Astrobiólogos trabajando con oncólogos han encontrado que el cáncer es muy similar a una forma de vida que floreció en la antigüedad hace entre 600 millones y 1000 millones de años. Las implicaciones son sumamente significativas, ya que esto podría implicar que el cáncer es una enfermedad regresiva.
Los genes que controlaban la conducta de estos ancestrales organismos multicelulares todavía residen dentro de nuestras células, manejados por genes más recientes que los mantienen bajo control. Es cuando fallan estos genes controladores más nuevos que los viejos mecanismos toman posesión, y las células se revierten a sus conductas anteriores y se salen de control, de una forma similar a cómo entra un sistema operativo anterior en una computadora cuando el sistema operativo nuevo se pone en riesgo.
Esta nueva teoría proviene de dos de los más respetados astrobiólogos del mundo, Paul Davies, director del Beyond Center for Fundamental Concepts in Science y Charles Lineweaver de la Universidad Nacional de Australia
“Vida metazoa avanzada de la forma que conocemos, o sea organismos con especialización celular y diferenciación de órganos, fue precedida por colonias de células eucariotas en las que la cooperación celular era bastante rudimentaria, consistiendo de redes de células adherentes intercambiando información químicamente y formando ensambles autoorganizados con apenas una división de labor moderada”, dicen los científicos en un artículo publicado en la revista Physical Biology.
Esto hace que Lineweaver piense que el cáncer es un atavismo, una especie de regresión evolutiva:
“A diferencia de las bacterias y los virus, el cáncer no ha desarrollado la capacidad de evolucionar a nuevas formas. De hecho, el cáncer se entiende mejor como una inversión de las células a la forma en la que se comportaban hace poco menos de mil millones de años, cuando los humanos no eran más que colonias disperas de células solamente parcialmente diferenciadas… Creemos que los tumores que se desarrollan en pacientes con cáncer toman la misma forma que estas estructuras celulares simples tomaron hace más de un millón de años”, dijo Lineweaver.
En cierta forma los genes que controlaban estas formas de vida multicelulares primitivas son como el sistema operativo de una computadora en modo seguro y cuando existen fallas o mutaciones en los genes más recientes que manejan la forma en la que las células se especializan e intercatúan para formar la vida compleja actual, los niveles anteriores de programación toman control.
Parte de la evidencia que sustenta esta teoría es que el cáncer aparece en virtualmente todos los metazoos (animales) salvo la extraña rata topo desnuda.
La investigación también sugiere que el cáncer es altamente predecible y es poco probable que emerga espontáneamente a través de la evolución en cada individuo de forma tan consistente. Lo cual nos hace cuestionar los mecanismos psicobiodinámicos que operan en los individuos que tienen cáncer, acaso, aunque esto suene cruel, un atavismo a formas de vida anteriores, una resistencia a evolucionar y al funcionamiento del nuevo sistema operativo.
Life Scientist