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Temas para Pensar: ¿El individuo o el grupo?
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: kuki  (Mensaje original) Enviado: 16/09/2013 02:07
Hace más de un año se comenzó con un proyecto llamado “Mars 500” que, en pocas palabras, es un simulacro de vuelo a Marte sin salir de la Tierra. Por 520 días, los integrantes de este experimento tenían que vivir en las mismas condiciones en las que viviría un grupo de astronautas que volara al Planeta Rojo. El objetivo principal era evaluar su reacción, tanto a nivel físico como moral, antes de enviar a un grupo en serio sin marcha atrás. Pero además se aprovechó la oportunidad para hacer estudios científicos de distintos aspectos: la influencia de la alimentación, de los horarios, de la luz del sol, etc., etc, de gran utilidad para la mejora de la calidad de vida de quienes tenemos la suerte de vivir en la Tierra.

Antes de que empezaran entrevisté a uno de los participantes: Diego Urbina. Lo noté tenso, algo asustado ante lo que podría pasar. Pero, además de eso, no me dejó ninguna impresión en particular: era Diego, como podría haber sido Pablo o Juan. Hablaba poco y decía lo que podría haber dicho cualquiera en ese momento, sin emociones, ni blanco ni negro, ni chicha ni limonada, como quien dice.

Pasaron los 520 días, los “astronautas” salieron al mundo real y un buen día me dicen que va a darnos otra entrevista.

Me pareció muy interesante verlo de cerca otra vez, ver como había influenciado en él una experiencia tan inusual, escuchar a que conclusiones había llegado. No sé porque pero esperaba encontrarlo exhausto, por ahí con ciertos síntomas neuróticos – no es fácil estar aislado y 520 días no es poco...

Todo lo contrario. Estaba lleno de vida, había adquirido algo que lo hacía especial, ya no lo hubiera confundido ni con Pablo ni con Juan.

¿Por qué? El estar encerrado, con un horario estricto, el haber pasado tantos días en una monotonía permanente dejaba muy poca salida para la expresión de su individualidad y daba la sensación de que ésta se le había concentrado. Así como había aumentado su deseo de libertad, de expandirse en su existencia, su deseo de ser. Y eso marcaba su presencia con el inconfundible olor de la personalidad.

Me contó que el tipo de estados de ánimo que por los que había pasado durante el “viaje” no se diferenciaba de los que ya había pasado, no experimentó ninguna sensación diferente, pero era otra la intensidad de sus emociones: la alegría se hacía euforia, la tristeza, la angustia. El hecho de poder relacionarse con un grupo reducido de gente hacía que fueran pocas las fuentes donde podía descargarse y sus emociones se acumulaban.

Habló mucho de la comunicación, del contacto con el otro. El hecho que sus compañeros fueran representantes de distintas culturas y tuvieran distintas lenguas resultó ser un factor de menos pese a ser todos miembros de un mismo grupo con un objetivo común. Incluso mencionó momentos de incomprensión, diferencias que empezaron a surgir con sus amigos y familiares que antes le eran muy cercanos pero ahora habían dejado de ser “nosotros” para pasar a ser “ellos”. En un espacio cerrado los puntos de vista, los estados de ánimo de cada uno se fusionaban en un todo que compartían y hacía fácil la comprensión.

El factor “grupo” incluso pudo compensar la falta de sol: es la luz del sol la que le da a nuestro organismo muchas pautas, cuando dormir y cuando despertar, por ejemplo. Pero al perder esta guía no cayeron en el caos: se orientaban en los demás, su ciclo vital se hizo un elemento más de esa fusión, de esa vida colectiva.

Dijo que nadie se planteó siquiera salir antes de tiempo porque todos querían llegar junto con sus compañeros.

De alguna forma, Diego había sido despegado del grupo humano en su totalidad, lo que le hizo ganar individualidad para unirse a un grupo reducido con una personalidad común en el que “nosotros” y “yo” son conceptos que se confunden.

Y yo me pregunto, ¿cómo podemos definirnos a nosotros mismos: somos resultado de lo que nos rodea en oposición a lo que no nos rodea?, ¿hasta qué punto podemos elegir cómo queremos ser?, ¿es la soledad el único medio para conocer nuestra identidad?      

Elena Rostova



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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: GILDA08 Enviado: 16/11/2013 00:49
EL MEDIO AMBIENTE EN QUE NACEMOS INFLUYE Y " MARCA" SIN DUDA NUESTRA PERSONALIDAD Y 
CARACTER DE NIÑOS Y JOVENES. EN LA EDAD ADULTA, SI TOMAMOS CONCIENCIA DE ELLO, PODEMOS 
HACER CAMBIOS Y " RE-MODELARNOS " SEGUN NUESTROS DESEOS Y ESPECTATIVAS SOBRE NOSOTROS
MISMOS. PODEMOS CAMBIAR NUESTROS " PARADIGMAS"  DE VIDA, SI VERDADERAMENTE LO DESEAMOS.
SOLO FALTA USAR NUESTRA IMAGINACION, NUESTRA CREATIVIDAD, NUESTRA INTELIGENCIA. ESTO ES LO
QUE NOS HACE... SERES HUMANOS SUPERIORES, EVOLUCIONADOS, DE ESTOS TIEMPOS, DE ESTA ERA. 

NO TENEMOS PORQUÉ ACEPTAR " CONCEPTOS PSICOLOGICOS DE ESTUDIOS REALIZADOS POR ACADEMICOS.
SEAMOS ... DUEÑOS DE NUESTRO PROPIO DESTINO. 

SALUDOS,
GILDA. 


 
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