El príncipe azul es una creencia que tiene origen en los cuentos de los hermanos Grimm, y se refiere a la ilusión que toda mujer abriga en su inconsciente que en algún momento de su historia conocerá a su príncipe y con él el fin de sus sufrimientos y el advenimiento de una vida armoniosa y feliz para siempre.
¡Estos son cuentos! ¡Ya basta de soñar con el príncipe azul, que no existe!
Sí. Respuesta concreta y categórica.
Es “necesario y urgente” decirle “BASTA”, poner un límite a las fantasías que nos han vendido durante décadas a las mujeres; y que nos han inculcado desde que jugamos con las muñecas. Basta a esos ideales que andamos buscando por la vida como mariposas que no dejan atraparse en las telas de nuestras ilusiones.
Cada vez que conocemos a alguien, la alarma biológica de los cuentos de hada se enciende, y frente a él cuidadosamente miramos si en el piso hay alguna gota de pintura azul. Contradictorias en la fe, creemos pero queremos pruebas.
Es guapo, detallista, galante, nos simpatiza y acelera el corazón; es demasiado cercano a lo que imaginábamos; y antes de sentir que hemos encontrado el trébol de cuatro hojas; buscamos por donde destiñe; y pese a que las gotas emergen a borbotones frente nuestros pasmados ojos; fruncimos la quijada y por dentro nos atribuimos el título de felices propietarias de tan preciada presa: El príncipe azul.
Sin embargo con el correr del tiempo advertimos que la pintura se corroe por todas partes; y nos sentimos defraudadas.
Nos enojamos con ese impostor. Pero, ¿cuántas veces él nos ha dicho ser lo que no es? Probablemente casi ninguna. ¿Has pensado alguna vez en el peso emocional que se le carga con semejante título de nobleza a los hombres?
Debemos decir “¡basta!” a la fantasía que nos vende amores eternos, suicidas, prohibidos, dependientes, es una necesidad que todas debemos comenzar a internalizar; porque de lo contrario nuestras creencias nos cierran posibilidades y frente a situaciones diferentes boicoteamos nuestras oportunidades.
Es hora de decir ¡BASTA!, te invito a que cada día despiertes tu conciencia y entres en contacto con tu poder personal.
Fantasías a las que debes decir ¡BASTA!:
- Creer que un hombre nos puede hacer felices; debemos aprender a ser felices por nosotras mismas.
- Creer que necesitamos que un hombre nos rescate; cada una de nosotras está en un presente y aunque complicado menos divertido de lo que pensamos, nadie tiene que venir a rescatarnos; podemos salir de donde estamos solas.
- Creer que sin un hombre a nuestro lado no tenemos valor; una pareja no es un accesorio que aporta un valor agregado, es para compartir, no para darnos brillo.
- Creer que un hombre debe arreglar nuestra vida; un compañero es para alegrar el camino, no para hacerse cargo de lo que no hemos sabido resolver.
- Creer que los príncipes destiñen: no es que destiñan, es que directamente no existen; y nosotras tampoco somos las princesitas soñadas.
- Creer que los hombres son todos iguales, los seres humanos somos diferentes, únicos y legítimos; nadie es igual a otro.
- Creer que podremos con amor cambiar a un hombre; ¿Para qué?, si la persona con la que estás tiene determinadas actitudes que te generan un perjuicio no creas que con amor lo cambiarás; sólo se puede transformar lo que se puede observar.
Aprende a vivir la vida con un estilo menos romántico, pero igualmente intenso y profundo; sin pretender contextos infantiles y propios de la literatura; cuando uno vive más natural la vida; ésta es menos compleja y se disfruta mejor.
Chuchi González.