Habla sólo con la verdad.
Actúa únicamente con amor.
Vive la Ley del Amor ahora y siempre.
Convierte cada momento de tu vida
en una efusión de amor.
Utiliza cada momento para invocar
el pensamiento más elevado,
pronuncia la palabra más noble,
realiza el hecho más sublime.
Aprovecha cada circunstancia
reconoce cada falta
camina en los zapatos de cada hombre,
perdona cada ofensa
(incluyendo las propias),
respeta la verdad de cada persona,
saca a la luz los mayores dones
de tus semejantes,
propicia la bendición de todos.
Sé una viva representación
de la Verdad más elevada
que reside en tu interior.
Habla sobre ti mismo con humildad,
para que nadie confunda
tu Verdad más Elevada con un alarde.
Habla suavemente
para que nadie piense
que solo estás llamando la atención.
Habla con amabilidad,
para que todos puedan
conocer acerca del Amor.
Habla abiertamente,
para que nadie piense
que tienes algo que ocultar.
Habla con sinceridad,
para que no se interprete
erróneamente.
Habla con frecuencia,
para que realmente
se propague tu palabra.
Habla respetuosamente,
ya que todos merecen
tu consideración.
Habla amorosamente,
para que cada sílaba sirva como un alivio.
Haz de tu vida un don.
Recuerda siempre:
¡tú eres el don!
Sé un don para cada persona
que entre en tu vida,
y para todos aquellos en cuya vida
tú participas.
Ten cuidado de no entrar
en la vida de otro
si no puedes ser un don.