Vive y deja vivir....
"Un rosal no está atento a los demás,
cuando está formando su rosa más magnífica.
No se preocupa del color que los otros rosales
les darán a sus rosas.
Está ensimismado, consultando la sabiduría
de su propia savia,
no comparándose con nadie,
buscándose hondamente,
haciendo fluir hacia la superficie
la virtud de su flor única.
Y cuando la hace florecer
el mundo se acerca hacia él con admiración,
le muestra su gratitud de mil maneras,
y lo toma como uno de los regalos
más preciados que puede hacerles
a los seres que quiere o admira.
Ese es el principio básico:
cuando encuentra lo mejor de sí mismo,
aquello único que ha venido
a realizar en el mundo,
el mundo le abre todas las puertas
para su Don. Porque:
el mundo estaba esperando que cada uno
aporte lo mejor de sí mismo,
porque con su Don
enriquece a la humanidad entera."