Quienes buscan
comprender para qué nacieron, quienes cultivan valores esenciales,
quienes mantienen la conciencia abierta a las Grandes Preguntas... Esas
personas suelen tener en común una dificultad interna bien precisa: la
de sentir que no encajan en el mundo. Y con frecuencia no sólo lo
sienten, sino que es verdad: como Juan Salvador Gaviota, al querer
compartir su anhelo de Volar son expelidos por la bandada (criticados,
incomprendidos, burlados, excluidos...). Y, aunque alguien así apunte a
ejercer lo mejor de sí, no es raro que sienta que el hecho de “ser
diferente” indica que “está fallado”. Este conjunto de características
conforman lo que llamo, desde el enfoque de la Psicología Transpersonal,
Complejo de Inadecuación Esencial.
Se definiría como el
sentimiento de la persona que, teniendo un nivel de conciencia más
desarrollado que la mayoría, no puede asumirlo como tal, sino que lo
vive íntimamente como si esto fuera un defecto. Se siente no encajar
cuando todos parecen estar cómodos; se ve incomunicado en donde todos
parecen comunicarse con códigos que no logra aprehender; se encuentra
buscando los porqués profundos en donde todos transitan livianas
superficialidades. Y padece su condición como si fuera un estigma,
aunque secretamente puede que sepa que no tiene un defecto, sino un don:
el de ser capaz de una visión más amplia, una conciencia más integral,
en un mundo regido por las apariencias. (Esto no quita que, debido a su
complejidad, pueda padecer diversos síntomas neuróticos que deban ser
tratados terapéuticamente. Pero si el terapeuta en cuestión no ve el
contexto interno en que estos síntomas se dan... estará perdido.)
Las Tradiciones de
Sabiduría de distintos tiempos y culturas han descripto al ser humano
común como alguien “dormido”: circula como hipnotizado, viendo una
realidad sumamente distorsionada por su subjetividad condicionada. Quien
se libera de esos velos sería, por el contrario, un individuo Despierto
(tal es lo que significa la palabra “Buda” o “Cristo”). Obviamente, si
se tratase de un gráfico en pirámide, el primer grupo formaría, en su
base, el grueso de la Humanidad, en tanto que serían escasísimos los que
han llegado a la cúspide de esa pirámide (Iluminación). Y quien padece
de Inadecuación Esencial podría decirse que está “despegado” de la base
de la pirámide, pero aún lejos de la cima: ni dormido, ni Despierto.
Como dirían los sufis, “sentado entre dos sillas” (posición incómoda si
las hay...).
Los distintos complejos
tienen raíz en diversos aspectos del Inconsciente. Podríamos decir que
el Complejo de Inadecuación Esencial tiene su origen en el Sí Mismo: el
individuo no ha perdido contacto con su Esencia más sutil (tal como sí
le ocurre a la mayoría de las personas), pero aún no puede integrarla a
su identidad total. Tendrá que realizar un profundo trabajo sobre sí
mismo, comprendiendo la real dinámica de su psiquismo y, a partir de
ello, tejer vínculos con personas íntimamente afines: encontrar su
verdadera Bandada (la de aquellos que también anhelan explorar el Cielo,
sobre todo para recordar su real Origen). Encajar en el mundo a su propio modo: esencialmente.
Lic. Virginia Gawel
Rosa