Poner a Dios en primer Lugar
Vivir una vida espiritual no significa que
tengas que verte privada de los bienes que te
hagan falta y que te faciliten la vida.
Simplemente significa que has de usar hasta
lo más insignificante para beneficio de todos
y para Mi honor y Mi gloria. Cuando hayas
terminado de utilizar algo, sea lo que sea,
haz que me sea devuelto con amor y
gratitud, reconociendo que todo lo que
tienes es Mío. Verás que cuanto más des,
más sitio dejas para que entren otras cosas.
Acepta todo lo que necesites, pero nunca
intentes poseerlo. Cuanto más posesiva te
muestres hacia algo, más probabilidades
tienes de perderlo. Mis almacenes están
llenos a rebosar. A medida que vayas
poniendo tus valores en su sitio, dejarás de
carecer de nada absolutamente. Pero
recuerda siempre ponerme en primer lugar
en todas las cosas, dar gracias por todo, y
devolverme aquello con lo que hayas
acabado.