho más que antes.
Ya en 2004 se puso de manifiesto que un tercio de las especies de anfibios del planeta están en peligro de extinción. Las regiones tropicales de América son sólo parte de las muchas regiones del mundo donde este fenómeno está sucediendo. Se han señalado como culpables la pérdida de hábitat, cambios en la temperatura, infecciones varias, cambios en el patrón de lluvias, contaminación… Además la piel de estos animales, a través de la cual respiran, es muy sensible a cualquier alteración. Sin embargo las ranas están desapareciendo incluso de lugares donde la mano del hombre todavía no ha llegado allí para alterar el hábitat. Ahora Pounds y sus colaboradores han encontrado la razón, al menos para el caso de las ranas tropicales americanas. Allí se han perdido el 70% de las ranas arlequín, a pesar de todos los esfuerzos. Este grupo ha encontrado una correlación entre el aumento de la temperatura del aire y del agua marina con el ritmo de extinción de estas especies. El cambio climático hace que las noches sean más cálidas, los días más fríos y se formen más nubes, condiciones ideales para la proliferación de los hongos parásitos. Esto se ha comprobado en 50 localizaciones entre Costa Rica y Perú. Los autores del estudio ponen de manifiesto que sino se pone coto a las emisiones de gases invernadero nos enfrentaremos a una perdida masiva de biodiversidad.
Los expertos no saben si esta razón están también detrás de la desaparición de otras especies de ranas en otras regiones del mundo, aunque hongos similares también se dan en otras latitudes. Algunos expertos afirman que esta es la primera demostración que relaciona la extinción masiva de especies con el cambio climático. | |
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De: Marti2 |
Enviado: 31/01/2011 07:53 |
De: Damara |
Enviado: 30/01/2011 05:54 |
Y lo mismo pasará con otras especies.....
Gracias,Marti | |
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De: Marti2 |
Enviado: 31/01/2011 07:54 |
De: Nati-U |
Enviado: 30/01/2011 19:13 |
De la Asociación de Asociación Amigos de los Parques Nacionales nos hacen llegar un artículo muy interesante sobre el papel de los animales como indicadores de cambio climático.
Hoy en día que hay muchos escépticos sobre el calentamiento global y el cambio climático, viene bien seguir aportando pruebas diferentes sobre el tema.
Las especies animales y vegetales son las que más están sufriendo este cambio que está extremando los fenómenos climáticos, y así es que pueden servir como una forma de medir este cambio climático que hemos creado nosotros, y que está afectando a todo el planeta.
Norberto Ovando, vicepresidente de la Asociación Amigos de los Parques Nacionales y experto de la Comisión Mundial de Áreas Protegidas, nos dice que “En 1896, el físico sueco, Svante Arrhenius, premio Nobel en 1903, había advertido que la temperatura de la Tierra, para finales del siglo XXI, se elevaría entre 5 a 6º C si se duplicaba la emisión de dióxido de carbono (CO2) con relación a las emisiones preindustriales. La Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, en su publicación sobre el calentamiento global, lo calificó como una “evidencia científica clara y una progresiva amenaza” para la humanidad”.
Ya sabemos que no es nada nuevo, hace 20 años también se estaba alertando a los políticos y a la comunidad científica.
Ovando nos comenta que “Al calentamiento global, lo están sufriendo en mayor grado algunas especies más que otras, por eso el Fondo Mundial para la Naturaleza –WWF- y la Comisión Europea, conjuntamente con la iniciativa Climate Trackers (Rastreadores del clima) han lanzado una campaña en la que 35 especies animales "explican", de manera audiovisual, cómo les está afectando negativamente estos cambios, y qué podemos hacer los ciudadanos para evitarlo”.
Los animales elegidos fueron 35, según nos cuenta Norberto Ovando:
El oso gris se está quedando sin salmones, su alimento esencial, ya que el calentamiento climático está desbaratando su ciclo vital
La deforestación o la sequía, están haciendo mella en animales como los orangutanes, el tigre de Bengala y el ciervo rojo.
La expansión de parásitos transmisores de enfermedades como consecuencia de la elevación de las temperaturas, es un claro enemigo de animales como el corzo.
La modificación de la vegetación, está siendo un grave problema para la marmota.
El zorro rojo o común está invadiendo el territorio del zorro polar, y convirtiéndose en su mayor competidor por un alimento cada vez más escaso
El derretimiento de los hielos marinos o zonas nevadas, está dejando sin su hábitat natural al oso polar, al leopardo de las nieves, a la foca anillada, a la morsa, al pingüino de pico rojo o al urogallo.
La modificación de las corrientes marinas, reduce la cadena alimentaria de especies como la foca de Weddell habitante de la Antártida; y la reducción del plancton está haciendo mella enlas orcas.
La erosión e inundación de las playas, impide que las tortugas verdes puedan desovar; por otro lado la tortuga carey o el delfín mular están siendo testigos del blanqueo y destrucción de los corales
La acidificación de los océanos, está afectando especialmente al ostrero, un ave que habita en Eurasia y en menor grado al ostrero común de nuestro litoral marino Patagónico; el aumento de la temperatura del agua de mares o lagos, está afectando a especies como la tortuga laúd o el aligátor chino o americano, con problemas de escasez de machos o de hembras.
Aves marinas como el frailecillo, se están quedando sin polluelos por el aumento de la temperatura del océano; la corneja negra, es el testigo del impacto climático en Europa; los cambios en las condiciones de su hábitat obligan a emigrar a especies tan diversas como la libélula o el búfalo.
La falta de agua y las suaves temperaturas invernales, están dejando sin lugares de anidación al mosquitero silbador ave que habita en distintos países europeos.
La reducción del número de ciertos insectos, deja sin alimento a especies de aves como el cuco que vive en zonas con mucha vegetación en la época estival europea; especies migratorias como el papamoscas, están transformando su comportamiento ante la falta de presas, al igual que el martín pescador pío, que se queda sin alimento.
Especies como la tortuga de Florida, se convierte más fácilmente en invasora gracias al calentamiento de las charcas.
Este impacto en las condiciones de vida estaría causando que muchas especies animales y vegetales se vean obligadas a abandonar sus lugares, con el fin de encontrar las condiciones climáticas más adecuadas para ellos.
Si nada cambia, la mayoría de estos animales se encontrará hambrienta, sin hábitat y condenada a la extinción.
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De: Marti2 |
Enviado: 31/01/2011 07:55 |
De: Marti2 |
Enviado: 31/01/2011 02:12 |
Gracias Nati, buen articulo!
Agrego este de Green Peace
El océano y sus habitantes se verán afectados de manera irreversible por el calentamiento global y el cambio climático. Los científicos afirman que el calentamiento global, al aumentar la temperatura del agua marina, elevará el nivel del mar y cambiará las corrientes de los océanos.
Las corrientes oceánicas
El agua de nuestros océanos está en continuo movimiento – arrastrada por mareas, empujada por las olas, y circulando lentamente alrededor del globo por la fuerza de la Gran Corriente Oceánica (denominada también circulación termoalina). La corriente se mueve gracias a la diferencia de temperatura y salinidad del agua, y una de las más conocidas, la Corriente del Golfo, es la que asegura a Europa un clima relativamente cálido.
Además de asegurar a Europa un clima cálido y jugar un papel importante en el clima global, la Corriente oceánica contribuye a la acumulación de nutrientes en el fondo marino, aumentando la absorción oceánica de dióxido de carbono.
Qué puede acabar realmente mal
Según nos advierten recientes estudios, se aprecia ya una disminución de la circulación oceánica en la cresta de las profundidades oceánicas de Escocia-Groenlandia. Y mientras que la circulación oceánica parece haber funcionado de manera relativamente estable durante los últimos mil años, un estudio de los núcleos de hielo de Groenlandia y la Antártica indica que no ha sido siempre así. En un pasado más lejano, los cambios en la circulación de la Corriente se asociaron a un cambio abrupto del clima.
En resumen, la descenso de la salinidad de los océanos debido al debilitamiento de la capa de hielo del Ártico (como la placa de hielo de Groenlandia) y/o al aumento de las precipitaciones, podría terminar, ralentizar o cambiar el rumbo de la corriente. Este tipo de cambios dramáticos traería consigo graves cambios en la agricultura y el clima e incidiría en otras corrientes marinas y en las temperaturas del planeta.
Subida del nivel del mar
Se espera una subida global media del nivel del mar de 9-88 cm (3,5–34,6 pulgadas) durante los próximos siglos como consecuencia de los gases de efecto invernadero emitidos hasta la fecha y de las emisiones futuras. Este hecho provocará también el debilitamiento de la capa de hielo y la expansión térmica de los océanos (el agua se expande al calentarse).
Incluso una subida del nivel del mar comparativamente modesta provocará grandes catástrofes. Inundaciones en las costas y tormentas torrenciales, erosión de playas, contaminación con agua salada de fuentes de agua dulce, áreas de agricultura, inundación de marismas y humedales y de islas, así como el aumento de la salinidad de estuarios son ya realidades provocadas por una pequeña subida del nivel del mar. Algunas ciudades y pueblos costeros al nivel del mar se verán también afectados. Recursos críticos para poblaciones isleñas y costeras, como las playas, las fuentes de agua dulce, pesquerías, arrecifes de coral y atolones, así como hábitats de vida salvaje se encuentran también en peligro.
La placa de hielo del Antártico Occidental
Hace sólo cuatro años era un hecho comúnmente aceptado la estabilidad de la placa de hielo del Antártico occidental, pero su inesperado calentamiento que hace que se esté fundiendo está haciendo que los científicos se planteen de nuevo esta estabilidad.
En 2002, la capa de hielo de 500.000 millones de toneladas Larson B, que cubría un área el doble de grande que la ciudad de Londres, se desintegró en menos de un mes. Sus aguas no afectaron al nivel del mar en forma de subida, ya que se encontraba ya flotando en el mar, pero fue un recordatorio dramático de los efectos del calentamiento en la zona.
Más tarde, en 2005, el British Antarctic Survey publicó los resultados de sus investigaciones donde se recoge que el 87 por ciento de los glaciares de la Península Antártica ha sufrido un retroceso durante los últimos 50 años. En los cinco últimos años, estos glaciares han perdido una media de 50 metros por año.
Potencialmente el hielo de la Antártida Occidental podría hacer subir el nivel del mar unos seis metros. Aún cuando las posibilidades de que esto ocurra son consideradas bajas en el tercer informe de valoración del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), recientes investigaciones indican nueva evidencia de rotura masiva de la placa de hielo.
La placa total de hielo de la Antártida tiene suficiente agua para elevar hasta 62 metros los niveles del mar.
Los glaciares de Groenlandia
En julio de 2005, los científicos a bordo del barco de Greenpeace Arctic Sunrise realizaron un increíble descubrimiento: la evidencia de que los glaciares de Groenlandia se están derritiendo a un ritmo sin precedentes. Un ejemplo más de que el cambio climático no es algo del futuro, sino que se encuentra ya a las puertas del presente, y si vives en una ciudad costera, no estamos hablando de una simple figura retórica.
Diversas investigaciones indican que el Glaciar Kangerdlugssuaq de la costa este de Groenlandia podría ser uno de los glaciares de movimiento más rápido del mundo con una velocidad de casi 14 kilómetros por año. Se realizaron mediciones utilizando métodos de iposicionamiento por GPS de alta precisión. A su vez, el glaciar ha sufrido una disminución inesperada de unos cinco kilómetros desde 2001 tras haber mantenido una posición estable durante los últimos 40 años.
La masiva placa de hielo de Groenlandia comprende más del seis por ciento de las fuentes de agua dulce del mundo, y se está derritiendo a una velocidad mucho mayor de la esperada. Si Groenlandia se fundiera completamente, provocaría una subida del nivel del mar en el Planeta de casi 6 metros. Incluso subidas de cuatro o cinco pies del nivel del mar podrían hacer que ciudades como Nueva York, Amsterdam, Venecia y Bangladesh sufrieran inundaciones en sus áreas más bajas.
La alarmante disminución del Glaciar Kangerdlugssuaq es un indicio de que toda la capa de hielo de Groenlandia puede estar derritiéndose a un ritmo mayor del que se pensaba. Todos los científicos que prevén un calentamiento del planeta habían estimado unas velocidades de deshielo mucho menores. Esta nueva evidencia sugiere que la amenaza del calentamiento global es mucho mayor y más urgente de lo que se pensaba.
Pérdida de hábitats
Las subidas de la temperatura están afectando a toda la red alimentaria marina. Por ejemplo, el fitoplancton, que sirve de alimento a pequeños crustáceos como el krill, crece bajo la placa de hielo. Una reducción del hielo marino implica una reducción del krill – y el krill sirve de alimento a especies de ballenas, como las ballenas de Groenlandia.
Las ballenas y los delfines varan cuando suben las temperaturas. Las ballenas de Groenlandia pueden también perder sus zonas de alimentación en el Océano Austral alrededor de la Antártica debido al debilitamiento y al colapso de las placas de hielo.
Especies enteras de animales marinos y peces se encuentran en riesgo debido a la subida de las temperaturas, ya que no podrán sobrevivir en aguas más cálidas. Algunas poblaciones de pingüinos, por ejemplo, han disminuido un 33 por ciento en la Antártida debido al deterioro de su hábitat.
También se vincula a la subida de las temperaturas de los océanos el aumento de enfermedades entre los animales marinos
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De: MYRYS |
Enviado: 18/07/2011 06:50 |
QUE SUCESOS TAN IMPORTANTES E INTERESANTES!! |
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