Uno de los satélites del
Sistema de Observación de la Tierra de
la NASA registró esta imagen del glaciar de Pine Island, en la Antártida Occidental, el 13 de noviembre de 2011,
después de que un equipo de investigadores descubriera una brecha de 30
kilómetros de largo en la gigantesca masa de hielo.
Durante un
sobrevuelo con un DC-8, miembros de la Operación
IceBridge avistaron una enorme brecha el 14 de octubre de
2011. Se calcula que la brecha tiene 80 metros de largo por 60 de
profundidad.
Una vez finalizada la rotura, la brecha se separará
completamente del glaciar, creando una
inmensa isla de hielo de 900 kilómetros cuadrados. El glaciar de Pine Island drena un 10% de todo el manto
de hielo de la Antártica Occidental. Aunque el clima más cálido y el calentamiento de los mares han
afectado a otros glaciares de la
Antártida, desprendimientos similares a éste han ocurrido regularmente en el
glaciar de Pine Island a lo largo de las
últimas décadas.
"Forma parte de un ciclo natural pero es mucho más interesante e impresionante
cuando se ve de cerca”, comentó Michael Studinger, científico del proyecto
IceBridge, en octubre de 2011. "Parece que una parte significativa del banco de
hielo está a punto de desprenderse”.
Debido a problemas de abastecimiento de combustible, la Operación IceBridge se vio obligada a
cancelar su último vuelo, que estaba
previsto partir hacia la Antártida el 22 de noviembre. A pesar de ello, la
misión fue todo un éxito, aportando datos muy valiosos a los científicos sobre
la densidad del hielo y los acontecimientos que elevan el nivel de los mares,
incluso si unas cuantas brechas son localizadas a lo largo del
camino.
Nati