Cuando la creación era nueva, y todas las estrellas brillaban en
su esplendor primero, los dioses celebraron asamblea en el cielo,
y cantaron: “¡Alegría pura, imagen de la perfección!”.
Pero uno exclamò de pronto: “Parece que hay alguna sombra en la
cadena de luz, y que una de las estrellas se ha perdido".
Estalló la cuerda de oro de sus arpas, la melodìa se detuvo y
clamaron todos desolados: “¡Es verdad; y la estrella perdida era
el màs bello diamante de los cielos!”.
Desde entonces, la buscan sin cesar, gritando que el mundo ha
perdido con ella su única alegría.
Entre tanto, en el profundo silencio de la noche, las estrellas
sonrìen y murmuran entre sì: “¡Qué vana búsqueda! ¡La perfección
inquebrantable está en todo!”.
Rabindranath Tagore