La
manta raya enfrenta un destino peor que el de los tiburones
A medida que la población de tiburones disminuye, los pescadores recurren cada vez
más a la manta raya -- animales poco aptos, en el sentido más darwiniano de la
palabra, para soportar la presión.
La manta raya necesita diez años para
alcanzar la madurez y las hembras dan a luz a una única cría cada dos o tres
años, explicó el investigador Mike Bennett, de la Universidad de Queensland, a ABC
Science:
“El tiburón blanco,
considerado una de las especies más vulnerables del mundo, puede tener el mismo número de crías de una
sola camada que una manta raya a lo largo de toda su vida”.
El declive mundial de la manta raya y de su prima la manta
diablo fue documentado en un estudio reciente divulgado por las organizaciones
de conservación Shark Savers y WildAid. El estudio, “Manta
raya de la esperanza: la amenaza global a las mantas rayas y a las mantas
diablo”, comienza rastreando el comercio de papadas, la
parte cartilaginosa que ayuda a las rayas a filtrar el alimento.
"Primero, encontramos papadas de manta raya y manta diablo en
mercados asiáticos y le seguimos el rastro hasta los mercados de productos del
mar de China. Es triste observar que
estos animales están siguiendo el mismo camino de los tiburones hacia la extinción”, alertó el fotógrafo
conservacionista e investigador jefe del estudio, Paul Hilton, en un
comunicado.
Actualmente, la Lista Roja de la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza (IUCN)
cita tanto a la manta raya (Manta birostris) como al tiburón
blanco (Carcharodon carcharias) como especies vulnerables; y
a la raya diablo (Mobula thurstoni) en una situación ligeramente favorable (casi
amenazada).
El estudio también tasó la vida de una manta raya en un millón de dólares, correspondiente a los
ingresos que un animal produce para el
ecoturismo local. ¿El valor de mercado de las papadas? Aproximadamente 11
millones de dólares al año, según el estudio, lo que convierte al animal vivo en una inversión mucho más lucrativa. Se
calcula que la industria turística del mundo del buceo para avistamiento de
rayas factura más de 100 millones de dólares al año en todo el mundo.
Nati