Cuantos matices tiene el amor.
Que milagro mas grande que es, que misterioso.
Nadie puede explicar la vida, y nadie puede explicar el amor.
Parecería que el uno está engarzado en el otro. Que danzan una misma sinfonía. Que existen mas allá de uno. Ambos brotan, y se metarfosean continuamente. El Uno alimenta el otro. Ambos son una fuerza de un poder extraordinario.
Es difícil negarse a vivir, la vida viene se asienta en uno, y uno baila a su son, todo el tiempo que ella desee. A veces uno cansado de luchar quiere rehuírla, pero ella no lo suelta a uno. Y junto a ella viene Él, el Amor, y juntos se rién de nuestras pretenciones.
Una pareja de titanes con una motita de polvo en sus manos, porque eso somos a su lado.
Están en todos lados, nada escapa a su energía. No hay escapatoria posible.
Todo tiene un opuesto, la luz-la oscuridad, el frío-el calor, el ruido-el silencio, etc. Supuestamente la Vida es el opuesto a la Muerte, pero eso creemos, en realidad como todo opuesto ambas son la misma cosa, y nunca sabremos en donde comienza la una y donde termina la otra.
Supuestamente el Amor tiene su opuesto en el Odio, pero eso creemos, pues el odio es manejable, como quien dice tangible, un enano al lado de un gigante.
El odio para funcionar necesita ejércitos, armas (humanas jajaj) y aún así está continuamente tambaléandose, siempre sobre un precipicio, es amigo inseparable del temor, del miedo, sin él no es nada! Avanza rugiendo, cuanto mas ruido mas seguro se siente.
El Amor es amigo del silencio, sabe que nadie puede con él, y se desliza sin ser notado por cualquier lado, no existen las puertas ni los candados para él.
Abre camino, y purifica todo lo que va encontrando, todo lo tranforma a su paso.
Él no lucha como el odio, el se expande generosa y continuamente. Lo impregna todo a su paso.
Obviamente sabe lo que quiere y como conseguirlo, y no tiene prisa, el tiempo no existe para él, por eso nosotros que tenemos una percepción de tiempo errónea, y un tiempo espécifico para andar nuestro camino, creemos que él a veces nos es esquivo. Pero no, él está en cada uno de nostros, siempre, todo el tiempo. Somos nosotros los que no lo percibimos muchas veces, por lo general al ser invadidos por ese amigo del odio, el miedo. Es más, cuantas veces queremos adueñarnos del amor, o del amor que esta en otro, y no caemos en cuenta que el amor no tiene dueño en nuestro mundo, él es libre, con esa libertad con la que tanto soñamos. El odio en cambio no es libre, por eso gusta tanto de cazarnos y encadenarnos, porque solo así nos puede tener. Sabe además que en
cualquier momento una silenciosa fuerza llegará y romperá nuestras cadenas y nos libertará, porque el Amor deshace continuamente lo que el odio hace.
No estoy tratando de explicar lo que es el Amor, no podría, solo intento decir lo que percibo de él, en mi y en todo.
El agua se adecúa al cuenco en que la recogemos, el Amor se adecúa a cada persona, animal, planta, etc. por eso mi percepción puede o no coincidir con la de otro.
Para mi el Amor es único, pero como decía al principio tiene tantos matices como los cristales.Por eso nosotros simples y humildes humanos, aprendices de brujo, percibimos distintos tipos de Amor, el de hijos, el de padres, el de pareja, etc. Pero si prestan atención verán que todo parte de un mismo tronco, y es buen ejemplo el tronco de un árbol, que se abre buscando el cielo con sus ramas, y en cada una de ella le da vida a millones de hojas y frutos. Si tomamos una hojita del árbol, le daremos una individualidad, que de algún modo la tiene para nosotros, pero ella existe y vive porque ese árbol le dió la posibilidad.
O podemos ir adentro nuestro en busca de otro ejemplo, la sangre que corre por nuestras venas alimentándonos, y haciendo posible la existencia de todos nuestros órganos que a su vez hacen posible la nuestra.
También sucede que en nuestra fugaz estancia en este mundo, pero que para nosotros nada tiene de fugaz, a medida que vamos creciendo, vamos sintiendo al amor que tenemos dentro de muy diferente manera.
Así, cuando niños pequeños, el amor que sentíamos por nuestros padres, con el correr del tiempo cambia, y mucho. Porque todo tiempo en nuestras vidas tiene diferentes percepciones. En este punto probablemente, muchos coincidamos. Ya es mas difícil hacerlo con el amor que sentimos por otras personas, que de pronto viven en nuestro mismo tiempo. Una pareja por ejemplo, uy! que difícil es hablar del amor de pareja!, aqui, nos puede ayudar el ejemplo que puse mas arriba sobre el cuenco de agua, y como ésta toma la forma del mismo, si pensamos en nostros como cuencos y al amor como el agua, llegaremos a la conclusión, que la forma que toma el amor en uno es bien diferente a la forma que toma en nuestra pareja. De ahí las coincidencias y las no coincidencias.
Algunas parejas de alguna forma sin dejar su individualidad, ya que esto es imposible estando en salud, tiene a su vez un cuenco en común , y en él el amor toma su forma para ambos. Aún así la duración variará por miles de motivos, algunos lo conservan hasta que la vida diga basta en alguno de los dos. Otros sentirán que ese cuenco en común en determinado momento se rompe, y ambos se retiran al suyo propio.
Pero observen, al amor siempre es el mismo, lo que varió fueron los movimientos de cada uno de los involucrados.
A veces se dice que el amor que uno sentía por otro, este otro lo pisoteó de tal forma que ya se convirtio si no en odio, en rechazo total.Sin embargo de alguna forma lo que una vez nos unió, ese amor que no sabe de limites, queda en nuestro recuerdo, aunque lo
ahuyentemos queda!! Eso es lo misterioso y grandioso para mi del amor.
Estas enamorada aún? nooo!!! el enamoramiento es un simple estado pasajero, fabuloso pero pasajero, el amor en cambio no es pasajero. De ahí el entrevero que tenemos a veces con nuestros sentimientos. Confundimos las cosas, siempre las confundimos, ya que no hay reglas en esto, ni libritos de apoyo, aquí cada quien luchará a solas por ver la luz.
Y como si el amor es siempre el mismo, tenemos tan diferentes sentimientos a lo largo de nuestra vida? Supongo yo que si estamos cambiando segundo a segundo todo nuestro ser, renovando células, creciendo, envejeciendo, adecuandonos a las circunstancias de la vida, venomos a ser un cuenco que cambia de forma a cada rato, y el amor se adecuará a cada una de esas formas, no es él somos nosotros los que cambiamos.
Cambia un hijo, crece, se despega de nosotros, a veces de una forma brutal, pero el amor de madre quizás el mas fuerte, lo sigue amando, pero con una mano en el corazón, lo amamos de la misma manera ?(no hablo de intensidad) Yo creo que no, la forma, el cuenco de ambos varió. Y es otro amor el que parece que sentimos, con otra forma. Pero ojo, lo que varía es la forma, no el Amor.
Concluyendo, para mi el Amor siempre es el mismo, lo cual es una bendición, y somos nosotros lo humanos los que cambiamos a cada rato, cosa que nos hace percibir que lo que cambia es el amor que sentimos.