Si yo muriera hoy
Daría gracias a la vida por haberme soportado:
mis enojos, mis miedos, mis frustraciones,
mis desilusiones, mi soberbia, mi vanidad, mi orgullo,
mi pereza, y muchos otros defectos que poseo.
Si yo muriera hoy, quisiera ver mi cuerpo tendido tal cual es,
imperfecto, observando los detalles que nunca antes vi,
mirarme por fuera y por dentro, cada fragmento mío q
ue una vez fue tan ágil, verlo ahí inmóvil y pálido.
Si yo muriera hoy, quisiera poder trasladarme donde están
mis seres amados para brindarles consuelo y que sepan
que conmigo siempre podrán contar donde quiera
que me encuentre y que aunque ya no esté a su lado,
mi esencia les dejaré para que me recuerden siempre.
Si yo muriera hoy, me arrepentiría de no haberme arrepentido,
de no haber logrado mis sueños de adolescente,
de no haber luchado lo suficiente, de haber amado egoístamente,
de no haber ayudado más allá de lo que me pedían,
de no haber perdonado sinceramente.
Si yo muriera hoy, revisaría cada segundo de mi vida,
aquellos en los cuales me creía superior y en los que
se hizo débil mi corazón, meditaría en los porqués:
el por qué de la existencia, el por qué nacer para morir,
el por qué no hice, el por qué callé, el por qué me detuve,
el por qué fallé.
Si yo muriera hoy, me apresuraría a tomar la mano
de quienes amo y les diría lo importante que son para mí,
escribiría a aquellos que hace mucho no saludo,
porque mi tiempo se redujo a mi mundo,
donde solamente existía yo.
Visitaría enfermos, presos, gente con dolor, intentaría brindar
en cada minuto un poco de mi interior, para dejar esas huellas
en los demás, que les enseñe a no cometer los mismos errores.
Pero… ¿Qué digo?
¿Qué hago hablando de lo que haría si muriera hoy?
¡Si aún tengo sangre en mis venas!
¡Si mi corazón late como nunca!
¡Si respiro, me muevo, vivo!
¿Por qué no hacer todo esto ahora?
¡Puedo cambiar mis defectos por cualidades!
Transformar mi forma de ver la vida,
¿Por qué no observar mi cuerpo con detalle,
aceptándome como soy?
Dando gracias a Dios, principalmente
porque Él fue el que lo formó.
¿Por qué no decirles a los que amo, cuánto
los quiero en este momento?
¡Que sepan lo especial que son en mi vida
y pueden contar conmigo siempre!
¿Por qué no escribir a mis amigos palabras de aliento
ahora que estoy con vida?
¿Por qué no ir en busca de esos sueños que han madurado
un poco, pero que pueden ser posibles?
¿Por qué no amar sin límites, sin imponer mis sentimientos?
¿Por qué no perdonar con el alma, si el perdón me libera?
¿Por qué no hacer un análisis de mi vida hoy?
¡Encontrar esos porqués que necesito conocer!
Ver mi vida en forma de que pueda arrepentirme hoy.
De lo que hice ayer y no guardar ese arrepentimiento
para arrepentirme luego de no haberlo hecho.
¿Por qué no comenzar en este instante a visitar a aquellos
menos afortunados que viven presos de su enfermedad?
¿Por qué no brindarle una palabra de aliento a aquellos
que no pueden gozar de su libertad?
¿Por qué no extender mis manos para dar?