Tu corazón ha comenzado a imaginar un sueño; tienes la certeza de tu deseo, pero no sabes todavía qué camino recorrerás para convertirlo en realidad.
Sin que importe cuál elijas, a medida que lo hagas, recuerda: en ti reside la fuerza para ser todo lo que sueñas.
En esa búsqueda encontrarás que el sol te dará su calor, y te bendecirá con su luz dorada cuando despiertes. Si al caminar te permites ser flexible, te inclinarás suavemente cuando el viento te toque, él entonces abrirá el mundo a tu alrededor.
Toda la tierra se convertirá en tu hogar. Imita la fuerza invencible del agua que no se detiene ante nada. Este mundo es tuyo para disfrutarlo, para desarrollarlo, para ir adonde quieras. Si en la persecución de tu sueño algo te desvía o rumores lejanos te distraen; si en tu camino tropiezas con una o varias piedras, no dejes por éso de andar. La vida es el regalo más maravilloso que te ha sido concedido. Respétala a pesar de las tristezas; gózala cada día en las infinitas alegrías.
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